El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), un enorme problema de salud para quienes lo padecen, que provoca sensaciones de impotencia, agresividad, desesperación, porque las acciones reiterativas y la intensidad con las que el enfermo las realiza no son una cuestión de decisión y gusto. Son el resultado de la necesidad de realizarlas a cambio de no sufrir la angustia de no haberlo hecho. “Todo el mundo tiene alguna idea, pero no todo el mundo sabe de lo que se trata en realidad. No todos entienden lo mucho que afecta la vida de las personas” dice el presidente de TOC Gran Bretaña, Ashley Fulwood, esta condición puede ser mental y físicamente muy agotadora, mientras transforma la calidad y circunstancias de vida de quien la sufre.
A tal grado puede impactar este padecimiento que un importante porcentaje de ellos, a la larga, sufrirán algún padecimiento que afecte su salud mental. Por lo que no es osa de juego, es una condición de extrema importancia, parangonándolo sería algo así como impedirnos respirar (cuando sabemos que de no hacerlo, el resultado será la muerte). En el caso de quienes sufren TOC, para controlar el nivel de estrés y ansiedad física que sufren, la decisión necesaria para salvaguardar su integridad física y mental, es, acomodar las cosas compulsivamente, lavarse las manos siete o veinte veces, apagar las luces antes de salir de un lugar por seis u ocho ocasiones, entre otras acciones compulsivas que suelen desarrollar.
Una mala noticia es que las condiciones que provocan se desencadene el TOC no han sido claramente identificadas. Para la comunidad de especialistas del tema, la genética, el flujo de sangre al cerebro y la ausencia de serotonina son algunos de los factores con los que asocian esta enfermedad. Aunque las condiciones de vida y sociales pueden, también, influir en que se desarrolle TOC.
Los síntomas del TOC pueden ir de ligeros a severos, por lo que el enfermo puede ver trastornada su vida de un momento a otro, al grado de tener que abandonar el trabajo o los estudios, por no poder sobrellevar las condiciones del TOC y de la vida, en forma armoniosa.
Para tratar el TOC, es común la medicación y terapias de conversación, cognitivo-conductual y de exposición. Algunos pueden ser muy optimistas con el resultado de las terapias, quizá la respuesta está en probarlas y confiar en que surtan resultados. “Mi opinión personal es que el TOC puede ser tratado. He visto personas que se recuperan completamente hasta el punto de que ni siquiera están diagnosticadas con TOC hoy”, dice Fulwood. Si aceptamos el optimismo de Fulwood implicará que los enfermos de TOC tienen un camino luminoso enfrente, para que sus vidas no sean lo terribles que pueden ser en algunos casos.
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