Actualmente en México los cambios provenientes del Estado mexicano son el signo característico de la época. Éstos se desprenden de reformas políticas y sociales que repercuten en los círculos sociales más vulnerables: reforma energética, político-electoral, de comunicación y hacendaria, por mencionar algunas.
A partir del verdadero estado democrático en el año 2000, con la llegada de Vicente Fox Quesada a la presidencia por el Partido Acción Nacional, las políticas sociales cambiaron. Esta evolución continuó con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, otro presidente panista. Aunque éste último permitió que el estado mexicano fuera tomado por la delincuencia organizada, lo que afectó la economía del país.
Desarrollo
Actualmente, con Enrique Peña Nieto, se percibe una República Mexicana sin rumbo. Donde se aplican las “maravillosas” reformas, prometidas como benéficas, pero no efectivas.
Contrario a la mejora en la adquisición de productos de la canasta básica, de salud y esparcimiento, el gobierno federal anuncia que existen 53.3 millones de mexicanos en pobreza extrema, lo que genera el cuestionamiento: ¿en qué se están invirtiendo los recursos monetarios captados por el Sistema de Administración Tributaria?
Es de mencionarse que derivado de las reformas hacendarias, el propio gobierno de la República anunció que obtiene mayor captación de impuestos con la entrada de un régimen más agresivo, ocasionando cierres de pequeños negocios o más informalidad, con mayor carga a los contribuyentes cautivos.
De esta forma, en consecuencia lógica, al no tener recursos económicos la población y ante la imperante necesidad de cubrir las necesidades mínimas vitales (alimento, casa, vestimenta), se desespera y comete ilícitos, desde los que atentan a los derechos de autor (piratería), a la salud (venta de narcóticos), al patrimonio (robo, fraude, abuso de confianza), que en ocasiones va de la manos con los antisociales contra la integridad de las personas (lesiones, homicidios), lo que pudiera conllevar a la delincuencia organizada.
Ahora, en retrospectiva, anterior a la reforma político-electoral, los partidos políticos eran los únicos que podían proponer a un candidato para un puesto de elección popular, y derivado de dicha reforma aparecen los candidatos independientes; por lo que, al ser los partidos políticos los únicos que podían proponer a sus candidatos, en competencia con el partido contrario, realizaban campañas de desprestigio (dicha constante sigue vigente), en lugar de hacer notar las virtudes que cada ente político tiene, por lo que los medios de comunicación y las redes sociales, en temporada electoral, son un campo de batalla para “sacar la ropa sucia” de los demás partidos y con ello atiborrar los medios y crear hartazgo social.
Por su parte, los candidatos independientes aparecen como un nuevo ente político, con la opción de “competir” contra los partidos políticos; sin embargo, esto sucederá en función del comportamiento de los individuos que se postulen a un cargo público por dicho medio, empero, ya surgen desaciertos y exhibicionismo, verbigracia el entonces candidato independiente y ahora Presidente Municipal de San Blas, Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva, quien dio un espectáculo nada agradable al levantarle la falda en un baile público a la joven con la que bailaba. Anteriormente, en tiempo electoral comentó: “Me han criticado mucho que a mí me gusta mucho el dinero, ¿a quién no le gusta? ¿Qué le robé a la presidencia? Sí le robé poquito, nomás una rasuradita, porque está bien pobre, pero lo que con esta mano me robaba, con ésta se lo daba dinero a los pobres, compañeros”. Aunado a lo anterior, y por si fuera poco a tanta polémica, fue premiado como el “Alcalde del año 2014″, galardón que entrega la Global Quality Foundation (http://gqfweb.org.mx/, 2012).
Entonces, ante los aciertos como servidor público pero errores como ciudadano, encontramos confusión y sólo se puede mencionar que el respeto y credibilidad en los candidatos independientes los forjarán sus acciones.
Otro ejemplo que tenemos de las deficiencias del servidor público en la capital del estado potosino, la ex Presidenta Municipal Victoria Labastida Ochoa, quien a decir del actual Presidente Municipal, Mario García Valdez, el Ayuntamiento “se encuentra literalmente en quiebra” por culpa del primero de los nombrados, lo cual es el colmo que si García Valdez refiere que se encuentra en quiebra, es porque tiene los elementos probatorios para corroborar su dicho, entonces, por qué no hacer algo al respecto, tomar las medidas legales pertinentes, ya que de otra manera es cómplice o encubre estas actividades ilícitas.
Así tenemos que, el gran reto del titular del gobierno federal es rescatar la credibilidad en la población respecto de las instituciones gubernamentales, en todos sus ámbitos: federal, estatal y municipal, a la cual se deben, y para poder efectuar lo anterior, es indispensable cambiar estructuralmente su actuar. ¿Cómo?, cortando de tajo la corrupción y el camino corto que toman los servidores públicos para enriquecerse con el erario (deuda pública), que este recurso llegue a las manos del pueblo y el último pueda tener una vida digna y decorosa.
CONCLUSIÓN
Entonces, si el titular del gobierno federal decidió de nueva cuenta centralizar todos y cada uno de los aspectos nacionales, como se realizaba con las administraciones priístas y se escindió con las panistas, es de concluir que el mismo gobierno desea retomar el control de las entidades federativas y con ello que el poder no encuentre fugas con los disidentes, así, de nueva cuenta, no existirá la democracia en nuestro país.
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Por José Fernando Moctezuma Contreras.
Estudiante de UTAN, Tequis.
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