Tenemos la idea de a qué nos queremos dedicar, pero no estamos seguros, nos da miedo cambiar de opinión a la mitad del camino o de la carrera, pero debemos tomar esa decisión, saber qué queremos ser y qué nos distinguirá de los demás. Yo me decidí por estudiar la Licenciatura en Administración de Empresas (LAE).
Para empezar, me imagino que han escuchado muchas veces por ahí que la carrera de Administración de Empresas está muy saturada, que ya no está de moda, que ya no es como antes. Y si tomas clases sabatinas escucharás que “te dan una embarrada nada más”, que no sirve, que ya no es una carrera con mucha demanda y demás. Pero la realidad es que todo depende de uno.
Administración viene del latín: “ad” significa “hacia o “dirección” y “minister” significa “al servicio”. Juntos implica la prestación de un servicio a otro particular, persona, empresa o a nosotros mismos. La administración es útil para lograr objetivos y metas, para poder hacer algo pequeño más grande, para generar empleos.
Ahora bien, cuando creces y te das cuenta de que no sabes a qué te dedicarás se genera confusión y angustia. Puedes optar por un tiempo sabático durante el que seguramente te encontrarás a todo mundo, amigos de la prepa que están estudiando, a los que ya trabajan y les va más o menos bien, pero que les gustará el dinero y quién sabe si vuelvan a la escuela. Verás a tu familia y todos te preguntarán si ya entraste a la Universidad y tú con cara de no saber qué responder. Parece que has seleccionado Administración de Empresas pero tu familia te dice que es una carrera muy saturada y que no hay futuro.
Nuestras familias nos enseñan valores, nos guían, nos aconsejan, nos protegen y nos dan todo lo que pueden, de hecho, todo lo que somos es reflejo de lo que es nuestra familia y de eso habla la materia de “Formación Humana y Ciudadana”, cuando tenemos fuertes bases, cimientos resistentes, podemos con todo lo que se nos presente, aunque en cierto momento sentimos que nos destruimos, como cuando no sabes qué estudiar y sientes que no eres bueno para nada, que no tienes talentos, que nada te sale bien, pero recordemos que todo lo que cuesta trabajo vale la pena, todo lo difícil dura más tiempo y se valora más.
Cuando nos gusta que la gente nos siga, cuando damos los consejos que nos da la familia, cuando tenemos un carácter fuerte, cuando compartimos todo lo que hemos aprendido, podeos tener “Liderazgo”, y si nos gusta ser emprendedores se le llama “Liderazgo Empresarial”. Esto también forma parte del currículum de LAE.
LAE es una carrera muy abierta, puede ofrecer mucho más que crear una empresa o servicio, implica generar empleos (si quisiéramos poner una empresa), implica mostrar que podemos hacer crecer nuestro mercado, nuestra forma de trabajo, mostrar que somos personas que podemos mover al mundo y nos sólo administrar. Un buen administrador debe de saber de Mercadotecnia, Contabilidad, Economía, Finanzas, Derecho, Negocios, Imagen Corporativa y personal, entre otros conocimientos.
La LAE requiere personas apasionadas, que se entreguen por completo y apliquen sus conocimientos en su vida diaria. La carrera, las materias y la experiencia dependen de nosotros, dependen de las ganas y la pasión que tengamos para aprender. La Administración es parte de todo, mientras la estudias y aprendes de las materias notas qué quieres hacer, a qué quieres dedicarte, lo has decidido ya.
En conclusión, la Administración de Empresas es una carrera con muchas posibilidades, te muestra un panorama amplio de la vida laboral, te da opciones para que puedas escoger lo que de verdad te gusta dentro de la misma carrera. Ahora es sólo cuestión de probar.
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Por Eva Roxana Carrasco Morán.
Estudiante de Licenciatura en Administración de empresas, Universidad ETAC, Campus Coacalco.
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