Aplicación del marco legal de la gestión de la calidad en el Ministerio de Educación Superior. Año 2. Número 4

Autores: Omar Pérez García y Yadira Echemendía Palmero.

RESUMEN

Las Instituciones de Educación Superior (IES) cubanas asumen la gestión del cambio como uno de los grandes retos para su desarrollo actual y futuro. Para ello deben realizar acciones orientadas al diseño e implantación de sistemas de gestión de la calidad, la evaluación y autoevaluación institucional y de los programas académicos que en su interior se desarrollan. Por tal razón la comunidad universitaria en su totalidad es el principal ente responsable de exigir calidad en todo el quehacer cotidiano, con vista al mejoramiento continuo de las actividades y procesos sustantivos y la satisfacción de las partes interesadas en el funcionamiento adecuado de la educación superior en cualquier territorio, lo cual es sinónimo de sostenibilidad de la misma. Es por ello que en el presente trabajo se realiza un análisis del basamento legal para gestionar la calidad en las IES cubanas, para contribuir a su divulgación y aprendizaje organizacional por los directivos, el claustro docente, el personal de apoyo a la docencia y los estudiantes.

PALABRAS CLAVE: Gestión, calidad, base, legal.

INTRODUCCIÓN

En la última década del siglo XX, en Cuba, se desplegó un debate sobre la aplicación, en el sector empresarial, de las Normas ISO y su familia (ISO 9000). No ocurre así en el sector educativo debido a sus características estructurales, integrado por organismos sin fines de lucro. Sin embargo, desde la década de los noventa del siglo XX, organizaciones como el Banco Mundial (1995) y la UNESCO (1995) hacen referencia en sus foros e informes derivados, de la importancia de gestionar la calidad en las instituciones educativas, particularmente en las Instituciones de Educación Superior (IES).

La cúspide estratégica y los mandos intermedios del Ministerio de Educación Superior cubano han trazado su plan de desarrollo estratégico hasta el año 2016. Precisamente dentro de estas proyecciones, y en pos de cumplir con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, queda estipulado introducir una respuesta activa y rápida en busca de elevar la calidad de las IES, así como la integración de los procesos declarados en el proceso de diseño e implementación del sistema de gestión de calidad; lo cual queda registrado en el primer objetivo del área de resultado clave “Gestión de la Educación Superior” de este Organismo de la Administración Central del Estado.

Por tal razón, las IES deben trabajar con una filosofía de gestión basada en el liderazgo participativo y el desarrollo de los valores institucionales e individuales, particularmente la responsabilidad, el trabajo en equipo, el compromiso, la excelencia y la mejora continua de todas las actividades que se efectúan en el actuar cotidiano.

Atendiendo a lo anterior, el objetivo del presente trabajo es realizar un análisis del basamento legal para gestionar la calidad en las IES cubanas, para contribuir a su divulgación y aprendizaje organizacional dentro de la comunidad universitaria.

DESARROLLO

Marco legal de la gestión de la calidad en Cuba.
En Cuba existen políticas dirigidas a promover la calidad en las organizaciones. En el documento “Objetivos de la I Conferencia Nacional del PCC”, específicamente en el objetivo 45 se hace referencia a la necesidad de “(…) incrementar con la participación activa del colectivo de trabajadores, la exigencia por la protección y cuidado de los bienes, recursos del Estado y el fortalecimiento del ejercicio de control interno, la calidad de los procesos productivos, de servicios y sus resultados en los organismos, (…) unidades presupuestadas y otras instancias económicas y sociales (…)”.

En los Lineamientos de la Política Económica y Social de la Revolución, en el apartado referido a la Política Social, en el lineamiento 142 se expresa la voluntad de “(…) garantizar la elevación sistemática y sostenida de la calidad de los servicios que se brindan a la población, y el rediseño de las políticas vigentes, según las posibilidades de la economía (…)” (PCC, 2011).

El sector educativo no está exento de esta política y varios de los lineamientos establecidos hacen referencia a que se debe elevar la calidad y el rigor del proceso docente-educativo y se debe hacer un uso racional y óptimo de la fuerza de trabajo (claustro docente y trabajadores no docentes).

Con fecha 7 de agosto de 2007 se emite el Decreto-Ley No. 252:

“Sobre la continuidad y el fortalecimiento del sistema de dirección y gestión empresarial cubano”, que en su artículo 3 explicita con claridad que las organizaciones deben “evaluar permanentemente los resultados alcanzados, utilizando como métodos el diagnóstico y el autocontrol, para mejorar sistemáticamente su actuación. La evaluación de la gestión debe corresponderse con la misión asignada; (…) midiendo (…) la calidad de los servicios que prestan, o por el cumplimiento de indicadores propios que miden el desempeño de cada actividad” (Comité Ejecutivo del Consejo de Ministro, 2007).

En el Decreto-Ley No. 281/2007, el Reglamento para la implantación y consolidación del sistema de dirección y gestión empresarial estatal, alude a las principales funciones que deberán cumplir los órganos superiores de dirección, entre estas se encuentran: “aplicar el sistema de gestión de la calidad de la organización superior de dirección, certificándolo o avalándolo con las entidades autorizadas; elaborar el manual de la calidad de la organización superior de dirección” (Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, 2007).

Además, en el artículo 135 se hace referencia a que el Consejo de Dirección deberá tomar medidas para implantar y desarrollar la gestión de la calidad. Más adelante, en el artículo 244 se expresa que la responsabilidad y el compromiso con la gestión de la calidad “corresponde al director general, los dirigentes de las diferentes áreas de la empresa, de las unidades empresariales de base y a los colectivos de trabajadores para garantizar la calidad y el papel de la sociedad en la validación de las mismas” (Comité Ejecutivo del Consejo de Ministro, 2007).

Un aspecto muy significativo que se refleja en este documento normativo es que la gestión de la calidad se basa en la participación de todos los miembros de la organización, los cuales deben poseer los conocimientos necesarios acordes con la estrategia diseñada para realizar con éxito la gestión (artículo 252), y es un sistema que incluye las siguientes actividades en torno a la calidad: la política y objetivos, la planificación, el control, el aseguramiento, así como el mejoramiento (artículo 253) (Comité Ejecutivo del Consejo de Ministro, 2007).

El Ministerio de Educación Superior y la gestión de la calidad: respeto a la legalidad.
Durante la segunda década del siglo XXI las transformaciones en la Educación Superior cubana representaron un crecimiento cuantitativo (matrícula, claustros, dependencias), aunque con tendencia a la disminución a futuro. Esta situación ha impuesto retos a las universidades en el país.

Atendiendo a esta situación particular, desde el año 2010 se proyectó, por las autoridades del Ministerio de Educación, introducir un sistema de gestión, principalmente orientado a la calidad, para propiciar la certificación y acreditación de los procesos estratégicos, sustantivos y de apoyo, así como los programas de formación académica, de pregrado y postgrado; todo ello a partir del cumplimiento de las metas organizacionales establecidas en cada IES. Aquí es importante señalar que la actividad de evaluación o autoevaluación de la calidad educativa ha sido transferida a las organizaciones en la base, es decir, a las universidades y toda su comunidad universitaria, así como a todos los actores involucrados en el funcionamiento de la universidad como institución cultural de la comunidad.

Por tal razón en el año 2011, el Ministerio de Educación Superior (MES) de la República de Cuba emite un documento titulado “Bases conceptuales para el sistema de gestión de la calidad” donde se indica que la actividad de gestión universitaria que se desarrolla en todos los centros de educación superior (CES) se encuentra regulada por medio de reglamentos y otros documentos como resoluciones, decretos-leyes y leyes tanto propias como de otros organismos afines a las actividades distintivas de la educación superior, tanto en Cuba como en el ámbito internacional.

El sistema de gestión que actualmente se despliega en los CES está asentado en organizaciones funcionales, donde sus facultades, direcciones, departamentos y otras se concentran en lograr el cumplimiento de las tareas que les son asignadas. Sin embargo, en el documento referido anteriormente se reconoce que cuando las tareas se identifican por los diferentes procesos universitarios puede lograrse el establecimiento de procedimientos de trabajo repetibles sucesivamente, lo cual facilita que las interrelaciones con otros procesos de la organización funcionen adecuadamente y se obtengan los resultados planificados, así como la predicción de los resultados del desempeño al mejorarlo.

Sin embargo, es necesario resaltar la importancia y significador. que para un proceso gestión de calidad en el quehacer cotidiano de cualquier organización, tiene la implementación de una dirección participativa, un liderazgo capaz de apoyar a todas sus unidades en sus procesos de mejoramiento, transferir responsabilidades administrativas y financieras a cada departamento, facultad, dirección, sección, estableciendo una política de evaluación sistemática y continua de los objetivos de calidad, el diseño de mecanismos de rendición de cuentas, el establecimiento de alianzas estratégicas con grupos implicados en el funcionamiento de la universidad, para garantizar el cumplimiento efectivo de los planes de mejora diseñados a partir de los procesos auto-evaluativos.

Además, este liderazgo deberá tener en cuenta que la formación y actualización sistemática de los docentes es clave en el proceso de lograr la calidad. Por tanto, deberá establecer políticas de reclutamiento, selección, formación y desarrollo de docentes basadas en los resultados.

Un aspecto clave en el camino de implantación de un sistema de gestión de calidad es la observancia del principio de gestión por procesos. En este caso es importante significar que dentro de los procesos que se reconocen para los CES adscritos al MES están los siguientes: formación (pregrado y postgrado), investigación científica e innovación y extensión universitaria (vinculación social). Estos procesos son esencialmente necesarios para el logro de los objetivos y metas planteadas y el alcance del sistema de gestión que se propone comprende dichos procesos y su gestión, lo que significa planificar todas las actividades que se deben desarrollar en cada proceso, organizar, conducir y ejecutar lo planificado, controlar los resultados de los procesos, así como mejorar continuamente el desempeño de los procesos, a partir de la necesaria integración que debe existir entre ellos para evitar el actuar aislado, que aunque propicie buenos resultados, limita el funcionamiento sistémico de la institución educativa.

Los directivos, profesores y todo el personal de apoyo deben reunir los requisitos y condiciones acordes con los valores que se quieren formar en los egresados de la universidad cubana, esto hace que la gestión del recurso humano se considere un proceso integrante del sistema de gestión de calidad que se fundamenta.

De todo lo anterior se deduce que la gestión de la calidad propuesta debe ser desarrollada mediante el uso riguroso de sistemas de gestión de la calidad, que en su estructura deben integrarse por procedimientos generales y específicos e instrucciones de trabajo que permitan documentar oportunamente cada uno de los procesos de la institución.

Además, deberán ser incluidos los “registros de calidad” que propicien conocer la trazabailidad de todo el proceso de transformación de entradas en salidas con un valor agregado para todas las partes interesadas de la institución educativa.

Por otra parte se hace imprescindible hacer alusión al Sistema Universitario de Programas de Acreditación, conformado por el Sistema de Evaluación Institucional (SEA-IES); el Sistema de Evaluación y Acreditación de Maestrías (SEA-M), el Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras (SEA-CU), el Sistema de Evaluación y Acreditación de Doctorados (SEA-Dr.). Todos estos sistemas de evaluación de la calidad educativa utilizan un procedimiento conformado por varios momentos, iniciando por la autoevaluación (organizada y dirigida por los principales actores) que permite identificar las principales fortalezas y debilidades de la institución o del programa de formación específico; la ejecución de una evaluación externa (realizada por pares evaluadores seleccionados en varias universidades a partir de la bolsa de expertos conformada por la Junta de Acreditación Nacional, creada en el año 2000).

En ambos casos se culmina con un informe contentivo de los principales hallazgos detectados, a partir del cual las autoridades pertinentes deberán elaborar un plan de mejoras para minimizar o eliminar las dificultades que atentan contra la calidad del sistema, que debe marcarse por el actuar mancomunado de todos los actores en busca del aprendizaje de la organización en el camino hacia la mejora continua.

Finalmente se debe analizar la efectividad del cumplimiento de las acciones preventivas y/o correctivas previstas, como vía para dar seguimiento a este proceso en el Comité de Prevención existente en las IES cubanas.

Precisamente la revisión de la literatura internacional referente al análisis de la temática de evaluación institucional permite inferir que existen aspectos que se constituyen como invariables. Uno de los aspectos comunes es el referido a la necesidad de que exista un organismo rector del proceso de gestión y control de la calidad. En el caso de Cuba es la Junta de Acreditación Nacional, surgida en el año 2000. Otra regularidad es la referida a la ejecución de mecanismos de autoevaluación, que tiene una alta significación en la recopilación de información oportuna, objetiva, fiable, para ponerla al servicio del proceso de toma de decisiones orientadas al mejoramiento continuo del quehacer universitario.

Posteriormente deberá tener lugar un proceso de evaluación externa orientado a verificar la objetividad de los informes de autoevaluación, es decir, constatar en la práctica las debilidades y fortalezas detectadas. A partir de ello se elaborará un informe acerca de los resultados de la evaluación efectuada. En el caso cubano, este informe lo elabora la comisión designada y se envía a los respectivos Comités Técnicos Evaluadores adscritos a la Junta de Acreditación Nacional. Es importante significar que este informe no debe funcionar como algo punitivo, al contrario, deberá estar dirigido a señalar las oportunidades de mejora del objeto evaluado.

Lo anterior nos permite afirmar que estas acciones son la antesala del proceso de conformación de una cultura de calidad, lo cual constituye un reto para las instituciones de educación superior en el contexto actual. Los autores del presente artículo asumen que crear una cultura de calidad en la vida universitaria es un planteamiento que parte de entender qué es “calidad educativa”, de cuestionarnos qué institución educativa tenemos y cuál deseamos tener o construir en un corto, mediano y largo plazos. Las respuestas a estas cuestiones permitirán optimizar nuestras acciones bajo el prisma de los valores individuales, institucionales y las circunstancias del contexto.

Es decir, llevar a un plano real un sistema de gestión orientado a la calidad en el contexto cubano implica partir de ciertas premisas, tales como: la incorporación de una cultura de la calidad y su gestión en la vida universitaria (las actividades que realice cada uno de los implicados en este proceso tienen que hacerse basadas en una cultura de la calidad que tribute a los objetivos planteados), la evaluación y el mejoramiento continuos de los resultados de trabajo, el establecimiento de un sistema de trabajo en cada proceso determinado como necesario para el logro de la misión y visión organizacionales y la definición de requisitos y condiciones de los recursos humanos, así como de la aplicación consecuente de los principios de gestión de la calidad establecidos en la literatura especializada en la temática y en la práctica de las organizaciones de éxito en diversas latitudes del mundo.

Como se ha mencionado ya, es política del Ministerio de Educación Superior en Cuba garantizar el desarrollo sostenible de las IES, para lo cual se deberán implementar las siguientes acciones estratégicas: avanzar en la integración interdisciplinaria, interinstitucional y de las funciones sustantivas en las universidades, centros de investigación y en el organismo central; y de todos ellos con el entorno económico-social; garantizar la aplicación del sistema de gestión orientado a la calidad, desarrollar acciones para lograr la integración de procesos y propiciar el desarrollo sostenible de los centros de educación superior, así como realizar periódicamente la evaluación y la retroalimentación de los resultados en la implementación de la estrategia de sostenibilidad.

En correspondencia con ello, para el año 2015, el MES se propone mantener un trabajo dirigido a dar continuidad a la implementación y el cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, así como los objetivos aprobados en la Primera Conferencia Nacional del Partido. Así se mantienen entre los objetivos de trabajo y sus criterios de medida para el año 2015, los siguientes aspectos esenciales para el trabajo de la organización: los planteamientos de los estudiantes y los acuerdos del 8° Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU); los principios aprobados por el Consejo de Dirección del MES para el perfeccionamiento del sistema de gestión del proceso de formación integral de los estudiantes universitarios en el eslabón de base; las medidas para el enfrentamiento a la subversión político-ideológica del enemigo; y los conceptos clave de todo el quehacer universitario: calidad, pertinencia y eficacia con la máxima eficiencia posible, por un desarrollo sostenible.

A partir de lo anterior es evidente que en cada CES se desarrollan acciones para, de manera autóctona, gestionar la calidad de todas sus actividades y procesos. En el caso particular de la Universidad de Sancti Spiritus, desde el año 2010 esto se evidencia en su Reglamento Orgánico, donde se refleja, en la “Sección 2.2. Misión y principales funciones de los órganos colegiados y consultivos”, la presencia de una unidad denominada “Grupo de Gestión de la Calidad”, cuya misión es asesorar a la dirección de la universidad en la toma de decisiones para una mejora continua en la calidad de la educación superior mediante el desarrollo y la aplicación de un sistema interno de evaluación y acreditación de programas y áreas de la universidad.

CONCLUSIONES

En Cuba se ha establecido un marco reglamentario que responde a las condiciones y necesidades de la actualidad, considerando para ello tanto las experiencias nacionales e internacionales como las características propias de nuestro país y sus instituciones de educación superior en particular.

La base legal existente abarca todo el escenario nacional y se garantiza su permanencia actualizada el mayor tiempo posible, lo que posibilita su revisión y comprensión por directivos y trabajadores de todas las organizaciones que deseen seguir los hilos de la gestión de la calidad y, por ende, el desarrollo de una cultura de calidad.

Todas las organizaciones cubanas, donde las IES no están excluidas, tienen ante sí el reto de promover el mejoramiento continuo de sus procesos y actividades a partir del desarrollo de políticas y estrategias de evaluación de la calidad, basándose en la legalidad o base legal reglamentaria establecida.

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