Terapia Gestalt. Primera parte. Año 1. Número 1

RESUMEN

Autor: Germán Seelbach González

El artículo está dividido en dos partes debido a la complejidad de la temática abordada, así como a la intención del autor por mostrar de manera clara y precisa qué es la Terapia Gestalt (TG), además de responder a esta interrogante, se abordan las corrientes de pensamiento que la componen, los desarrollos teóricos que la conforman, así como su fundación.

En la primera parte del texto se plantean dos de los tres desarrollos teóricos que dieron origen a la temática central, la teoría de campo de la TG y la teoría del self, asimismo se describen conceptos fundamentales como la frontera/contacto, figura/fondo y el campo organismo/entorno.

PALABRAS CLAVE: Terapia Gestalt (TG), teoría de campo, frontera/contacto, campo organismo/entorno, figura/fondo, teoría del self.

INTRODUCCIÓN

La Terapia Gestalt (TG), fundada por Fritz Perls, tiene su origen en cuatro corrientes de pensamiento: la teoría psicológica de la Gestalt, el psicoanálisis, la fenomenología y el existencialismo (Robine, 1998). En 1951 se publica Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana de Perls, Hefferline y Goodman, conocidos como PHG, quienes fundan el enfoque gestáltico (Yontef, 2009).

La TG se focaliza en el proceso de la toma de consciencia de la experiencia presente, conocido como el aquí y ahora de la situación, poniendo énfasis en la manera en que se configura la experiencia (Robine, 2002). Tiene tres desarrollos teóricos que son: la teoría de campo, la teoría del self y la teoría del ajuste creativo, además de una metodología contextual, todo esto se abordará en posteriores apartados.

DESARROLLO
Teoría de campo de la TG

La teoría de campo es un enfoque científico que considera múltiples aspectos (sociales, físicos, culturales, políticos, psicológicos, entre otros) que interactúan entre sí; la teoría de campo de la TG se fundamenta en este tipo de pensamiento científico siendo el que mejor se ajusta a su sistema teórico. De acuerdo con Robine (2006), el campo es la interacción entre el individuo y el entorno, es “el espacio vivido de percepciones y acciones, de sentimientos y de significados de un individuo”.

Para la TG, el campo funciona de acuerdo con cinco principios (Yontef, 2009):

• Principio de organización: sostiene que el significado de un hecho depende la posición que se tenga en el campo.

• Principio de contemporaneidad: indica que la realidad de los acontecimientos ocurre en el presente.

• Principio de singularidad: postula que cada situación manifiesta en el campo es única, por tanto, los significados son únicos y particulares.

• Principio de proceso cambiante: señala que nada de lo que ocurre en el campo  es estático, ni fijo y que toda experiencia es provisional.

• Principio de posible relación pertinente: se refiere a que todas las partes del  campo son importantes para su organización, por lo tanto, ningún elemento puede ser excluido.

El campo es una totalidad que tiende a completarse a sí misma y buscar el equilibrio más simple por medio de ajustes, sin embargo, debido a que las condiciones cambian de manera constante, este equilibrio es parcial por lo que en cada momento se busca un nuevo ajuste (Perls, Hefferline y Goodman, 1951).

La perspectiva de la teoría de campo de la TG proporciona un andamiaje en la comprensión de la constelación de los aspectos conductuales, emocionales, cognitivos y sociales que se articulan, atendiendo a la complejidad de interacciones que se manifiestan en alguna situación, lo que le permite tener un enfoque unitario (Robine, 2006; Perls et al., 1951).

El campo organismo/entorno

El concepto de campo organismo/entorno es el principio que articula a la TG desde la teoría de campo. Implica al organismo y su entorno como dos entidades que forman una (Yontef, 2009; Robine, 2006; Perls et al., 1951).

Los elementos del campo organismo/entorno no son separables debido a que ningún organismo puede definirse si no es en relación con su entorno, esto significa que no es posible tener elementos o situaciones aisladas porque las implicaciones que tiene el organismo existen en relación con su entorno y viceversa (Robine, 1998; Perls et al., 1951).

El organismo

Un organismo corresponde a una abstracción del campo, es un elemento de un campo indivisible, el campo organismo/entorno. Esta abstracción es necesaria para poder comprender cómo el organismo interactúa con el entorno funcionando como el principio organizador del campo (Perls et al., 1951; Robine, 1998).

El entorno

Perls, Hefferline y Goodman (1951) mencionan que “no tiene caso hablar (…) de un animal que respira sin tener en cuenta el aire y el oxígeno como parte de su definición”, esto significa que el entorno se mantiene unido al organismo y, por lo tanto, el organismo se define por la interacción que tiene con el entorno para satisfacer sus necesidades.

Robine (2002) plantea que “el entorno en cuestión no es un mundo con contornos indefinidos: no es EL mundo, sino MI mundo”. El entorno no es todo aquello que nos rodea, es el espacio específico del individuo que lo percibe como suyo. Este entorno es definido como un mundo propio o subjetivo, al cual se le adjudica el término econicho, según Goodman.

Frontera/contacto

La experiencia para Perls et al. (1951) “se da en la frontera entre el organismo y su entorno”, cuya función es integrar, separar, delimitar, contener, vincular e intercambiar al organismo con su contexto; la experiencia se manifiesta en la frontera/contacto del campo organismo/entorno dando lugar al contacto.

Se debe entender el concepto de frontera/contacto, no como aquello que limita, divide o separa una cosa de otra sino como un vínculo; esto es importante porque al no poseer elementos lingüísticos apropiados, el significado de la palabra frontera se aleja del concepto que la TG propone (Perls et al., 1951).

Es en la frontera/contacto donde ocurre la experiencia, es el lugar y el tiempo que pertenecen el campo constituido por el organismo y el entorno, donde ocurre el contacto (Robine, 2002).

La función primordial de la frontera/contacto es el contacto, este último, entendido como la consciencia inmediata y el comportamiento motor hacia la novedad asimilable y la novedad no asimilable que se presenta en el campo organismo/entorno (Perls et al., 1951; Robine, 2002).

El contacto

El contacto es el fenómeno de la frontera/contacto y este último es parte del campo organismo/entorno, es consciencia inmediata y comportamiento motor hacia la novedad asimilable y también el rechazo de la novedad no asimilable; por eso la TG asume que todo contacto es novedad y toda novedad debe ser asimilada a través del ajuste creativo del organismo y el entorno (Perls et al., 1951).

De acuerdo con Perls et al. (1951), el contacto en tanto ajuste creativo, es un proceso dinámico alejado de lo rutinario y conservador, si la TG asume que todo contacto es novedad asimilable, solamente esta última es constructiva; todo contacto es entonces, ajuste creativo entre el organismo y el entorno.

Los mismos autores proponen que la teoría de la TG identifica dos tipos de ajustes, el ajuste creativo, el cual tiene la finalidad de regular al organismo a través del contacto, siendo este ajuste de naturaleza psicológico debido a que es una respuesta consciente en el campo y el ajuste conservador que pretende preservar al organismo es de carácter fisiológico.

Por otro lado, para Robine, el contacto es el objeto de estudio de la Psicología, definiéndola como el estudio del conjunto de fenómenos en la frontera/contacto o cómo los ajustes fisiológicos operan en relación con lo que no es fisiológico (Robine, 1998).

En este sentido, el crecimiento es la función de la frontera/contacto en el campo organismo/entorno. Cuando Robine menciona los ajustes fisiológicos en relación con los no fisiológicos, se refiere al ajuste creativo como respuesta consciente (Perls et al., 1951). Para que se produzca este paso de lo fisiológico a lo psicológico, el organismo tiene que ir al entorno por medio del contacto y tomar la novedad que puede asimilar.

El contacto como ajuste creativo es la función que permite al organismo regularse a través de la asimilación de la novedad en el campo, además, por medio del contacto el organismo mantiene su diferencia del entorno entre lo que es él y lo que no es (Robine, 2002).

Es preciso decir que el contacto no acontece de manera pasiva porque entre las propiedades del campo organismo/entorno está considerar su emergencia como un proceso provisional y no fijo, por lo tanto, entender el concepto de contacto, supone hacerlo desde una mirada en movimiento a través del tiempo, es decir, hablamos de un estar contactando (Robine, 2002; Yontef, 2009).

La figura

La figura en tanto contacto, es aquello que el organismo percibe como una necesidad que surge del mismo y busca ser satisfecha en el entorno, la necesidad del campo organismo/entorno se satisface en el campo organismo/entorno. Y cuando esta necesidad ha sido satisfecha deja de ser una figura y se convierte en fondo, debido a que no existe una figura sin un fondo y viceversa, del fondo tiene que surgir de manera inevitable una nueva necesidad (Perls et al., 1951).

La figura destaca del fondo, tiene propiedades psicológicas específicas observables, de intensidad, así como fuerza, por lo tanto, ir hacia y tomar la figura es contactar (Robine, 2002). Perls et al. (1951) mencionan que “al mismo tiempo, la figura es específicamente psicológica: tiene propiedades específicas observables de intensidad, claridad, unidad, fascinación, gracia, vigor y flexibilidad”.

El fondo

Al contraste con la figura se le conoce como fondo, proporciona el soporte y los recursos necesarios para que la figura emerja; fondo/figura es un concepto inseparable donde ambos son opuestos pero complementarios, se integran y se configuran en una experiencia única para el individuo (Perls et al., 1951).

El fondo tiene la misma importancia que la figura, porque proporciona los recursos con los cuales se alimentará esta última para emerger con intensidad. Es posible considerar que la relación figura/fondo es directamente proporcional, es decir, que los recursos y el tiempo proporcionados por el fondo, influyen en la intensidad y fuerza de la figura para emerger (Perls et al., 1951).

Teoría del self en TG

Para Spagnuolo (2002), la teoría del self en TG “se encuentra fundada, sobre la paradoja de teorizar lo inteorizable, de aprehender la experiencia justo en su fugacidad”, esto significa que debido a la incapacidad de explicar y teorizar el self en el momento del contacto, la única forma de entenderse se realiza mediante la experiencia (Perls et al., 1951).

Para Perls et al. (1951), el self se define como “el sistema de contactos presentes y el agente del crecimiento”, el crecimiento entendido desde la TG como la función de la frontera/contacto donde el organismo asimila o no la novedad a través del contacto.

Este mismo concepto de self es planteado por Spagnuolo (2002) como “una función del campo organismo/entorno, es la experiencia del campo organismo/entorno”, experiencia que se entiende como un self procesual, es decir no como una entidad sino como una secuencia de hechos, así como un self temporal del campo.

Robine (2004) menciona que en una perspectiva moderna donde la concepción del self es más como una entidad fija y centrada en el individuo; Perls et al. (1951) proponen desplazarlo, “lo deslocalizan, lo descentralizan y lo temporalizan”, estos adjetivos ocurren cuando el self no es visto de manera cosificada sino como un proceso que consiste en dar forma a la experiencia.

Asimismo, el self transita de manera parcial, en la frontera/contacto del organismo/entorno, perteneciendo por momentos al organismo y en otros momentos al entorno sin que sea particular de alguno de los dos (Perls et al., 1951).

Funciones del self

Las funciones del self se denominan Ello, Yo y Personalidad, estas actúan ante propósitos concretos, además, Perls et al. (1951) mencionan que “representan las etapas principales del ajuste creativo”.

Para Spagnuolo (2002) estas tres funciones son capacidades que actúan de manera integrada en el contexto de la experiencia que constituye al self, son estructuras entendidas “como sistemas de orden o principios organizadores por medio de los cuales las experiencias de un organismo asumen sus formas y sus significados característicos”, estas funciones permiten la comprensión de la experiencia humana.

Función Ello

La función Ello es la capacidad que tiene el organismo de entrar en contacto con el entorno; Spagnuolo (2002) lo describe como el “fondo de la experiencia”, incluye las necesidades fisiológicas y la vivencia corporal de las sensaciones generadas por el entorno.

Por su parte, Perls et al. (1951) lo consideran como “la parte energética, importante del aparato mental, (…) es principalmente inconsciente” esto último significa que la función Ello no corresponde a la razón sino a la vivencia fisiológica.

Para Robine (1998) en cambio, es la “función que concierne a la emergencia de la necesidad más próxima: necesidades, deseos, pulsiones, apetitos”, es la función que se despliega en lo fisiológico a través de las sensaciones.

Función Personalidad

La definición que hacen Perls et al. (1951) sobre la función Personalidad es entendida como “el sistema de actitudes asumido en las relaciones interpersonales, es la asunción de lo que uno es”. Esto último funciona como la base del comportamiento que constituye y representa a alguien.

La función Personalidad es aquello que expresa la capacidad del self de contactar con el entorno, es el sistema de actitudes desarrolladas mediante las relaciones interpersonales, es lo que permite la expresión verbal del self (Spagnuolo, 2002). Esta función informa a la persona sobre su identidad, sus preferencias, su comportamiento y sobre su historia de vida. Robine (1998) describe esta función como la que “designa la representación, no siempre consciente, que yo me hago de mí mismo”.

En TG, dice Spagnuolo (2002) “la función personalidad expresa la capacidad del organismo de contactar con el entorno sobre la base de la definición que da de sí mismo” esto implica que la manera en cómo se relaciona un individuo con otro es a través de lo que se piensa de sí mismo.

Función Yo

La función Yo es una capacidad diferente de contacto para el self, para Spagnuolo (2002) es “la capacidad de identificarse con partes del campo o alienarse de ellas (…) es la potencia volitiva y la decisional que caracteriza la unidad de las elecciones individuales”, significa que no representa un impulso fisiológico como la función Ello, ni una asunción de lo que uno es, como la función Personalidad, sino que es la capacidad de asumir lo que uno es y lo que no.

La función Yo permite al individuo elegir y tomar decisiones utilizando como base las sensaciones físicas y las necesidades –función Ello- en relación con lo que el individuo asume de sí mismo –función Personalidad-, de esta manera es posible ajustarse a las posibilidades del entorno (Perls et al., 1951; Spagnuolo, 2002).

CONCLUSIONES

La TG se compone de corrientes de pensamiento y metodologías sólidas, como se ha planteado en este artículo. Hasta este punto sólo se han abordado posturas como la teoría de campo y la teoría del self. La teoría del ajuste creativo se abordará en la segunda parte de este trabajo.

Es preciso mencionar que a pesar de la dificultad en la comprensión y el desarrollo de los temas, es menester conocer las bases filosóficas que soportan la TG, porque no es posible hablar de una teoría sin conocer la filosofía que la sostiene.

La TG ha gozado, de manera injusta, de una reputación que no favorece a los psicoterapeutas Gestalt ni a los procesos de desarrollo teórico de la gente que se dedica a su estudio, es por ello que la finalidad de este artículo es acercar al lector a conocer qué es la TG y contribuir en limpiar la mala reputación alrededor de esta corriente, ya sea por la poca difusión de la terapia o por la deficiente praxis de algunos terapeutas.

BIBLIOGRAFÍA

Perls, F., Hefferline, R. F. y Goodman, P. (1951). Terapia Gestalt. Madrid: Centro de Terapia y Psicología.

Robine, J. M. (1998). La terapia Gestalt. Madrid: Gaia.

Robine, J. M. (2002). Contacto y relación en psicoterapia. España: Cuatro Vientos.

Robine, J. M. (2006). Manifestarse gracias al otro. Madrid: Centro de Terapia y Psicología.

Spagnuolo, M. (2002). Psicoterapia de la Gestalt. Hermenéutica y clínica. Barcelona: Gedisa.

Yontef, G. (2009). Proceso y diálogo en psicoterapia. Ensayos de terapia gestáltica. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.

Terapia Gestalt. Primera parte. Año 1. Número 1

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