Un análisis psicocrítico de la igualdad de género en la realidad contemporánea. Año 3. Número 7

Autora: Ana Lilia Cabrera Argüello.

RESUMEN
La realidad de la Psicología desde la perspectiva de género se ha desapegado del estudio social pues las acciones y estrategias se han dirigido principalmente a explicar y tratar los asuntos pertinentes a la violencia y el maltrato psicológico, físico y económico hacia la mujer. Sin embargo, la implicación psicológica transversal del conocimiento, explicación y divulgación de género brinda la oportunidad de alcanzar de un modo práctico metas con un sentido humanista, acorde a las necesidades sociales observadas en la actualidad en un mundo muy complejo. La situación de la figura femenina ha cobrado especial importancia en diversos sectores públicos y de la sociedad civil a pesar de la constante lucha por el empoderamiento femenino, sobre ello versa este artículo.

PALABRAS CLAVE: Transversal, género, cultura, educación, femenino, masculino, libertad, democracia, reflexión, igualdad, complejidad.

INTRODUCCIÓN
Resulta paradójico observar que en todas las sociedades se habla de conceptos axiológicos como justicia, igualdad y empatía, términos utilizados políticamente y que forman parte de la cotidianeidad discursiva presente, sin embargo, en el devenir social se expresan actos que ofrecen la percepción de que los Derechos Humanos son constantemente atropellados, en todos sentidos se observa la falta de conocimiento de lo que implica el respeto y la aplicación efectiva de los Derechos Humanos fundamentales, en especial a un grupo que ha sido considerado socialmente vulnerable: las mujeres.

Las sociedades democráticas modernas tienen que constituir estrategias y reforzar acciones orientadas a una especie de gobernabilidad equitativa e igualitaria para todos y todas sin condición alguna de clase, raza, género o edad; sin obviar lo pertinente que resulta establecer parámetros jurídicos acordes a la situación presentada pues no es lo mismo formar juicios con adultos y adultas que con menores de edad, por citar algún ejemplo. Lo notable aquí es subrayar la importancia de la aplicación de normativas enmarcadas en los Derechos Humanos sin discriminaciones de algún tipo que transgredan los derechos de una persona sin importar su condición y origen.

ONU Mujeres ha planteado la necesidad de redoblar esfuerzos por parte de los gobiernos del mundo para que la equidad de género sea un tema de primer orden en la agenda mundial para el siglo XXI, este interés prioritario por la igualdad entre los géneros para el acceso a todos y cada uno de los aspectos de la vida social, cultural, económica y política ha sido el resultado de identificar las desigualdades entre hombres y mujeres como obstáculos para el desarrollo de cualquier país además de significar un duro golpe a la dignidad y estima de la figura femenina.

DESARROLLO
Cabe resaltar que este análisis psicocrítico se ha planteado desde la Psicología en cuanto al estudio de los conflictos sociales de género y ofreció los primeros cimientos acerca de la construcción en el uso del término “género”, pero la participación activa de esta área de conocimiento ha sido poca pues otras disciplinas científicas como la Sociología, la Antropología, la Pedagogía han cubierto incesantemente la investigación respecto a la construcción y la preservación de la violencia hacia la mujer. Siendo la Psicología la que estudia, explica y describe las conductas en los seres humanos su intervención es necesaria en términos de ofrecer conocimientos acerca del ejercicio de poderes e incorporación de roles en los diversos sistemas socioculturales.

La investigación acerca de las conductas humanas que impiden u obstaculizan el desarrollo de los individuos permite comprender mejor el modo en el cual se presentan acciones que atentan contra la dignidad psicológica o física para orientar acciones preventivas fortaleciendo la interacción y la relación entre los grupos humanos.

Aun cuando han sido incesantes los esfuerzos de diversas culturas y naciones para la consecución de sociedades equitativas y democráticas parece ser que las relaciones humanas basadas en el dominio del uno por sobre el otro han tenido más éxito, por ello, la necesidad de restablecer un orden social diferente ha sido tema de discusión en las Convenciones Internacionales modernas.

Las agresiones físicas, verbales, políticas y económicas hacia las mujeres no han terminado, los índices de mortalidad e incidencia en los sectores de salud como resultado de la violencia experimentada por el género indican de modo alarmante la terrible realidad actual. Según el INEGI y el INMujeres (2013), 46.1% de mujeres ha sufrido algún tipo de violencia por alguna pareja, de aquí el parteaguas en el estudio psicosocial de la equidad y el empoderamiento femenino. Es útil considerar que el hombre también es víctima de violencia pero las estadísticas continúan señalando que las mujeres dominan en las cifras de casos por maltrato en cualquiera de sus formas.

La visión prospectiva y hasta utópica para entender el mundo dentro de un sistema democrático, participativo y en igualdad de circunstancias entre los seres humanos es uno de los incentivos políticos y sociales actuales para diseñar y establecer estrategias dirigidas a un nuevo orden ideológico. Estrategias generadas para reentender, explicar y redescribir la naturaleza y el comportamiento humanos procediendo con cautela al cambio progresivo de actitudes y cultura de los grupos humanos.

Los grandes sistemas mundiales están basados en una cosmovisión del dominio entre los seres humanos y de la clasificación de los individuos por categorías, bajo esta afirmación se establece la relación que presenta el estilo de vida consumista actual con un incremento en el nivel de la riqueza en Latinoamérica al mismo tiempo que se ensancha la brecha existente entre ricos y pobres de forma alarmante. En el aspecto económico la equidad de género no ha avanzado demasiado pues la mayoría de las personas que viven en pobreza son, precisamente, las mujeres.

Igualdad entre los géneros y los Derechos Humanos.
La equidad de género, aunque quien escribe prefiere el término igualdad, y el empoderamiento de la figura de la mujer han tenido importantes logros en el reconocimiento y aplicación de los Derechos Humanos eliminando la discriminación que se ejerce sobre la mujer en cuanto al acceso a la salud y la educación, mientras los avances son notorios y los paradigmas sociales se están transformando, sin embargo, como afirma Edgar Morín (2009): los modelos tradicionales de las interacciones humanas tienen que sufrir modificaciones estructurales para hablar de un progreso sustantivo, lo anterior resulta complejo ya que se trata de modificar la piedra angular del pensamiento humano, con tantos cambios actuales toda la estructura de ideas tiende a colapsarse y para esto es que hay que prepararse.

El modelo patriarcal tradicional está sufriendo transformaciones en todos los ámbitos de la vida social con sus resistencias en la participación y expresión de las mujeres en la vida política, social y económica. La inclusión de las mujeres en el mundo y manejo políticos es minoritario, basta observar los congresos y/o parlamentos donde la figura femenina es todavía minoritaria y la toma de decisiones respecto a programas y actividades relacionadas con la equidad de género sigue considerándose prioritaria de atenderse por el sector femenino.

En México la distribución porcentual en el senado en condición de su género ha variado durante los últimos diez años; según el INEGI (2013) el porcentaje de mujeres que participó en la Cámara de Senadores durante el periodo 2006-2009 fue de 20.3% mientras contra 79.7% de hombres; para el periodo 2009-2012 las mujeres ocuparon 23.0% frente a 77.0% de hombres; la diferencia importante se observó durante el periodo 2012-2015 cuando las mujeres ocuparon 33.6% y los hombres 66.4% del total. En la Cámara de Diputados se observan resultados similares. Es importante mencionar que los estereotipos se mantienen vigentes en los sectores políticos y estos determinan quiénes van a formar parte de las diversas Comisiones.

Lo anterior permite observar una realidad en transformación progresiva pero que falta pulir en cuanto a las políticas públicas contraídas y expresadas por los gobiernos e instituciones que conforman la sociedad.

El mundo actual refuerza un estilo de vida competitiva y caótica originada por el crecimiento desmedido de las sociedades, mientras el fundamentalismo, la corrupción y la indiferencia se apoderan de todos los sectores de la vida. Fernando Savater (2010) plantea que es la corrupción la que permite ubicarse por encima de la ley a unos sobre otros y violar los derechos de igualdad, frente a la indiferencia generada por la apatía hacia lo que suceda a los demás. Se tiende a justificar un hecho argumentándolo con un falso progreso, la indiferencia también permite una especie de tolerancia de la discriminación a favor de categorías sobre quién es el mejor o el más puro.

Democracia y Dignidad Humana.
La democracia y los países democráticos no pueden permitirse poblaciones abatidas por la inequidad y la vulnerabilidad. Es paradójico que en la cuna de la civilización y de la democracia, Grecia como un ejemplo, se presente un número minoritario de mujeres dentro de su parlamento. La discriminación en función del género ha sido un obstáculo en el desarrollo de las naciones pues anula e imposibilita compartir las habilidades y aptitudes que un grupo aporta en el funcionamiento de una sociedad.

De la Madrid Hurtado (2004) manifiesta que la democracia es el mejor medio para resolver, en paz y con respeto a otros valores fundamentales como la libertad y la justicia, todos aquellos procesos políticos establecidos en una sociedad específica. Lo anterior permite visualizar que el respeto a la integridad y la dignidad de los demás se establece sin distinción alguna de sexo, condición económica, raza, edad o nivel educativo, el respeto a la diversidad humana es un factor que contribuye a la construcción de sociedades por y para la paz.

En el aspecto educativo ser mujer ha tenido un fuerte impacto, la cantidad de mujeres con la oportunidad de estudiar es menor que la de los hombres. Y entre mayor es el grado escolar esta tendencia de acceso es más amplia. Este análisis se agrava más cuando se hace referencia al mercado laboral que ofrece los mejores puestos a los hombres aunque las mujeres demuestran mejores resultados académicos, habilidades y competencias específicas en un área. Por ello resulta urgente atender, dentro de las empresas, política y culturalmente la igualdad de los salarios entre hombres y mujeres con un mismo puesto, con absoluta indignación se observa que el salario de las mujeres se encuentra muy por debajo de los sueldos asignados a los hombres.

El trabajo dentro del hogar ofrece un tercer punto punto de análisis interesante, la mayoría de las actividades sociales y laborales se encuentran organizadas de modo equitativo pero las actividades domésticas desequilibran el ejercicio de igualdad, a pesar de la creciente inserción de la mujer en el mundo laboral el trabajo dentro del hogar no ha disminuido para ellas y ha representado una especie de segundo turno de trabajo; la idea de que la mujer es la responsable de la administración en el hogar aún se observa muy arraigada y con muy poca participación del hombre. Lo anterior resulta en el aumento del estrés en las mujeres y en la percepción de un valor nulo de su actividad por la que no se recibe remuneración. Resulta necesario dignificar la actividad y existencia de la figura femenina en un sentido democrático.

La violencia ejercida contra la mujer no obedece solamente a condiciones consecuencia del riesgo psicosocial e intrafamiliar derivado del alcoholismo, la drogadicción, la pobreza o la edad sino a la mera condición de ser mujer.

Es prioritario establecer y reformar leyes. La discriminación se genera en la infancia e incluso antes de nacer, las expectativas previas al nacimiento de un ser humano se forman tempranamente de modo que condicionan la vida futura de cualquier persona.

Orientar a la humanidad para favorecer la dignidad de la especie sin establecer categorías es un elemento importante para el ejercicio democrático. Ingenieros (2009) habla sobre la importancia de discurrir en que todas las formas, todos los actos implican dignidad y virtud, donde la dignidad falta no existe el sentimiento de honor, “…Y así donde los pueblos sin dignidad son rebaños, los individuos sin ella son esclavos”. A lo antes descrito se apunta la necesidad de que el ser humano valore la vida y hacerlo desde una postura honorable pues la dignidad incita al anhelo de perfección de hombres y mujeres y confina aquellas tendencias serviles y mediocres, la dignidad facilita la independencia y lleva a confrontar con valor los retos cotidianos.

Es necesario dimensionar el conocimiento de los Derechos Humanos, el discernimiento acerca de que la Igualdad de género ya está reconocida como un Derecho Humano básico en la trascendencia del ser. En la postura legislativa, en México se ha modificado el artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (2014). Expresa que en los Estados Unidos Mexicanos toda persona gozará de los derechos humanos reconocidos en esta constitución y en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, se señala también la prohibición de la esclavitud, la Constitución Mexicana es clara al señalar que toda persona en territorio mexicano gozará de plena libertad además de contar con la protección de las leyes.

En este artículo 1º constitucional “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social o de salud, la religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil u otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las libertades de las personas” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2014).

En l artículo 4º, primer párrafo derogado, se expresa que “el varón y la mujer son iguales ante la ley” (2014), además establece que toda persona tiene derecho a decidir libremente sobre su capacidad reproductiva, a una alimentación nutritiva y al derecho a la protección de la salud, este mismo artículo establece que toda persona tiene derecho a un ambiente sano para su desarrollo y bienestar.

El acto de dimensionar el conocimiento en cuanto a la aplicabilidad de los Derechos Humanos permite establecer acciones o actos orientados al apoyo y el aumento de la dignidad y la condición humana. La UNESCO indica que la educación tiene la finalidad de aumentar las capacidades y el bienestar de las personas en pleno siglo XXI en relación con los demás y la naturaleza de tal modo que la violencia ejercida a un individuo por alguna condición personal sea erradicada (Jalil et al., 2015).

Es pretensioso pero necesario considerar en esta nueva sociedad que la incorporación responsable por parte del Estado de valores espirituales y morales dentro de las políticas públicas, sin perder de vista el ambiente de libertad de los individuos, libertad aplicada de un modo responsable.

La vida responsable, considera Xirau (2010), se traduce en la posición de una persona para considerar a los demás en las elecciones que hace de modo individual, el hombre y la mujer son sujetos existentes en tanto viven con otros, es necesario afirmar la existencia de los demás para precisar con mayor puntualidad el sentido de libertad.

CONCLUSIONES
Las contradicciones que se dan en el establecimiento de una cultura basada en la igualdad de género son constantes, una interrogante bastante frecuente es aquella en la que se reflexiona acerca de ¿cómo es posible que exista aún tanta desigualdad y discriminación para el género femenino si se ha trabajado mucho por una educación basada en la igualdad?

Resulta inaudito ver cómo muchas sociedades castigan severamente a quien se roba una vaca o gallina que a quien viola a una mujer o niña. Institucional y jurídicamente aún se observan muchas resistencias en la aplicación de normas y leyes centradas en la universalidad de los Derechos Humanos sin distinción o prejuicio alguno.

No resulta satisfactorio solamente trabajar en la información y promoción de los Derechos Humanos fundamentales a un nivel social, es importante que se comprometan diversos sectores: político, social, cultural, educativo, comunitario, deben trabajar conjuntamente en favor de una igualdad entre los géneros. Es urgente establecer políticas públicas en pro de la igualdad entre los géneros y del empoderamiento humano con pleno respeto a los derechos esenciales.

Sensibilizar a los hombres para que se comprometan activamente en la transformación de las sociedades también es una prerrogativa, es el hombre quien debe poner un alto a la violencia y la discriminación a las mujeres; favorecer el equilibrio entre géneros; y ayudar y aportar a la lucha actual por una completa democracia entre los seres humanos.

La realidad hoy exige transformaciones complejas que contribuyan a un progreso conjunto entre hombres y mujeres, en sociedad conjunta y no en una batalla permanente entre ambos sexos.

La educación también incide en la formación de personalidades capaces de asumir actitudes y competencias tendientes a la igualdad y a la construcción de culturas enfocadas en la preservación y el fomento de la paz. Es básico replantear y transformar paradigmas educativos, culturales y sociopolíticos, dar paso a un empoderamiento humano descartando la tendencia a clasificar a las personas y tratarlas según la categoría que se les asigne, es vital dignificar la condición humana con un sentido de trascendencia.

BIBLIOGRAFÍA

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. (2014). Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. México: Secretaría de Gobernación.

De la Madrid Hurtado, M. (2004). Constitución, estado de derecho y democracia. México: UNAM.

Ingenieros, J. (2009). El Hombre Mediocre. México: Éxodo.

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Morín, E. (2009). Introducción al Pensamiento Complejo. México: Gedisa.

INEGI-INMujeres. (2013). Mujeres y Hombres en México 2012. México: INEGI.

Savater, F. (2010). Los Siete Pecados Capitales. México: Debolsillo.

Trujillo Sáez, F. y Fortes Ruiz, M. R. (2009). Violencia doméstica y coeducación. Un enfoque multidisciplinar. Barcelona: Octaedro.

Xirau, R. (2010). Introducción a la Historia de la Filosofía. México: UNAM.

Un análisis psicocrítico de la igualdad de género en la realidad contemporánea. Año 3. Número 7

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