Escala para valorar la ansiedad en las prácticas profesionales en la formación de educadoras. Año 4. Número 9

Autor: Víctor Hugo Rodríguez Hernández.

RESUMEN

En el presente artículo se abordan los problemas de ansiedad durante las prácticas profesionales de las estudiantes de la Licenciatura en Educación Preescolar en el Centro Regional de Educación Normal de Aguascalientes.

PALABRAS CLAVE: Ansiedad, prácticas profesionales, educadoras, formación.

INTRODUCCIÓN

Esta investigación se centra en observar los efectos que ocasiona la ansiedad en las estudiantes que realizan prácticas profesionales en jardines de niños, además de las posibles repercusiones en los niños que atienden. Con esto se podrá conocer por qué se genera la ansiedad en las estudiantes, de qué forma perjudica o beneficia a quien la experimenta y de qué manera se pueden aminorar sus efectos negativos. Al mismo tiempo proporcionará elementos a los profesores de la escuela normal para detectar, orientar y apoyar a las estudiantes bajo esta condición.

Con esta investigación, aunque no sea su propósito, se pueden generar estrategias de detección de ansiedad en las estudiantes y propiciar un mejor desarrollo de competencias docentes. Para ello inicialmente se tiene que elaborar una escala de valoración de la ansiedad en las prácticas profesionales de las estudiantes.

Los estudios que se han realizado en el nivel superior que más se aproximan al tema se relacionan con la depresión y la ansiedad relacionadas con el desempeño académico en estudiantes universitarios en periodos de exámenes (Hernández-Pozo et al., 2008; Sánchez et al., 2006; Serrano Barquín et al., 2013). Sin embargo, estos estudios poco tienen que ver con la dinámica de las Escuelas Normales o con los procesos de preparación de las prácticas profesionales y de impartición de clases. De esto la necesidad de elaborar una escala para valorar la ansiedad en las prácticas profesionales de las estudiantes del Centro Regional de Educación Normal de Aguascalientes.

Instrumentos de evaluación de la ansiedad

Distintos autores han considerado la ansiedad y elaborado escalas estimativas y test para medir o valorarla. Existen diversos instrumentos con este propósito. Entre los más reconocidos está el Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE) (Spielberg et al., 1975), donde se toma en cuenta “primero, la ansiedad como estado; segundo, la ansiedad como un estado complejo que incluye el miedo y el “stress” y tercero, la ansiedad como un rasgo de personalidad” (De Ansorena Cao et al., 1983).

En la década de 1980 se desarrolló el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI) (Beck et al., 2011) “para determinar si los síntomas aparecen mayoritariamente en el ámbito subjetivo, neurofisiológico, autónomo o relacionado con el pánico al objeto de determinar las causas subyacentes de la ansiedad” (Garrido, 2015).

En España se elaboró el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA) (Tobal y Cano Vindel, 1988), el cual:

evalúa el nivel general de ansiedad (rasgo general de personalidad ansiosa), los tres sistemas de respuesta por separado (lo que pensamos, regulado por el sistema cognitivo; lo que sentimos a nivel corporal, o sistema fisiológico; y lo que hacemos, o sistema conductual-motor), así como cuatro rasgos específicos de ansiedad o áreas situacionales (ansiedad ante situaciones de evaluación, ansiedad en situaciones sociales o interpersonales, ansiedad en situaciones fóbicas, y ansiedad en situaciones de la vida cotidiana) (Cano, 2002).

Otro instrumento es el Cuestionario para Valorar la ansiedad, el cual toma varios grupos de síntomas físicos, psicológicos, conductuales, intelectuales y asertivos para “saber la cantidad de ansiedad que padece una persona y expresarlo en lenguaje matemático mediante una puntuación específica” (Rojas, 2001).

En cuanto a la ansiedad presentada en estudiantes universitarios, existe un cuestionario denominado Cuestionario de Ansiedad Ante los Exámenes (CAEX) que se aplica a los estudiantes antes de presentar un examen con el fin de “informar sobre sus respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales, así como su ansiedad ante diferentes tipos de pruebas” (Valero, 1999).

Estos instrumentos y otros han sido utilizados en diferentes estudios sobre el rendimiento académico, la depresión y la ansiedad en estudiantes universitarios como el de Depresión y Ansiedad en Estudiantes Universitarios, elaborado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (Flores et al., 2007).

Estos instrumentos coinciden principalmente en los aspectos físicos y conductuales de quien padece ansiedad; sin embargo, para esta investigación se eligió el de Rojas (2001) dada la pertinencia con lo que se pretende revisar, pues incluye dimensiones que tienen que ver con la labor que se realiza en las instituciones educativas, aspectos intelectuales y asertivos, la capacidad para hacer frente a determinadas situaciones en las escuelas y por las ideas sobre la responsabilidad que las estudiantes tienen como educadoras.

Sin embargo, no se ha encontrado un instrumento o cuestionario que hable específicamente de la ansiedad de las estudiantes de Licenciatura en Educación preescolar durante sus prácticas profesionales

Es probable que se pueda hacer una analogía de la ansiedad antes de los exámenes y antes de las prácticas profesionales por representar una evaluación de las competencias de los estudiantes; no obstante son procesos muy diferentes, pues mientras el primero hace referencia a conocimientos teóricos y conceptuales el segundo refiere procesos teóricos, experiencia y práctica. Es decir, “la práctica profesional sintetiza y articula las diversas acciones que el estudiante de la escuela normal realiza en ámbitos reales de desempeño, a partir de ellos integra los conocimientos y los utiliza para resolver las tareas que la profesión de la enseñanza le plantea” (SEP, 2012).

Así esta investigación permitirá conocer por qué se genera la ansiedad en las estudiantes, de qué forma perjudica o beneficia a quien la experimenta y de qué manera se pueden aminorar sus efectos negativos, al mismo tiempo brindará elementos a los profesores de la escuela normal para detectar, orientar y apoyar a las estudiantes con esta problemática.

DESARROLLO

Escala para valorar la ansiedad en las prácticas profesionales

La Escala para Valorar la Ansiedad en las Prácticas Profesionales de las estudiantes de la Licenciatura en Educación Preescolar del Centro Regional de Educación Normal de Aguascalientes pretende recoger las respuestas físicas, conductuales, psicológicas, intelectuales y asertivas que regularmente se manifiestan en estos casos.

El Cuestionario para Valorar la ansiedad de Rojas (2001), usado para esta investigación, abarca síntomas físicos, de conducta, psicológicos, intelectuales y asertivos de la ansiedad. Los físicos son producidos por estructuras cerebrales, incluido el hipotálamo, donde se producen las emociones y aumentan por la descarga de adrenalina, que genera palpitaciones, sequedad de la boca, sensación de falta de aire, nudo en la garganta, temblores, ruborización o palidez en la piel (Rojas, 2001).

Los síntomas de conducta son las expresiones exteriores de la persona, el lenguaje no verbal que se interpreta al ver el comportamiento: frente fruncida, tensión en la mandíbula y boca, movimientos de las manos y pies descontrolados, gestos de interrogación y extrañeza, entre otros. (Rojas, 2001).

Los síntomas psicológicos se caracterizan por una reacción “de sobresalto, de incitación a la huída, de participación activa en esta impresión de miedos difuminados y etéreos, hay… una tendencia a escaparse, evadirse… Al mismo tiempo hay una clara anticipación de lo peor: malos presagios, vaticinios negativos de algo que sobreviene… y todo ello en una atmósfera indefinida, vaga, inconcreta, abstracta, poco clara” (Rojas, 2001).

A los síntomas intelectuales también se les denomina cognitivos, implican la forma en que las personas elaboran las ideas y los recuerdos, son un “estado subjetivo de tensión que se produce como consecuencia de errores o deficiencias en la acumulación y procesamiento de la información” (Rojas, 2001), los más frecuentes son: a) adelantar conclusiones negativas, b) tener un pensamiento radical (en términos diametralmente opuestos: bueno o malo), c) generalizaciones negativas continuas y d) centrarse en detalles selectivos nocivos (Rojas, 2001).

En cuanto a los síntomas asertivos: “asertiva es aquella conducta que hace y dice lo que es más adecuado a cada situación, sin inhibiciones ni agresiones inadecuadas” (Rojas, 2001). Tiene tres características: 1) están muy relacionados con la personalidad y con la forma en que ésta funciona, 2) son comportamientos orientados a mejorar las relaciones sociales, y 3) poder expresar ideas, juicios y sentimientos tanto positivos como negativos frente a cualquier persona, situación o circunstancia (Rojas, 2001)

Para adaptar la escala a las condiciones que enfrentan las estudiantes en las prácticas profesionales se modificó la redacción de las afirmaciones, cuidando que aparecieran síntomas de los cinco tipos del cuestionario original. En relación con esos síntomas, en la Escala de Valoración se tomaron siete ítems de la dimensión física, cuatro de la psicológica, diez de la conductual, nueve de la intelectual y nueve de la asertiva para tener una visión amplia de los factores que más influyen en el proceso.

La escala fue revisada y enjuiciada por tres investigadores y se piloteó con una pequeña muestra de tres grupos de la Licenciatura en Educación Preescolar del 7º semestre (15 estudiantes). La escala estaba compuesta por 40 ítems descriptivos organizados, primero en la planeación de las prácticas (20 ítems) y durante la intervención en los jardines infantiles (20 ítems), además de estar organizada en las dimensiones antes mencionadas.

Como escala de valoración se utilizó una tipo Likert entre 1 y 4 para que las integrantes de la muestra informaran la frecuencia con que esas situaciones les ocurrían (1 nunca, 2 en ocasiones, 3 casi siempre, 4 siempre). Para valorar la ansiedad la explicación de la puntuación obtenida en la escala se interpreta de 0 a 30 puntos es la banda normal, de 31 a 40 puntos ansiedad ligera, de 41 a 50 puntos ansiedad moderada y más de 51 puntos ansiedad grave.

El proceso de enjuiciamiento y piloteo sirvió para rectificar algunas afirmaciones que eran muy generales o poco precisas para el proceso que se quería identificar, por ejemplo, la primera pregunta del apartado de Preparación, decía: Se nota como un nudo en el estómago o en la garganta, le cuesta tragar, y se ajustó de la siguiente manera: Nota como un nudo en la garganta, malestares estomacales y dificultades para comer cuando se inicia el periodo de planificación de las prácticas.

También se incluía una pregunta de tipo abierto en cada etapa del proceso de prácticas. Sin embargo, se eliminaron por la complejidad de valorar las respuestas, así se modificó la primera versión de la escala.

La segunda versión definitiva fue enjuiciada por cinco investigadores, quienes tenían información sobre las dimensiones de síntomas de ansiedad que se enmarcan en la escala para revisar la coherencia de los ítems y cada dimensión a la que pertenecía. Se revisó y modificó de acuerdo a las sugerencias de los jueces y se aplicó a otros tres grupos de la Licenciatura en Educación Preescolar del 5º semestre, 91 participantes, durante la semana de planeación de las prácticas. 90 mujeres (98.9%) y un hombre (1.09%). Los resultados que arrojó la aplicación de la escala son:

En la primera escala de valoración 22 estudiantes (24.17%) estaban en la banda normal, 45 (49.45%) en ansiedad ligera, 15 (16.48%) en ansiedad moderada y 9 (9.89%) en ansiedad grave. 

En la segunda escala de valoración 28 estudiantes (30.76%) se ubicaron en la banda normal, 51 (56.04%) en ansiedad ligera, 11 (12.08%) en ansiedad moderada y 1 (1.09%) en ansiedad grave.

En la aplicación de esta escala se encontró que efectivamente en las prácticas profesionales, tanto en su fase de preparación como de intervención, existe cierto grado de ansiedad, aunque en su mayoría de manera leve. Y la ansiedad moderada y grave fue mayor durante la preparación de las prácticas que en la intervención en sí. Esta versión se analizó utilizando el Alfa de Cronbach dando el siguiente resultado:

tabla-el-conflicto

Se puede afirmar que esta escala tiene una alta fiabilidad general (0.903 en el Alfa), así como en cada momento de participación del proceso de prácticas profesionales: el de preparación con 0.877, y el de intervención con 0.815. 

En cuanto a las dimensiones de los síntomas de ansiedad, aunque son ligeramente inferiores en el Alfa de Cronbach que los resultados de la escala, son muy aceptables y con confiabilidad interna: síntomas físicos 0.621, síntomas psicológicos 0.694, síntomas de conducta 0.687, síntomas intelectuales 0.825, y síntomas asertivos 0.712.

CONCLUSIONES

La escala tiene confiabilidad interna y se puede utilizar para diagnosticar casos de ansiedad en estudiantes de Escuela Normal durante la preparación e intervención de sus prácticas profesionales. Los ítems son descriptivos de comportamientos y situaciones muy concretas en relación a las prácticas.

La escala permitirá valorar los problemas de ansiedad ante las prácticas profesionales, en sus diferentes dimensiones o síntomas de ansiedad y el número de personas que la presentan en el contexto de la Escuela Normal.

Una de las tareas pendientes es afinar la escala y extender su validación a un mayor número de estudiantes para identificar casos en los que la ansiedad puede ser un obstáculo para el mejor desempeño estudiantil y docente.

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Escala para valorar la ansiedad en las prácticas profesionales en la formación de educadoras. Año 4. Número 9

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