Estrategias para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza aprendizaje en la Educación Superior. Año 4. Número 12

Autores: Armando M. Boullosa Torrecilla y Virginia Rosa Rivero Ramos.

RESUMEN
Este artículo versa sobre el proceso de aprendizaje en la educación superior actual que es esencial en la aplicación, en las diferentes formas de clases, de estrategias para el aprendizaje y como parte de este las de autoaprendizaje que posibiliten la formación de los egresados con las orientaciones, herramientas, técnicas y la motivación para un sistema de acciones bien organizadas, ejecutadas por el profesor y con la participación activa del estudiante para aprender a aprender.

PALABRAS CLAVE: Aprendizaje, autoaprendizaje, estrategias, acciones.

INTRODUCCIÓN
El desarrollo alcanzado por la sociedad actual exige la formación de profesionales que den respuesta adecuada a su contexto, lo cual requiere de una preparación sistemática durante el proceso de enseñanza aprendizaje en las diferentes carreras y asignaturas; para esto es necesario e imprescindible tener en cuenta que la sociedad del conocimiento reclama transformaciones en los sistemas educativos, en especial del aprendizaje para lograr sus propósitos actuales. Estos cambios están determinados por la forma de dirigir y ejecutar el proceso para la formación, especialmente desde la dinámica de las clases que se desarrollan en los centros de estudio.

El docente ejerce un papel esencial teniendo en cuenta que el estudiante necesita orientaciones, herramientas, técnicas, motivos: estar dotado de un conjunto de acciones bien gestionadas, de forma tal que permitan aprender a aprender.

Para ello se requiere saber qué es el aprendizaje, sus fundamentos y la forma de ejecutarlos, aunque existen diferentes conceptos: “un proceso dialéctico en el que, como resultado de la práctica, se producen cambios relativamente duraderos y generalizables, y a través del cual el individuo se apropia de los contenidos y las formas de pensar, sentir y actuar construidas en la experiencia socio-histórica con el fin de adaptarse a la realidad  y transformarla” (Castellanos Simons, 2002). Entonces en el proceso de aprendizaje es imprescindible que se ejecute y se tenga en cuenta lo cognitivo, así como lo afectivo- volitivo, propio y esencial para él.

Por la importancia y trascendencia en la formación integral de los profesionales también se requiere atender el autoaprendizaje y sus estrategias. En la ejecución de las distintas formas de docencia de la educación superior se han podido constatar algunas insuficiencias que afectan los resultados, entre ellas:

-El estudiante no ocupa, en todos los casos, el rol esencial en función de lo que deberá lograr y hará por sus propios medios.
-No siempre se consigue su participación activa, reflexiva y consciente para aprender a aprender, de forma independiente.
-La orientación y motivación requerida en estos tipos de actividades no es sistemática, no se estimula la reflexión y concienciación de lo que se quiere.
-En las clases y otras actividades docentes, con frecuencia, el estudiante no siempre puede orientarse, ejecutar de forma consciente y controlar los resultados de su actividad; tampoco el autoaprendizaje se tiene en cuenta en la mayoría de los casos.

Por estas razones se establece como objetivo de este artículo argumentar los fundamentos necesarios para la ejecución de las estrategias de aprendizaje en función del perfeccionamiento del proceso de enseñanza aprendizaje de la educación superior para  la formación integral del profesional. Para el logro de este fin, resulta básico que se apliquen, en las diferentes formas de clases en la educación superior, los fundamentos necesarios para el aprendizaje.

DESARROLLO
El desarrollo de la didáctica actual evidencia la necesidad de aplicar estrategias de enseñanza y aprendizaje las cuales estén relacionadas y se trabajen generalmente de forma sistemática en las aulas, en este caso se aborda y argumenta sobre las estrategias de aprendizaje con sus fundamentos e importancia.

Los profesores y personal docente tienen como propósito enseñar a aprender todo lo cual no significa que estrategias de enseñanza y de aprendizaje sean similares, pero si constituyen, en ambos casos, sistemas de acciones y actividades, que como parte del proceso generalmente ocurren de forma compartida en interacciones, aunque no siempre que se enseña a los estudiantes se logra la apropiación de los conocimientos y habilidades con las acciones correspondientes, sino que esto es posible acorde a las particularidades individuales. Proceso que se hace más cierto en la medida que avanza el nivel de enseñanza.

Es por todo lo anterior que los profesionales en formación expresan sus reflexiones sustentadas en sus experiencias o las obtenidas por otras vías, lo que generalmente se expresa mediante diferentes formas acorde a sus características.

Resulta importante considerar además que los avances de la ciencia y la tecnología inciden en todos estos procesos y prioritariamente en el aprendizaje, el aprender a aprender y la auto instrucción o autoaprendizaje por lo que es fundamental tenerlos en cuenta en el proceso.

Para el caso específico del proceso de autoaprendizaje, relacionado con la auto instrucción, es el proceso en el que se involucran las personas para apropiarse de los conocimientos teóricos, técnicos y prácticos logrando sus propósitos con medios propios, particularmente de los profesionales en formación.

Ligado a los procesos de aprendizaje está el autoaprendizaje con las estrategias correspondientes, necesarias en las diferentes formas de clases y que Monereo Font (2000) define como: “Una estrategia de autoprendizaje es un proceso de toma de decisiones, consciente e intencional, que consiste en seleccionar los conocimientos necesarios y las habilidades personales para cumplimentar determinado objetivo, siempre en función de la situación educativa en que se produce el sistema de acciones o la acción”.

Existen varias estrategias tanto para el aprendizaje como para el autoaprendizaje. En las propias del autoaprendizaje las más comunes son: las metacognitivas, cognitivas y de apoyo, las cuales contemplan y tienen en cuenta los aspectos motivacionales; por la importancia que reviste lo afectivo en los educandos, lo cual constituye un elemento a tener en cuenta en las clases.

En las estrategias metacognitivas por su rol regulador en la cognición desempeñan un rol importante en el proceso de apropiación del conocimiento y garantizan la capacidad de autorregular la actividad, generar nueva, transformarla o mantenerla, de ser preciso. Es por ello que el aprendizaje requiere un proceso de control y seguimiento personal con procederes y estrategias imprescindibles, precisas, con seguimiento personal comparativo, adecuando conocimientos y tomando decisiones para el logro de los resultados. Posteriormente es precisa la evaluación de lo efectuado así como la precisión de las deficiencias y las formas de impedirlas. A partir de estos fundamentos se deduce que una persona que aprende debe atender sus aspiraciones mediante la reflexión durante todo el proceso. Por todo ello es que según Brown las estrategias metacognitivas que se destacan generalmente son: la planificación, la regulación y la evaluación (Brown, 1987).

Por su parte, las estrategias cognitivas se vinculan directamente con los procesos propios y esenciales de la cognición, que son: el pensamiento, la memoria y la imaginación; procesos abarcadores de recirculación de la información, elaboración y organización de recursos (Pozo y Postigo, 1993). En este proceso se agrupan las estrategias y métodos necesarios que permiten estimular el pensamiento creador, y como parte de él: las preguntas, el subrayado, las metáforas, la nemotecnia, las transferencias, las analogías, los apuntes, los mapas conceptuales, las clasificaciones, las pistas a seguir y la búsqueda directa.

En el caso de las estrategias de apoyo (motivacionales), están conformadas por las acciones y recursos que desarrolla la persona en el aprendizaje con el propósito de autoestimularse y autodominar su conducta para cumplir sus aspiraciones con buenos resultados. Estas estrategias propician la orientación, el sentimiento al estudiar, sus posibilidades para discutir el estado de ánimo, sus necesidades, emociones, correcciones y cooperación; en todos los casos estos procesos propician las interacciones con los demás participantes en el proceso.

La dinámica de estos procesos, con las estrategias de aprendizaje y autoaprendizaje, en clase, es indispensable la apropiación activa y creadora de la cultura en función del logro de la autonomía y la autodeterminación en relación directa con los procesos de socialización, motivación, compromiso, responsabilidad, el logro de juicios y la actuación independiente para realizar el aprendizaje a lo largo de la vida (Ginoris Quesada, 2001). También se requiere atener los siguientes aspectos:

−    La independencia de los procesos psíquicos presentes en el aprendizaje (organizando y regulando actividades) que se deben desarrollar con los problemas y tareas a ejecutar para el logro de la independencia y protagonismo de los participantes (Castellanos Simons y Castellanos Simons, 2011).
−    El tratamiento de los contenidos para no propiciar saltos inadecuados y la pérdida de la racionalidad en actividades, acciones, tareas, la exposición, la resolución de problemas, los ejercicios y otras actividades docentes.
−    Estimular en los implicados la creación de ideas y resultados para su aplicación y uso, todo lo cual propicia la fluidez en el aprendizaje (Fariñas León, 2005).
−    Beneficiar y estimular la economía de los recursos necesarios e imprescindibles al enfrentar la solución de los problemas y tareas científico-técnicas que se presentan con el análisis de las diferentes alternativas posibles.
−    Gestionar en las diferentes actividades la atención adecuada de todos los estudiantes para el logro de las acciones del proceso de aprendizaje desarrollador (Addine Fernández et al., 2012) proponiéndoles tareas adecuadas para ello y sin caer en repeticiones innecesarias y conductistas.
−    Resulta importante, además, tratar de que los participantes no sólo aprendan a desplegar y ejecutar las acciones necesarias, sino que se tome conciencia y fundamente su realización así como su importancia social y personal.

En este proceso para el componente metacognitivo, se deberá:
−    Desarrollar la capacidad de los estudiantes de ser objeto de análisis y tomar conciencia de los propios procesos de aprendizaje, acerca de ellos mismos: favorecer la reflexión metacognitiva.
−    Desarrollar debidamente las habilidades y las estrategias para sistematizar el proceso de aprendizaje en la solución de problemas y tareas al dominar: lo que se desea obtener, cómo se obtiene, cuándo y en qué condiciones se deben aplicar con los recursos disponibles.

Con relación a la significatividad, es ineludible que:
−    Todo tipo de aprendizaje involucra la apropiación de los conocimientos atendiendo a las características personales de los implicados en el proceso, lo cual exige el tratamiento y atención adecuados de relaciones significativas entre los nuevos contenidos y los disponibles, las particularidades afectivas motivacionales de los implicados (en la educación superior los conocimientos deben relacionarse con la profesión objeto de estudio, siempre que sea posible).
−    El aprendizaje tiene que ayudar a la apropiación de sentimientos, actitudes y valores en los estudiantes para que sea efectivo.

Durante la clase, dada la motivación por aprender, el trabajo debe concentrarse en:
−    Favorecer durante todo el proceso en los estudiantes la necesidad por lo que se aprende, estimular la complacencia, las emociones, el bienestar y los sentimientos por la ejecución particular en el proceso profesional correspondiente.
−    Beneficiar durante todo el proceso el interés con expectativas positivas y la autoevaluación sistemática para el logro del aprendizaje (Labarrere Sardui, 1996).

Además, en el proceso del aprendizaje, hay que:

1) Lograr la participación activa de los estudiantes y propiciar espacios de discusión y debate. Aquí es determinante atender la forma de proceder de los participantes al efectuar los análisis con las comparaciones en las soluciones a las situaciones o problemas que se trabajan; a las soluciones y sus originalidades, sustentado todo en la reflexión y ordenación metacognitiva propia del proceso de aprendizaje.

2) Propiciar espacios de discusión o debate dando las indicaciones correspondientes en función del objetivo y contenido.

3) Potenciar la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación de forma sistemática en todos los procesos, ya que posibilita la estimulación de la evaluación, lo cual generalmente se ha tratado como una tarea propia del docente.

Y para la dinámica y la concreción de las estrategias de aprendizaje de debe:

4) Sistematizar la problematización durante el proceso de aprendizaje con prioridad en determinada profesión, pero también en cualquier práctica necesaria en la vida.

5) Potenciar la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación.

La concepción dada para el proceso de aprendizaje, donde el estudiante tiene un rol fundamental en su atención, con métodos que estimulan su participación activa, con autorregulación y de forma consciente; es imprescindible la realización de cambios en las formas de controlar y evaluar este importante proceso. Para estos fines es útil el proceder metodológico de Rico e Hidalgo (1992) para las acciones de control y valoración en los alumnos, donde los pasos son: orientación, control y valoración (actividades, tareas y trabajos), donde deben predominar las discusiones y análisis colectivos con autocontrol y autovaloración de los participantes.

En todas las formas de clase se deben proyectar y dinamizar espacios que generen autoevaluación y coevaluación, ante problemas y situaciones que se les presenten a los estudiantes para garantizar los fundamentos abordados anteriormente.

El principal instrumento del docente para orientar el esfuerzo cognitivo y las estrategias de aprendizaje de los alumnos es el tipo de demanda hecha en clase. Entre los factores que más influyen en el tipo de demanda están: los objetivos, el nivel de exigencia de la tarea o actividad propuesta, el tiempo disponible, los materiales y recursos a utilizar, el tipo de argumentación (individual, en pareja o grupo) y la evaluación.

También son esenciales las condiciones reales: atmósfera o clima de la clase: tolerancia, crispación, cooperación, rivalidad, comodidad, entre otros fundamentos (condiciones o relaciones interpersonales).

Resulta determinante para el proceso de aprendizaje que el docente establezca tareas y estrategias que incentiven y fomenten respuestas a las exigencias propuestas para formar integralmente la personalidad como: la capacidad para la autorregulación de la conducta, el autoconocimiento, la percepción de las reacciones de los otros participantes y el pensamiento reflexivo, entre las más significativas.

Los argumentos dados antes proponen que las estrategias a implementar en las clases propicien que los alumnos relacionen los nuevos conocimientos y habilidades con los ya tratados precedentemente para conseguir que el aprendizaje tenga un sentido personal para ellos.

La práctica profesional de los autores ha permitido verificar que para un adecuado y exitoso proceso de aprendizaje, desde las diferentes formas de clases en la educación superior, el profesor tiene que estimular a los implicados con estrategias de aprendizaje adecuadas y efectivas lo cual exige para el docente una supervisión y orientación sistemática de forma que los estudiantes adquieran los conocimientos, ejecutando la práctica de situaciones y ejercicios sistemáticos.

Atendiendo lo anterior se está en condiciones de lograr que los estudiantes aprendan acertadamente y con ello se contribuye a la formación integrar del estudiante al atender la importancia personal y social del contenido y las estrategias de aprendizaje en uso.

En dependencia del contenido, la preparación y todo lo argumentado, en las clases es imprescindible aplicar los fundamentos y argumentos que exige la estrategia propuesta. Y tener en cuenta, al plantear las tareas, el orden de las preguntas para discutir valorar los fundamentos estudiados presentes en la propuesta.

En todo este proceso es esencial y muy importante la combinación de los métodos, técnicas y componentes de la didáctica. Sustentos que en la experiencia práctica de los autores ha sido fructificada.

CONCLUSIONES
Los fundamentos y argumentos abordados son esenciales e imperiosos para el logro de la adecuada formación de los profesionales de la educación superior actual, pues así se estimulan diferentes estrategias en el proceso de aprendizaje y su perfeccionamiento.

Resulta esencial en la concreción práctica de las estrategias de aprendizaje y las de autoaprendizaje, que el docente haga una buena planificación y tenga en cuenta los fundamentos teóricos así como los elementos esenciales abordados. La educación de un profesional protagonista de su formación y gestor de sus conocimientos requiere de recursos didácticos con fundamentos que favorezcan el aprendizaje.

Se debe tener en cuenta que el proceso de aprendizaje es complejo por lo que el docente tiene que tener en cuenta el rol principal del estudiante y el suyo como director del primero al definir objetivos, crear un clima favorable, recompensar al estudiante por sus avances, tener un diagnóstico personalizado y grupal pero también utilizar la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevalucaión entre otros factores imprescindibles: aspectos que garantizan el éxito del proceso de aprendizaje con calidad y por tanto de la educación integral del estudiante en el nivel superior actual.

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Estrategias para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza aprendizaje en la Educación Superior. Año 4. Número 12