El cine que iniciaba en un sótano de un café en París el 28 de diciembre de 1895 cuando los hermanos Lumière proyectaban su clásico “La llegada del tren a la estación” y provocaban la euforia colectiva que asustada salía del recinto al pensar que el tren venía literalmente sobre ellos, esa historia, ha tenido muchos momentos: el nacimiento de los géneros cinematográficos, el desarrollo de las diferentes cinematografías mundiales, estilos, formatos, y sí, foros para mostrar lo mejor de la creación fílmica de ciertos países. Dentro de este tipo de espacios se encuentran los festivales de cine.
Y para festivales, uno muy importante, el Festival de Cannes, que cada año, en Francia, muestra y, a veces, logra consagrar películas o directores que con el tiempo pasan a la historia del cine gracias a su tránsito por este foro fílmico francés.
El 20 de septiembre se conmemora un aniversario más del nacimiento “oficial” del festival cinematográfico más famoso del mundo. Fue el año posterior al fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, que este espacio dedicado al cine y propuesto por el ministro de Educación Pública y Bellas Artes de Francia, Jean Zay pretendía rivalizar con la “Motra de Venecia” e implantar un espacio de difusión cultural en tierras francesas.
Un detalle curioso de este Festival es que en 1939, en uno de sus momentos iniciales, pero antes de su realización efectiva, uno de los creadores del cine, Louis Lumière se encontraba dentro del grupo de participantes gestores de este espacio cultural.
Así que aprovechando el fin de semana y en conmemoración de un aniversario más de los eventos que han marcado la historia del cine mundial, vayamos al cine, que la cartelera ha superado las películas del verano y entre algunas películas del Tour de Cine Francés y otros estrenos adicionales, nos ofrece algo que ver.
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