No quiero ser niño, no quiero ser niña

En México es un tema tabú, todavía no se habla de los niños o niñas transgénero. Sin embargo en el 2017 un niño hizo historia. Logró cambiar su acta de nacimiento sin tener que pasar por los trámites burocráticos además de que contó con el apoyo de toda la familia e instituciones como la Comisión de Derechos Humanos.

Cuando un niño nos dice que quiere jugar a las muñecas es blanco de burlas y esto es porque desde pequeños no se nos inculca a tener respeto por las personas. Se cree que los niños no deben expresar sus sentimientos y mucho menos su sentir en cuanto a su sexualidad. Es triste decirlo pero México tiene una sociedad poco tolerante e ignorante. En el INEGI no existen datos estadísticos para saber cuántos niños y niñas transgénero existen en el país, cosa que no me asombra, es de esperarse porque si a una persona transgénero adulta no se le respeta mucho menos a un niño. Y es que la primera reacción que se tiene cuando un niño nos dice que quiere jugar con muñecas es de burla y se le dicen palabras como “los niños no juegan con muñecas” y se hacen acreedores a apodos despectivos, esto hace que los pequeños entren en depresión y lo mismo pasa con las niñas.

Diferentes estudios internacionales revelan que un niño o niña a partir de los dos años de edad es capaz de identificarse con el género de su preferencia. Es decir que es cuestión de identificar a qué género sabes que perteneces, si se le pregunta a un adulto cómo fue en su niñez uno puede darse cuenta que desde siempre supieron que eran diferentes porque así se sintieron. La diferencia es que nunca se les permitió expresar lo que sentían y que cuando llegó el momento lo hicieron. Un niño transgénero también sabe lo que siente y sin dudarlo responderá soy una niña o niño, lo importante es que como padres nuestro deber es aprender sobre el tema para ayudarlos en su transición.

¿Y qué deben hacer los padres? Esta es una interrogante constante para un padre de un niño-niña transgénero, lo primero que se debe hacer es escuchar a los pequeños para saber cómo se sienten y qué es lo que quieren, quererlos tal y como son, hacerlos sentir valorados, que traten que su entorno sea seguro, hacerles saber que tienen que estar preparados para las burlas o ataques. Y buscar ayuda profesional, científica y ética con la que pueda ser orientada toda la familia alrededor del menor.

En México existe la Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual: www.familiasporladiversidad.org, www.copred.cdmx.gob.mx

Para sus colaboraciones, envíen sus notas a
publicaciones.academicas@redaliat.com

Por Swami Vargas Vázquez.
Estudiante de Universidad Etac, Coacalco.

Referencia de imagen:
https://gpridezone.com/wp-content/uploads/2017/03/copred-conferencia-1024×682.jpg00

No quiero ser niño, no quiero ser niña

Educación |