El papel del tutor dentro del nivel Medio Superior. Año 5. Número 14

Autora: Daniela Hernández Beltrán.

RESUMEN

Este artículo describe lo que puede ocurrir en una institución educativa cuando los resultados del aprovechamiento académico no son favorables y que pudieran ocasionar que el alumnado deserte. Para ello se explica cuál es el papel del tutor en estos casos y la importancia que tiene el trabajo de la orientación educativa para reducir la posibilidad del abandono académico.

PALABRAS CLAVE: Tutoría, deserción escolar, alumnos, orientación, tutor.

 

INTRODUCCIÓN

Uno de los problemas de toda institución educativa es el buen nivel de aprovechamiento académico. Lamentablemente para valorar el desempeño, en muchas escuelas se requiere y tiene más peso una calificación cuantitativa, que en ocasiones no es aplicada adecuadamente por los docentes.

También es importante considerar la evaluación cualitativa, en donde se valoren los logros y resultados de las actividades de aprendizaje, el esfuerzo, el rendimiento, la autoconciencia, las habilidades y las capacidades del alumno.

Cuando no se toma en cuenta la valoración cualitativa y se pondera sólo la cuantitativa, el alumno tiende a perder interés por continuar sus estudios. Es aquí donde el tutor desde la orientación educativa debe tomar las medidas y estrategias necesarias para impulsar a los estudiantes a seguir su camino académico y evitar el abandono escolar.

 

DESARROLLO

La deserción escolar es uno de los mayores problemas que enfrenta la institución educativa y de forma particular el Departamento de Orientación Educativa, pues ya es uno de los principales factores a evitar.

Las investigaciones que arrojan resultados sobre los factores que inciden en el desempeño académico y que llevan al fracaso escolar identifican su origen en los bajos aprendizajes, reprobaciones, ausencias continuas, desmotivaciones por aprender (Román, 2013).

Entonces, las causas del fracaso escolar son consecuencia de una estructura social, económica y política que dificulta u obstaculiza la asistencia regular y el buen desempeño académico derivados de las condiciones de pobreza y la marginalidad (Román, 2013; UNICEF, 2012; MIDEPLAN, 2000; INJ, 1998; Beyer, 1998).

(…) es posible clasificar a este conjunto de factores en dos grandes categorías: factores exógenos y factores endógenos al sistema educativo. Dentro del primer factor esta la condición económica, composición familiar, condiciones de salud o trabajo infantil, estructura del gasto público, etc. Y dentro del segundo factor están el capital cultural de los docentes, estilos y prácticas pedagógicas, su valoración y expectativas respecto de los alumnos y su rol de medición en el aprendizaje (Román, 2013).

Para Pintrich y Schunk (2006), “la motivación es el proceso que nos dirige hacia el objetivo o la meta de una actividad, que la instiga y la mantiene”. Una persona que verdaderamente desee prepararse, tenga los problemas que tenga, simplemente lo hará, pero una persona que se siente desmotivada para continuar estudiando es muy probable que abandone la escuela.

Según el Reporte del Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina, SITEAL (2010), la mitad de los adolescentes entre 17 y 18 años ya no asisten a la escuela. A esa edad sólo 32% de los estudiantes culmina el nivel medio superior, es decir tres de cada diez abandonan sus estudios a estas edades.

En México, la matricula total de los servicios educativos de nivel medio superior es de 4.7 millones de alumnos (13.1% de todo el sistema educativo escolarizado). La cobertura es de 69.4% respecto a la población total de 15 a 17 años de edad. Un reto importante es incrementar la eficiencia terminal que en la actualidad es de 64.7%. San Luis Potosí se encuentra entre los estados con eficiencia terminal alta con 43% y abandono escolar bajo con 11% (SEP, 2014).

La Tutoría

En el instante en que se detecta la problemática de la deserción escolar es indispensable la intervención de la tutoría mediante la Orientación Educativa. Aunque esta tutoría puede convertirse en un depósito de conflictos, cuya responsabilidad se otorga al equipo de tutores en su relación con los jóvenes con exigencias exclusivas hacia ellos para resolver los problemas, cuando toda la institución educativa es responsable (Viel, 2009).

Desde el punto pedagógico, la tutoría es un proceso de conducción que acompaña a la persona a cumplir un objetivo.

“La Tutoría Académica es una modalidad del trabajo docente que tiene el propósito de acompañar, consolidar y evaluar los contenidos de aprendizaje específicos de una asignatura o área del conocimiento, a través de un proceso planificado y sistemático de asesoría profesional especializada y psicopedagógica” (Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, 2007). Este tipo de acompañamiento presume del apoyo docente, aunque ellos no consideran estar suficientemente preparados para desempeñar dicha labor.

Los tutores deben velar por el camino académico de los alumnos encomendados, tener en cuenta las cuestiones disciplinarias de rango ordinario, coordinar la ayuda a quienes lo necesitan, conocer la organización y composición de los grupos de clase y fomentar el compañerismo y el trabajo en equipo. Además, “el tutor debe prepararse para responder a las expectativas de los padres que pongan más empeño en conseguir desarrollar las cualidades de sus hijos” (Mañú, 2009).

Por lo anterior, es preciso tener en cuenta que dentro de la tutoría no sólo se incluye la participación de los docentes o directivos de la institución, se requiere de un trabajo colaborativo con los padres de familia de los alumnos, quienes son parte importante del progreso educativo de sus hijos.

Con base en una investigación realizada en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del estado de San Luis Potosí, Plantel 1, en el año 2016 se analizó el nivel de aprovechamiento académico de 116 alumnos: 43 hombres y 73 mujeres que pertenecen al 5° semestre y que se encuentran entre las edades de 17 y 18 años. A continuación se presentan las gráficas que muestran el aprovechamiento académico de los grupos de 5° semestre (gráfica 1).

Grafica 1. Aprovechamiento académico de estudiantes en una muestra en San Luís Potosí.

 

El grupo 5°I (20 alumnos) tiene el menor promedio (7.2). Los grupos 5°F y 5°J tienen el mayor promedio (7.9). En esta gráfica se nota el bajo rendimiento académico que afecta la deserción escolar.

  

Gráfica 2. Porcentaje de aprovechamiento académico de los alumnos de 5° semestre. 

En la gráfica 2 se muestran los datos y los porcentajes correspondientes a la población de 116 alumnos que cursan el 5° semestre, 7 de ellos tienen promedio de 5; 20 tienen promedio de 6 y 89 alumnos tienen promedio de 7.

 

Gráfica 3. Índice de bajo rendimiento académico entre hombres y mujeres.

Del total de alumnos con bajo rendimiento académico (27), en la gráfica 3 se identifica que las mujeres presentan el peor rendimiento académico frente a los hombres. La magnitud y distribución del fracaso escolar muestra la lejana calidad educativa, mientras se cuestionan las estrategias implementadas a nivel institucional para revertir o mejorar esta situación. De esto que en algunas instituciones de todo el país se han incorporado las tareas de Asesoría pedagógica y Tutoría a la Orientación Académica.

La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (2007) menciona que en el proceso de acompañamiento se busca que el docente desempeñe un rol pedagógico donde se distingan las siguientes acciones:

  • “Estimular en el alumno el estudio y el aprendizaje independiente.
  • Proponer actividades académicas que permitan la aplicación del saber.
  • Evaluar lo aprendido, mediante otros medios distintos de los aplicados en el aula.
  • Valorar con el alumno la significatividad de los contenidos aprendidos” (Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, 2007).

“El acompañamiento de la persona considera principios éticos tales como:

  • Respetar la integridad, personalidad del alumno.
  • Establecer una relación de equidad con él.
  • Ser tolerante ante el proceso de aprendizaje que el alumno tiene” (Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, 2007).

Para que se lleve a cabo una buena tutoría académica desde una propuesta seria se debe resolver la problemática desde la planificación. Muñoz (2003) propone los siguientes pasos:

  1. Organizar e instalar consejos o coordinaciones tutoriales.
  2. Diseñar un proyecto pedagógico que observe un desarrollo gradual y sistemático, basado en un sistema de evaluación del desarrollo del proyecto.
  3. Formar tutores con base en el plan pedagógico.
  4. Ruptura de la serenidad, que se refiere a conocer a cada uno de los alumnos a partir de la identificación de sus características personales y académicas.
  5. Construcción del vínculo operativo que se va construyendo en la medida que el tutor y el estudiante asumen el compromiso de la tarea y en torno a ella establecen una serie de afectos (Muñoz, 2003).

Por otro lado la Tutoría debe ser adaptada a las necesidades del alumno, debido a que en su desarrollo personal y escolar se detectan momentos clave para la Orientación. Para Fernández (2004) “la labor de la tutoría va dirigida a todo el ciclo escolar del alumno, ya que no se limita únicamente a motivar su mejor desempeño académico, más bien recupera los aspectos de su desarrollo personal y social”.

La Tutoría no es la única que puede dar solución a la problemática educativa, que es sumamente compleja y que está influenciada por la tendencia a planear a corto plazo y con una orientación hacia el eficientísmo, pragmatismo y competitividad institucional. El compromiso del tutor también es fundamental hacia el progreso y mejora de los estudiantes en su proceso educativo.

Recientemente el programa de tutorías para impulsar a los alumnos con bajo rendimiento académico y que fue promovido por el subdirector de la institución estudiada estará a cargo de él mismo con la ayuda de los docentes, quienes son los encargados de impartir las clases, además de los cursos de 20 y 40 horas cuando los estudiantes reprueban las materias. Entonces, ¿es posible que los docentes en función de tutores puedan ayudar a los alumnos a mejorar las calificaciones e incrementar sus conocimientos si no pudieron ayudarlos durante un semestre y durante un curso extra de 20 y/o 40 horas?

 

CONCLUSIONES

Cada institución educativa debe revisar su plan de tutorías para reorientar, renovar y reconceptualizar la tarea, porque el progreso educativo no sólo le compete al tutor o al departamento de Orientación Educativa, también depende de los docentes y directivos de la institución, porque es un trabajo colaborativo y no individual.

Es muy probable que el papel del tutor o tutores (los mismos docentes de la institución) en relación con el compromiso tutorial no sea el esperado o adecuado. La razón es que si el tutor en su papel como docente no pudo desarrollar el conocimiento y las competencias en los alumnos, difícilmente lo logrará en las tutorías.

Por otro lado, el papel del tutor no debe ser otorgado a un docente que imparte clases dentro de la institución sino a una persona externa para evitar prejuicios. Así, un tutor debe tener conocimientos científicos y prácticos: pedagógicos, con métodos, técnicas, herramientas y estrategias didácticas necesarias para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje; y psicológicos, que le permitan medir el nivel cognitivo, la etapa evolutiva de los alumnos, apoyado de instrumentos de diagnóstico que le permita[n] conocer y valorar el pensamiento, el entorno social, familiar y personal del alumno. También deberá desarrollar cualidades sociales que le permitan relacionarse, interactuar y ampliar la comunicación con los docentes, alumnos y padres de familia; y tener un espíritu investigador e innovador, estando siempre en constante actualización.

Finalmente el tutor debe generar cualidades humanas (Menchén, 1999): “entusiasmo por el trabajo, buen carácter, amistad, empatía, sentido común, facilitador de aprendizajes, tolerancia, paciencia, discreción, responsabilidad, estabilidad emocional, respetuoso”.

Aunque todas estas cualidades deberán evaluarse, remplazarse y actualizarse pues dependerán de las condiciones del estudiante, el tutor, la escuela, el contexto escolar y el país en que se enseña.

 

BIBLIOGRAFÍA

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Mañu, J. M. (2009). Manual Básico de Dirección Escolar. Dirigir es un arte y una ciencia. España: Narcea.

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Viel, P. (2009). Gestión de la Tutoría Escolar. Ejes de contenidos y tareas del tutor. Argentina: Centro de publicaciones educativas y material didáctico.

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