La mujer actual: Profesionista, madre y esposa. Año 2. Número 4

Autora: Claudia Guadalupe Ventura Ballinas.

RESUMEN

La equidad de género ha hecho que las mujeres ejerzan actividades antes propias del sexo masculino, como por ejemplo salir de casa para trabajar, y que aunado a la labor de madres, esposas, hijas, estudiantes, y que son roles que se cumplen diariamente, tengan razones para sentir plenitud y capacidad de desenvolvimiento en todos estos ámbitos.

Sin embargo, con días de 24 horas puede ser difícil para una mujer cubrir todas las necesidades de afecto que su familia necesita, y quienes resienten estas ausencias son los hijos.

PALABRAS CLAVE: Mujeres, trabajo, profesionista, hijos, pareja, familia, crisis, culpa.

INTRODUCCIÓN

La mujer del siglo XXI tiene un ritmo de vida diferente al ser ama de casa, esposa, madre y profesionista. Habiendo ganado ya un lugar importante en el campo laboral, muchas mujeres han sido consideradas ya para puestos importantes, fenómeno que antes no ocurría, por lo contrario, eran sometidas y se les negaba el derecho al uso de la palabra o a la toma de decisiones. Desafortunadamente, aún no en todas las culturas se le ha dado esta oportunidad a la mujer, todavía existen países en los que las mujeres son sometidas y no cuentan con ningún derecho e incluso son violentadas tanto física como emocionalmente.

La mujer profesionista que sale de su casa en busca de oportunidades, a veces siendo el único sustento de su familia, tiene el objetivo de ser reconocida en el ámbito laboral y muchas han sido las que alcanzan el éxito a través de su dedicación, tiempo y esfuerzo; pero a cambio de esto hay un gran sacrificio, el tiempo que se les resta a la pareja y a los hijos, estos últimos quienes sufren la falta de atención. Esta disminución de tiempo no es premeditada, pero sí consecuencia de un ritmo laboral absorbente. Suelen ser los abuelos, las nanas, o terceras personas quienes se encargan del cuidado de los hijos cuando la madre sale a trabajar. Por lo que los hijos viven la falta de atención que puede resultar en conductas negativas.

DESARROLLO

“Para miles de mujeres formar una familia y trabajar al mismo tiempo significa tener que enfrentar una gran cantidad de dificultades relacionadas con la incompatibilidad entre las exigencias de sus hijos y las demandas de su trabajo. No obstante, mujeres de todo el mundo hacen malabares con su tiempo y su vida personal para lograr combinar ambas actividades” (León, 2009).

Las relaciones humanas son complicadas por naturaleza y el matrimonio no es la excepción ya que dos personas a las que sólo las une un sentimiento deciden unirse bajo un sacramento, un rito, un contrato matrimonial o simplemente por el deseo y la voluntad de una relación donde todo suele marchar bien inicialmente, hasta una incomodidad se manifiesta de manera asertiva, ya que lo menos que se quiere es lastimar al otro y se ve al conyugue como una persona casi perfecta, como menciona Elizabeth Lukas (2010), “el enamoramiento ciega a las personas[,] el amor la[s] hace ver”, algo muy cierto, porque después de la etapa de enamoramiento la pareja empieza a ver los defectos del otro y empiezan las discusiones.

La falta de comunicación es uno de los problemas más comunes en la pareja, ya que si ambos trabajan se reduce el tiempo de convivencia y empiezan las molestias, existen hombres a los que les molesta el hecho de que su esposa trabaje, por lo que esto genera diferencias o divorcios.

Los problemas que existen dentro de un matrimonio no siempre se expresan de manera verbal. En la pareja, ambos tienen diferentes expectativas sobre el otro, Cloe Madanes, indica que entre “los esposos se desarrolla un sistema de interacción que se convierte en una analogía de la lucha conyugal que la pareja no puede resolver”. Manifiestan un síntoma físico para atraer la atención del otro y así lograr su objetivo, es una forma de chantaje para que el otro preste atención o realice algo. El esposo que se enferma del estómago cuando su esposa se va a trabajar, fuera del hogar, manifiesta su malestar porque su esposa no está en casa.

El reto de la mujer actual no es sólo ser una profesionista, si no saber administrar su tiempo entre su trabajo y su familia, por lo que esto puede generar estrés en toda la familia. Los hijos pueden mostrar conductas como bajo rendimiento escolar o problemas para relacionarse, es a causa de una carencia afectiva, pues la madre es fundamental para el desarrollo del niño. La Enciclopedia de la psicología indica que “uno de los aspectos que influye en forma decisiva en la capacidad de relación social del niño es el establecimiento de sólidos vínculos afectivos que suelen desarrollarse en los primeros meses de vida”.

León Tolstoi refiere que “uno puede vivir magníficamente en este mundo si sabe trabajar y amar” y esto es muy cierto. Para las mujeres, lo complicado no es ni la capacidad de trabajo ni la capacidad de dar amor, sino el ritmo de vida en el que se ven inmersas. Así, el tiempo que se le puede dedicar a un hijo es reducido. Se prefiere la calidad frente a la falta de cantidad con las carencias que esto implica.

Dentro del sistema familiar son los hijos quienes resienten el malestar familiar, ellos son el síntoma de la enfermedad existente en todo el sistema. La mayoría de los padres lleva a terapia a sus hijos por problemas de conducta, pero Cloe Madanes menciona que “la conducta problemática de los niños puede servirle a los padres de manera muy específica” ya que suele suceder que los padres tengan conflictos de pareja y el hecho de que su hijo presente algún problema emocional o físico, distrae la atención de los padres y los centra en el problema de su hijo. Los padres, inconscientemente, otorgan un nivel jerárquico mayor al hijo en el papel de víctima, quien logra su objetivo. Por ejemplo, cuando el hijo se enferma cada vez que su madre no está en casa, o empieza a ser problemático en la escuela. Estas son conductas que los niños o los adolescentes suelen desarrollar por la necesidad de afecto y de atención.

Actualmente vivimos en una sociedad en la cual el índice de alcoholismo, drogadicción y pandillerismo se ha incrementado. Participando cada vez más niños y adolescentes. Dentro de la clase económica media o alta, jóvenes que se involucran en actividades de pandillerismo pueden ser el resultado de querer llamar la atención de sus padres o de vengarse por el descuido que éstos han tenido hacia ellos.

Cuando la madre que es profesionista decide salir de su casa a trabajar, genera una crisis que desestabiliza el sistema familiar, como se menciona en el libro Crisis familiar y psicoterapia, “la situación que ha de afrontar la familia y que por su índole o intensidad la ponen en crisis[,] es decir[,] la obligan a introducir algún cambio en su funcionamiento con vistas a superarlas o adaptarse constructivamente a ellas son consideradas situaciones críticas”.

Una mujer que desempeña varios roles dentro de su familia y fuera de ella se da el tiempo para sacar adelante todas las tareas que tiene a diario con su familia, en su descanso y darse un poco de tiempo para ella misma. Por ello, en toda familia se deben establecer tareas para cada miembro y así disminuir un poco la carga que pesa sobre la madre como lo menciona Berlo, “dentro de un sistema familiar existente[,] la gente es designada para desempeñar roles, un individuo desempeña un conjunto determinado de conductas y ocupa una posición específica”.

La culpa afecta a buena parte de las madres trabajadoras por estar dedicando tiempo insuficiente al cuidado de sus hijos y por los reproches, la culpa y el malestar que crecen.

“La culpa que sufren las mujeres trabajadoras es distinta a las demás debido a que está influida por los poderosos comentarios sociales acerca de lo que significa ser “una buena madre” y (…)” (Elperiodico.com.mx, 2012) la manera en la que fuimos educadas que muchas veces se contrapone al ritmo de vida actual en el que la mayoría de las mujeres salimos de nuestros hogares a desempeñar un trabajo, pensando si está bien lo que hago, si mis hijos estarán bien, si soy buena o mala madre, y el sentimiento de culpa está ahí.

La culpa es retomada en el libro El sentimiento de culpa, donde Rojas-Marcos (2009) menciona que “el sentimiento de culpa tiene el poder de afectar nuestra vida emocional de forma muy negativa si no tenemos la capacidad de ponerlo en perspectiva”, suele suceder que ya no se disfruten las actividades, por el sentimiento negativo que causa la culpa. Esto puede generar también un estado de estrés o llevar a algunas mujeres a dejar de lado sus metas y su vida profesional para permanecer en el hogar, aunque no libres de estrés.

Como indica la Enciclopedia de psicología (1980), “el estrés del ama de casa agobiada por la acumulación de pequeños sucesos diarios, puede ser tan difícil de controlar como el del ejecutivo. La presión permanente puede llegar a ser más amenazante que un hecho aislado traumatizante”. El ama de casa se vuelve el depósito de todos los miembros de la familia, es quien experimenta todos los estados de ánimo por los que el resto de la familia atraviesa. Lo importante es no renunciar a las metas a nivel personal, pero sí darle su debido tiempo a cada rol que desempeñemos.

CONCLUSIONES

La mujer actual que es profesionista, trabaja, es madre y esposa, tiene un ritmo de vida diferente a una que se queda en casa al cuidado de los hijos. Los tiempos han cambiado y cada vez son más las mujeres que salen de casa en busca de oportunidades laborales. Cada vez más los hijos se quedan bajo el cuidado de terceras personas. Es importante distribuir bien el tiempo y brindarle a los hijos la debida atención a pesar de que las actividades laborales absorben más del tiempo que deberían.

Como mujeres de esta era, nos toca distribuir nuestro tiempo en diversas actividades, por lo que este hecho genera en la pareja o en los hijos sentimientos de abandono. Como madre, puedo darme cuenta de lo difícil que es salir de casa a trabajar, estudiar y tener unos hijos que están en espera de tiempo. El tiempo es, precisamente, lo que no regresa las vivencias, los cambios, los juegos, la niñez de los hijos, esto no regresa nunca. Por eso considero importante poder distribuir las actividades y siempre darse el tiempo para estar con los hijos, si algo me queda claro es que a muchas mujeres nos fascina sentirnos independientes, útiles, hacer lo que nos gusta, tener nuestro propio ingreso económico, pero si algo amamos es llegar a casa y que esos pequeños nos extiendan los brazos y se les ilumine el rostro al vernos regresar a casa, porque coincido con muchas mujeres. Somos lo que somos y hacemos lo que hacemos por satisfacción propia, pero principalmente por amor a los hijos y así poder brindarles una mayor estabilidad económica.

BIBLIOGRAFÍA

(1980). Enciclopedia de la psicología. Tomo II. Océano.

(1980). Enciclopedia de la psicología. Tomo III. Océano.

Berlo, D. K. El proceso de la comunicación. Buenos Aires: El Ateneo.

Clavijo Portieles, A. (2002). Crisis, familia y psicoterapia. La Habana: Ciencias Médicas.

Elperiodico.com.mx. (9 mayo 2012). Maternidad, trabajo de tiempo completo. elperiodico.com.mx. Recuperado de http://www.el-periodico.com.mx/noticias/maternidad-trabajo-de-tiempo-completo/

León, R. (9 mayo 2009). Cada vez más mujeres son jefas de familia. Diario de Xalapa. Recuperado dehttp://www.oem.com.mx/esto/notas/n1154552.htm

Lukas, E. (2010). La felicidad en la familia. Argentina: San Pablo.

Madanes, C. (1984). Terapia familiar estratégica. Buenos Aires: Amorrortu.

Rojas-Marcos, L. (2009). El sentimiento de culpa. Madrid: Aguilar.

La mujer actual: Profesionista, madre y esposa. Año 2. Número 4

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