La gestión del estrés es crucial para mantener un bienestar emocional y físico pues en la actualidad implica una habilidad blanda necesaria de fomentas. Por ello de compartimos estas estrategias que la beneficiarán.
La investigación respalda la eficacia de la atención plena en la reducción del estrés. La práctica regular de la atención plena, a través de la meditación o la respiración consciente, puede ayudar a mejorar la gestión del estrés.
La capacidad para abordar problemas de manera proactiva está vinculada a una menor percepción de estrés.
La investigación respalda la importancia de establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal.
La creencia en la propia capacidad para manejar situaciones difíciles, conocida como autoeficacia, está vinculada a una menor percepción de estrés.
Las conexiones sociales sólidas están asociadas con una mayor capacidad para manejar el estrés.
La falta de sueño puede aumentar la vulnerabilidad al estrés. La investigación sugiere que establecer hábitos de sueño saludables mejora la capacidad para manejar situaciones estresantes.
La planificación efectiva del tiempo está vinculada a una gestión más exitosa del estrés. Establecer metas claras y prioridades contribuye a reducir la percepción de estrés.
La habilidad para establecer límites y decir no cuando sea necesario está asociada con una menor carga de estrés.
La participación en actividades relajantes, como el yoga, la práctica de ejercicios de respiración o la lectura, está respaldada por la investigación como una estrategia efectiva para reducir el estrés.
La actividad física regular tiene beneficios significativos para la gestión del estrés. La investigación sugiere que el ejercicio libera endorfinas y mejora el estado de ánimo, contribuyendo así a reducir el estrés.
Desarrollar estas habilidades implica un enfoque integral que abarque aspectos físicos, mentales y emocionales. Por ello te recordamos que en las materias axiológicas de Aliat podrás practicar esta habilidad.
Fuentes:
Sánchez, O. M., Amar, R. M., & Triadú, J. X. (2018). Habilidades blandas: necesarias para la formación integral del estudiante universitario. Revista científica ECOCIENCIA, 5, 1-18.
Santos, C. E. O. (2017). Desarrollo de habilidades blandas desde edades tempranas. Journal of Selection and Assessment, 21(3), 251-263.
Imagen:
https://www.mibolsillo.com/empleo/Lista-de-los-peores-trabajos-del-mundo-segun-Harvard-20231218-0018.html
