Desafortunadamente un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE ha confirmado que los niños mexicanos mantienen altos índices de reprobación en matemáticas y comprensión lectora. Estas cifras no cambian e incluso han empeorado con el paso de los años. Así que no es en México, ¿dónde están los niños más inteligentes del mundo?
De acuerdo con las declaraciones de Marc Tucker, Presidente del National Center on Education and the Economy, “Singapur es un caso fascinante”, ya que después del deterioro de la nación por la retirada de Gran Bretaña y el cierre de su base naval, Singapur se convirtió en una de las mayores economías del mundo entero (incluida la educación).
Singapur, actualmente es el país con los niños de secundaria más inteligentes del mundo. Está a la cabeza del ranking mundial de desempeño académico. Gracias a este éxito académico, la nación tiene una próspera economía. Esta es una gran lección de Singapur para el mundo.
Singapur pasó de la pobreza a la opulencia gracias a la educación, con un sistema donde la clave está en la calidad de los maestros. “Ellos seleccionan sus maestros entre los alumnos más destacados que se van graduando de sus colegios”, indicó Tucker.
Después de los años setenta el objetivo en Singapur fue que su educación se convirtiera en una de clase mundial para cada niño, el resultado fue el paso de aprender de memoria a estimular la creatividad.
El director de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, afirma que “Una cosa ha quedado muy clara para ellos: La economía mundial ya no recompensa a gente sólo por lo que saben. (Google lo sabe todo). La economía mundial recompensa a la gente por lo que puede hacer, con lo que sabe”. “Pero al lograr esto, fueron los primeros en pensar, ¿qué es lo que nuestros hijos necesitan para tener éxito en la economía del mañana?” “El énfasis en la aplicación, en el uso creativo del conocimiento es muy, muy fuerte en Singapur y otros países asiáticos”. Y el resultado fue asombroso sin olvidar otro factor.
En Asia los padres dan prioridad a la educación que reciben sus hijos, invierten en ella y el resultado es el planteado en esta nota. “Se trata de una cuestión de prioridades. Y se puede ver en todos los niveles de las políticas públicas, la educación es lo primero. Es el futuro”.
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