La importancia de la participación de la sociedad organizada en el sistema político mexicano. Año 3. Número 6

Autor: Israel Rodríguez Hernández.

RESUMEN
El presente artículo analiza la participación de la sociedad organizada como ente regulador y moderador de la conducta, los procesos y el devenir de la política en México y sus áreas de oportunidad en la gestión pública, al formular y diseñar políticas derivadas de su capacidad de influir en los procesos sociales a nivel local y nacional.

PALABRAS CLAVE: Sistema, político, mexicano, ONG, OSC, desarrollo, social, comunitario, gestión, pública, recursos.

“Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”, Madre Teresa de Calcuta.

INTRODUCCIÓN

En la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) en su artículo 20 se otorga la facultad de asociación mediante el siguiente texto: “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas”.

Así mismo dentro de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1995) en el artículo 9º se faculta a los mexicanos con el derecho a la libre asociación: “No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país”.

Por su parte, Armijo y García (1995) plantean el sentido de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en México:

Frente a la tendencia neoliberal de minimizar la acción del gobierno para que no “estorbe” a los fines de los grupos más poderosos, la sociedad civil promueve la presencia rectora gubernamental a fin de garantizar que los beneficios del desarrollo sean para todos. En ese sentido, las ONG’s y en un sentido amplio la sociedad civil organizada, deben desarrollar su capacidad para incidir en las políticas sociales y así constituirse en un contrapeso sano y necesario, al gobierno; sólo así -con contrapeso desde la sociedad-, se podrá acabar con el autoritarismo y alcanzar el equilibrio del poder de un México democratizado (Armijo y García, 1995).

Partiendo de la idea sobre el trabajo en colectivo como un derecho universal y constitucional en nuestro país, se planteará “¿cómo?” puede surgir la inquietud en algunas personas para la obtención de un respaldo de un grupo con similares inquietudes y potenciar así su derecho al libre manifiesto de protesta, denuncia y/o demanda de soluciones sobre los servicios que brinda el Estado a la población del territorio nacional, dando como resultado la búsqueda de grupos, colectivos, asociaciones o equipos de trabajo, que ayuden a generar una presión sobre la institución pública para la resolución del problema o necesidad demandada. Así es como la idea del trabajo en colectivo como coadyuvante al impulso de la denuncia, generalmente inicia como inquietud individual y que, en el peregrinar y búsqueda de respuestas por cuenta propia, la persona puede encontrarse con grupos que comparten de manera generalizada similares problemas o necesidades, y entienden que “unidos se es más”. Afinidad sobre las necesidades (y no sobre razonamientos), que además comparten inquietudes y sufrimientos, es el común denominador de las personas, que llevan como resultado el desarrollo de un “sentido de pertenencia” a través de una asociación que encuentra una solución clara y concreta, que les dota de seguridad, confianza y control de situaciones, para el cumplimiento de metas (la solución de sus necesidades-problemas).

Estas necesidades comunes de los grupos donde se desarrolla el individuo (afinidad), contribuye en su incremento de conocimientos, le dota de experiencia desde lo individual, y genera críticas concretas y objetivas, además de inquietudes, ideas y opiniones que actúan como motivadores en el grupo para la intención de creación de acciones para la resolución de problemas (objetivos), dando como resultado motivantes claros y precisos para la conformación de una sociedad dotada de organización y conocimientos para reaccionar positiva o negativamente sobre la toma de decisiones cuando el Estado a través de sus instituciones promueve o implementa políticas públicas de índole social que intervienen en el contexto donde se desarrolla la organización.

Por lo tanto el presente artículo tiene como finalidad el análisis crítico de la importancia de la participación de la sociedad organizada como ente regulador y moderador de la conducta, procesos y devenir de la política en México, así como las áreas de oportunidad que la gestión pública brinda para la formulación y diseño de las políticas derivadas de su capacidad de influir en los procesos sociales a nivel local y nacional.

DESARROLLO
“Qué orgullo nos puede dar que en la lista de los 100 millonarios más grandes del mundo haya tantos mexicanos, incluyendo al Chapo Guzmán y Slim, cuando simultáneamente hemos tenido 7 millones de pobres en los últimos dos años…

… El Neoliberalismo es pinche, pero el Neoliberalismo a la Mexicana es pinchísimo. Sirve para destruir una nación…” (Taibo II, 2015).

A partir de la crisis económica en México, de la década de 1980, durante el gobierno de Miguel de la Madrid y la aplicación del modelo Neoliberal con la venta y privatización de las empresas paraestatales; resaltando crecimientos económicos por abajo de 2.4%, falta de empleos formales, deterioro del salario mínimo para la clase trabajadora, la concentración de la riqueza en un grupo minoritario, además del fuerte fenómeno de la migración de compatriotas hacia Estados Unidos en busca del “sueño americano”, detonó en la sociedad actitudes de Hartazgo y Resentimiento en torno al mal manejo del país por parte del sector político, donde prevalecieron los intereses de los empresarios e industriales y se desprotegió a la clase media y trabajadora.

Sin embargo, esto fue despertando la necesidad del mexicano por reflexionar, evaluar y analizar en busca de soluciones y para hacer prevalecer sus derechos a través de la colectividad y la asociación, con la clara intención de la creación de un frente común para presionar a la clase política y hacer sentir de manera conjunta las necesidades individuales que se potencializan al generalizarse a través de la sociedad organizada, creando los “Frentes Comunes” para la denuncia y protesta de soluciones. Por lo cual, es importante entender el alto valor histórico y gran ejemplo de lo que la sociedad organizada genera en resonancia para el Estado sobre la denuncia de los derechos civiles (clase obrera, estudiantil y clase media) anunciados por derecho constitucional, como las manifestaciones colectivas de 1968 y sus repercusiones nacionales e internacionales.

Utilizando el concepto de asociación civil según la Organización de Naciones Unidas (2014), donde una ONG (integrada por civiles) es: “cualquier grupo de ciudadanos voluntarios sin ánimo de lucro que surge en el ámbito local, nacional o internacional, de naturaleza altruista y dirigida por personas con un interés común”. Tenemos entonces que las sociedad organizada pueden influir en la toma de decisiones y la ejecución de políticas públicas a nivel político-social, las cuales son modelos reguladores de la conducta de la sociedad y del funcionario público a través de las intervenciones potenciales (manifestaciones) desde los ámbitos locales, generando así: modelos de proximidad social a los sistemas democráticos para la gestión, trabajo asistencial para la garantía de derechos e igualdad, proyectos para el desarrollo de capacidades individuales y comunitarios, cultura del cuidado y preservación del entorno, información, cuidado y prevención de conductas de riesgo, entre otros, todo con el único objetivo de generar interacciones entre sociedad (en representación del individuo) y los políticos y/o funcionarios de las dependencias gubernamentales presionando mediáticamente para la exigencia de sus derechos mediante la información y transmisión del ejercicio del gasto público, el actuar de sus funcionarios y la correcta aplicación de los recursos.

Es importante mencionar que las necesidades y/o problemáticas comunes dentro de una sociedad giran en torno a situaciones que atañen a la mayor parte de la población de una zona o sector: incremento de impuestos, desbasto de agua potable, carencia de servicios de infraestructura básica, carencia de vías de comunicación para el acceso, falta de oportunidades laborales para el crecimiento de la economía del hogar, abandono y deterioro de zonas de uso común, etc. Ofreciendo así, una oportunidad para la creación de frentes comunes y el trabajo en colectivo. O bien, al no tener respuesta y/o soluciones claras, el individuo tiene dos caminos: el desánimo, por el tedio de los trámites burocráticos y la “pérdida de tiempo” al plantear sus peticiones, o la búsqueda de más personas con las mismas inquietudes y necesidades.

“Unidos se es más”.
Para poder afianzar el argumento de la importancia de la participación ciudadana en los procesos democráticos del país será necesario apoyarnos en García López (2014) que establece el concepto de “participación” desde tres enfoques: la participación como un concepto, como un fenómeno y como una metodología.

 “La participación como un concepto, se visualiza como la intervención de una persona a través de una acción específica para cumplir un objetivo trazado. Donde las personas no se limitan a ser un simple espectador, sino que interviene[n] en los procesos, se ven implicados, motivan al cambio con sus acciones y además lo hacen de forma constante” (García López, 2014).

La participación como fenómeno es aquella donde existe una clara cultura de participación, dónde se desarrollan cuestionamientos sobre los factores motivadores que detonan la intervención y/o integración al proceso de participación, además de otras preguntas sobre ¿quiénes la integran y su forma de organización? y ¿cómo están conformados y constituidos?, para poder determinar el impacto que causarán con las acciones ejecutadas.

La participación como metodología se refiere a la forma de especialización de los integrantes de grupos determinados, mediante el incremento de sus conocimientos a través de las experiencias y con el desarrollo de modelos de estudio, procesos metódicos que desarrollan a lo largo de sus intervenciones para la promoción de sus actividades de participación.

“Se puede decir que la participación es un proceso sistémico, que incluye la posibilidad de hacer, al tomar parte de algo, con la finalidad de provocar una reacción, participar entonces debe ser comprendida como una causa y como un efecto” (García López, 2014).

Entonces es una causa desde el enfoque de unificación sobre los argumentos de demanda y defensa de las acciones que desarrolla la participación y un efecto derivado del fin por el que se realiza la participación; así mismo, se concluye que el principio de la participación desde un punto de vista individual es el “formar parte de algo” y su finalidad es producir para obtener un resultado.

Por lo tanto, si iniciamos desde lo individual con una reflexión donde podamos visualizar una sociedad democráticamente facultada para exigir y demandar el ejercicio de la función pública en términos de transparencia y rendición de cuentas, y un claro ejercicio del “estado de Derecho”, asumiendo nuestras obligaciones por encima de nuestros derechos, podríamos empezar a observar a una sociedad capaz de movilizar, presionar y servir como un ente que coadyuve a la regulación del modelo político que prevalece en México, donde además de que experimentaríamos una visible mitigación de la corrupción como primera barrera de contención para la penetración de la sociedad como observador y regulador de la toma de decisiones en el país, podríamos establecer criterios claros y específicos sobre los procesos en la toma de decisiones en términos políticos y de promulgación de leyes, así como en el diseño de líneas de acción para la intervención del estado desde la sociedad y por la sociedad, dejando fuera las imposiciones del Estado “sobre una mejor decisión para todos”.

Desventajas de la Colectividad
Gustav Le Bon en su tratado “Psicología de las Masas” habla sobre la colectividad y el actuar del individuo una vez enrolado en actividades propias de una organización, interesante referencia sobre las desventajas de la sociedad organizada, que con malos enfoques y/o directrices sobre su libre ejercicio encaminen al individuo en una mala práctica de actividades y desvirtúen el fin de la organización o sociedad:

El más singular de los fenómenos presentados por una masa psicológica, es el siguiente: cualesquiera que sean los individuos que la componen y por diversos o semejantes que puedan ser su género de vida, sus ocupaciones, su carácter o su inteligencia, el simple hecho de hallarse transformados en una multitud le dota de una especie de alma colectiva. Esta alma les hace sentir, pensar y obrar de una manera por completo distinta de como sentiría, pensaría y obraría cada uno de ellos aisladamente (Le Bon, 2004).

De esta manera existe la posibilidad de que el individuo al pertenecer o incorporarse a un grupo determinado se encuentre inmerso en un proceso de “pérdida de identidad”, sobre todo cuando los valores morales y éticos no se encuentran firmemente arraigados en la persona, así como otros factores de influencia, como el nivel educativo y su formación socio–cultural, lo cual es aprovechado por las organizaciones campesinas y de “choque” para la movilización de “integrantes de la organización” y así “hacer valer sus derechos” a través de la lucha del bloque desprotegido de la sociedad que ha servido como argumento de presión, ya sea para la gestión y petición de apoyos económicos y materiales o para la solicitud de apoyos provenientes de recursos federales, estatales y municipales, los cuales son en México un jugoso botín para los líderes y/o dirigentes de dichas organizaciones, y han formado un modus vivendi, repartiendo menos del 10% de las “ganancias” obtenidas por las gestiones hacia los participantes de dichas organizaciones.

CONCLUSIONES
Sin duda, para experimentar cambios significativos y de impacto dentro de la sociedad, cambios que coadyuven hacia un claro ejercicio del desarrollo social y comunitario y una correcta aplicación de las políticas públicas que beneficien a todos los mexicanos y no a sectores específicos (“los que más tienen”), que además obliguen a la correcta interacción entre gobierno–sociedad; se debe generar una sociedad incluyente, con apertura de opinión, libertad de ejecución y rendición de cuentas, con un claro y objetivo modelo democrático, donde la conjunción de todo permita una praxis idónea en el ejercicio del estado de Derecho en México y tener claros dos aspectos:

–    La conceptualización, para vivir en democracia, para promover la repartición del poder en partes iguales, siempre enfocada en la búsqueda del bien común.
–    La certeza de que la información clara y objetiva es una herramienta importante en los procesos de toma de decisión, en la construcción de una fortalecida organización y la construcción de objetivos sólidos y argumentos de participación claros al establecer demandas y solicitudes al Estado.
–    Saber que la participación no es la solución a todos los problemas, es un proceso cambiante, quizá el más importante de todos los procesos sociales, y que en cada nivel, en cada ámbito, con diferentes motivadores y detonantes, la participación será siempre distinta (el enfoque), con elementos constantes, argumentos comunes e iguales, cambiando únicamente los contextos de incidencia.

Con esta conjunción de acciones, la presión que ejercerá la sociedad organizada a través de sus modelos de participación e intervención social, con las actividades que ejecutarán, serán sólo el bastión y la punta de la lanza, pero atrás de esto, estará cada persona que integra el sistema, aportando: objetividad, reflexión, análisis, valores, ideales, inquietudes, convicciones, e ideas claras sobre las demandas a realizar; y que para el éxito de los objetivos trazados, se debe visualizar un trabajo personal y la suma del esfuerzo, voluntad y entrega de todos los integrantes garantizarán que el cambio político–social en México generen verdadero progreso.

La importancia entonces, de la participación de la sociedad organizada sobre el Sistema Político en México y su impacto generarán un modelo mediático y regulador, para la creación de efectivas políticas públicas en función al grado de compromiso y la preparación de los mexicanos hacia la solución de problemas mediante el planteamiento de propuestas y soluciones, además de la sensibilización e inquietud que se debe despertar en cada individuo al sumergirse en los problemas, sentir lo que sienten los demás, palpar el dolor ajeno, oler y ver lo que los demás ven. Se debe asumir un claro y absoluto proceso de auto evaluación (ser la solución o parte del problema), auto convicción (tener la voluntad de hacer las cosas por los demás) y querer hacer la diferencia en México.

Para concluir: Seamos un modelo evaluador y regulador del aparato político, seamos un ente con la capacidad de crítica, con valores fundados y objetivos que nos permitan cuestionar la ejecución de todo gasto público que administra el Estado desde sus tres niveles de gobierno, para la correcta «función» de la función pública.

BIBLIOGRAFÍA

Armijo, N. y García, S. (Eds.). (1995). Organismos no gubernamentales: definición, presencia y perspectivas. Recuperado de http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/derhum/cont/28/pr/pr35.pdf

Diario Oficial de la Federación. (2015). Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917. Última reforma publicada DOF 10-07-2015.

García López, E. J. (2014). Apuntes hacia una anatomía de la participación, aspectos introductorios al estudio de la construcción de cultura de la participación. Revista VOCEES, 15(50):9-15.

Le Bon, G. (2004). Psicología de las Masas. Estudio sobre la psicología de las multitudes. Buenos Aires: Albatros.

Naciones Unidas. (1948). Asamblea General de la ONU Resolución 217 A (III), 10 de diciembre de 1948. ONU.

Naciones Unidas. (2016). Sociedad Civil. ONU. Recuperado de http://www.un.org/es/sections/resources/civil-society/index.html

Taibo II, P. I. (2 de febrero de 2015). Nunca bailamos solos. Blog. Recuperado de http://avecanta.blogspot.mx/2015/02/nunca-bailamos-solos-paco-ignacio-taibo.html

La importancia de la participación de la sociedad organizada en el sistema político mexicano. Año 3. Número 6