La educación en la sociedad del conocimiento. Año 3. Número 8

Autora: Xochithl Guadalupe Rangel Romero.

RESUMEN

En la sociedad actual, la necesidad de aprender se ha puesto de manifiesto como una máxima de la cual el ser humano no puede escapar, dado que vivimos en un mundo globalizado.

Por lo tanto, el aprendizaje y obtener el máximo provecho de éste, se ha convertido en una parte de nuestra vida y una meta para el individuo. Por lo anterior, la educación marca la diferencia entre dos mundos: el que conoce y aplica, y el que no lo hace y se queda estático.

PALABRAS CLAVE: Educación, Sociedad del Conocimiento.

INTRODUCCIÓN
La educación, como indica la UNESCO, es la fórmula para la integración y la libertad del hombre en un entorno semejante. Hoy, la educación nos permite ver más allá de lo que imaginamos, a través de los errores y los fracasos que se han cometido a lo largo del tiempo, y que dan como resultado una evolución de la interacción entre el medio y su contexto.

En la actualidad se habla de “educar para transformar”, pero cuál es el alcance de la palabra “educar”. Según la Real Academia Española en su diccionario de la lengua, “educar” significa: “Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios o ejemplos” (Real Academia Española, 1980). Según Ponce (1990): “actualmente la educación se desenvuelve entre el binomio de la información y la formación, mientras que uno aporta todos los conocimientos para poder desenvolvernos dentro de un núcleo social, el segundo nos permite orientar estos conocimientos adquiridos y trasladarlos al fin para el cual se espera que usemos éstos” y que desde mi punto de vista implica lograr una armonía entre lo teórico y lo práctico aplicándolo objetivamente.

DESARROLLO
La educación hoy no es la misma de hace algunas décadas, debido a que las formas en las cuales ésta se acostumbraba evolucionaron rápidamente, por ejemplo, es difícil pensar que en una economía emergente como la de la mayoría del mundo tenga una “educación” de calidad y/o eficiente, pues la educación va de la mano con la economía en la cual se desarrolla, sin embargo, esta primicia no es una máxima absoluta dado que podemos encontrar países con economías emergentes y con enormes caos sociales ocupando los lugares más altos dentro del ranking de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), en educación inclusive, más altos que México, por lo cual se considera que estas economías han apostado más a su educación invirtiendo más Producto Interno Bruto (PIB) y logrando con el uso de la tecnología incrementar la formación de sus docentes e investigadores para emparejarse con la sociedad mundial. En este sentido, se pueden mencionar las palabras del Maestro José Ginés Mora (2004) quien indica que “en la sociedad del conocimiento […] se considera que son el conocimiento y la tecnología, y ya no la mera producción industrial, los elementos de mayor impacto para el desarrollo económico y social de las comunidades”.

Ahora bien, actualmente podemos señalar igual que la UNESCO (2005), que cada sociedad cuenta con sus propios conocimientos ya inmersos en ellos mismos, pero lo que se pretende ahora, es que esos conocimientos que estas sociedades ya poseen logren ser articulados con nuevos conocimientos y nuevas técnicas para lograr fortalecerlos y que sean capaces de progresar, y no como ocurre actualmente, que el conocimiento permanece paralizado, y nunca alcanza a ser dinámico.

¿Y ahora, qué sigue? Cuando se habla de la sociedad del conocimiento (SC), según el Maestro Leon Olivé (2005), “el concepto de una sociedad del conocimiento ha venido utilizándose en tiempos recientes de manera cada vez más generalizada, aunque con múltiples significados…”. Una SC es, desde mi punto de vista, aquella que busca transformar los contenidos del aprendizaje y del cómo aprenden las personas a través de la tecnología que dirigen la evolución de la sociedad a un futuro diferente al actual.

Por lo anterior, en una SC el bienestar y la riqueza están influidos notablemente por el nivel y la calidad de los conocimientos de sus miembros (Sociedad Red, 2006), pero en este apartado habrá que hacer una pregunta: ¿será la educación en la reciente sociedad del conocimiento la que definirá el rumbo del orbe mundial en adelante?, desde mi punto de vista, la respuesta es sí, dado que el aprendizaje de la población sí incide en el desarrollo y progreso de un país, por lo cual los esfuerzos de un gobierno tendrán que ir orientados a este factor encaminado al futuro.

Como indica la UNESCO, hay diferentes formas de conocimiento y de cultura que intervienen en las sociedades (UNESCO, 2005), atentos a lo que establece este Organismo Internacional habrá que aclarar que  debido a que cada país tiene una población totalmente diferente y con antecedentes históricos que los hacen inigualables con el resto del mundo y cada uno de éstos va evolucionando en cuanto a sus “posibilidades”, la disparidad es muy notoria, será difícil de cambiar, si bien se hacen los esfuerzos necesarios, éstos son suficientes, pero lo importante aquí es lograr que todos estos conocimientos logren unificarse a través del uso de la tecnología y del aprendizaje aplicado, para lograr una verdadera SC, tal y como lo refiere la UNESCO (2008), sociedades del conocimiento equitativas e integradores que fomenten el potencial del saber poniéndolo al servicio del desarrollo sostenible, esto desde una visión objetiva que es sustancial para lograr un futuro mejor e igual para todos.

¿Cómo hacer esto realidad? Primero se requieren estrategias lógicas, bien pensadas y adecuadas que logren ser garantes en el futuro, transformar notoriamente a la población y a la sociedad en la cual vivimos y nos desarrollamos y, finalmente, lograr que la diversidad cultural que existe no sea algo inalcanzable, que sea una realidad tangible.

En la actualidad aún no podemos hablar de un pleno estado de derecho sin hablar de Derecho Humanos (DH), conceptos que deben permanecer ligados a una SC, mientras se habla de la educación que va ligada a los DH, aunque sea meramente axiológico para algunos autores, aunque este soporte axiológico es la base fundamental de una buena estrategia lógica.

Asumiendo que la educación actualmente se basa en un actuar con pleno reconocimiento de los DH y principios como la igualdad, la justicia, la dignidad, la tolerancia, entre otros que hacen que una SC sea integradora. Complementando lo anterior, la pedagogía, en articulación con los derechos humanos, se percibe como un espacio de mediación formativa donde a través de los procesos de educación y de aprendizaje los ciudadanos se concientizan de sus condiciones de existencia con base en sus valores inherentes (Escamilla Salazar, 2009).

Queda claro que, para lograr una verdadera educación en una SC y sacar el mayor provecho de ésta, es necesario tomar en cuenta buenas estrategias lógicas que den como resultado que el conocimiento en el mundo sea sólido y estructurado, y que de una manera integral se respeten los DH (conociendo y aplicándolos en la vida mediante políticas públicas que permitan su ejecución, no como actos de libertad sino como necesidades primarias de la sociedad).

Ahora bien, ¿y ahora, cómo lo aplico?, el desarrollo actual que la tecnología ha adquirido en los últimos años, pone de manifiesto que el aprendizaje está cambiando rápidamente, a la concepción que se tenía años atrás, esto debido a que el aprendizaje no es estático y va cambiando acorde a la sociedad globalizada de hoy en día, pero al presente nos damos cuenta que este aprendizaje de las sociedades globalizadas está difuso en cualquier situación, es decir, no hay límite para el aprendizaje, ahora éste no está coartado y han dejado de estar orientados a satisfacer únicamente necesidades propias del mercado laboral (Lopez Camps et al., 2000), es decir, ahora, cualquier momento de la vida de un individuo es bueno para aprender y no queda limitado a estar únicamente en una determinada situación para ello, por lo cual habrá que hacer la mención que esto va cambiando los parámetros de la vida, ya sea, cultural, económica, social entre otras y que dan como resultado una amalgama de conocimientos integrales que forman al que lo adquiere, pero en este apartado habrá que hacernos una pregunta más: ¿Qué valores estoy transmitiendo para una verdadera formación en una SC?

Actualmente, como docentes nos toca ocuparnos de mantener y transmitir ciertos valores en nombre de la sociedad, para lo cual es necesario saber ¿qué son los valores? para poder transmitirlos, incluso si no se está interesado en ello, pues son vitales para el futuro en una SC. Además, es nuestro deber saber orientar los contenidos operativos que manejamos y relacionarlos con otros para poder favorecer al desarrollo personal, intelectual y profesional del estudiante y de nosotros mismos.

Atentos a lo anterior, habrá que preguntarse ¿y la tecnología cómo nos ayuda? Para López Camps y sus colaboradores (2000), las tecnologías de la información y de la comunicación son buenos instrumentos para promover la innovación en el campo de la renovación pedagógica, es decir, la tecnología nos ayuda a tener conocimientos más integrales, y que puedan ser aplicados por la mayoría como algo inherente a su vida diaria al replantear los programas tradicionales y establecer nuevos mecanismos de aprendizaje basado en la tecnología.

Las nuevas tecnologías facilitan la manera en como adquirimos el aprendizaje pero no lo hacen todo por sí solas, se requiere verificar la calidad de los contenidos a través del uso de la tecnología y lo único que se puede hacer es crear políticas públicas adecuadas que fomenten la evaluación de la calidad de lo que se ofrece, de nada nos sirve tener mucha tecnología si ésta no ayuda a obtener mejores resultados formativos.

También es importante saber qué calidad estamos otorgando a través del uso de la tecnología. Hoy es muy difícil, a pesar de los resultados de investigaciones realizadas con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y aún no se tiene claro si funcionan y cómo lo hacen.

Así, el principal objetivo en una SC es “desarrollar sistemas de aprendizaje de elevada calidad, totalmente orientados a los usuarios y adaptados a la diversidad de estilos de aprendizaje. Debido a esto la formación hoy puede tomar otro curso: en lugar de basarse en la oferta debe orientarse hacia la demanda” (Lopez Camps et al., 2000).

Considerado lo anterior, de nada sirve tener mucha tecnología y estrategias lógicas adecuadas si no ofrecemos una educación con responsabilidad. Entendiendo que la responsabilidad “consiste, en una primera aproximación, en la asunción de que soy capaz de alcanzar pensamientos que puedo justificar y de tomar decisiones de las que puedo dar cuenta a los demás y a mí mismo” (Escamez et al., 2001), por lo cual,  los docentes deberán usar la tecnología y propiciar su uso.

¿Sabemos realmente lo que se busca?, tendremos realmente ética profesional para decir que no conocemos qué se quiere o qué se pretende con los nuevos modelos educativos, cómo lograr que todos nuestros conocimientos se articulen si nosotros mismos desconocemos cómo hacer esto.

Los docentes tienen la “obligación” de educar a sus estudiantes para que sean ciudadanos responsables, buscando que la educación que se imparte lo implique y logre, idealmente desde temprana edad, al vincular el compromiso del estudiante con un medio ambiente sano, respeto a sus compañeros en el aula de clase, cooperación y ayuda mutua, entre otros, porque esto, al final, repercute en el actuar y los efectos en el entorno de los demás.

Por lo tanto, primero se debe responsabilizar el docente, no delegar la responsabilidad a la autoridad educativa, ya que la educación con responsabilidad mejora la calidad y eficiencia en una escuela, así como la enseñanza-aprendizaje que se quiere transmitir. Al entender el rol docente y cambiar su actuar se podrá transformar la educación no sólo en nuestro país sino a nivel mundial. Pues, como señala la Maestra Miriam Sofía Vivas (2007), el papel de los profesores, de los alumnos y del personal de apoyo debe adaptarse a los nuevos entornos, por lo cual, es tiempo de hacer un cambio no sólo en nuestros alumnos sino en la forma de transmitir la educación, para entender el rápido avance y evolución de la educación para no quedarse atrás.

Para concluir, asumamos que el aprendizaje no es algo estático, ni neutro, va cambiando como cambian las sociedades, y tendrá que ir acondicionándose de acuerdo a los cambios que afectan a la sociedad. Así, la Sociedad del Conocimiento debido a la gran cantidad de usos tecnológicos está provocando un cambio sustancial donde el conocimiento y el aprendizaje están en el centro de una nueva sociedad globalizada y resultaría contraproducente ignorar estos dos factores.

CONCLUSIONES
Hoy, nos podemos dar cuenta desde nuestras aulas que los alumnos ya no son los mismos, los estudiantes han evolucionado tan rápido que un alumno de primaria maneja ya una computadora inclusive mejor que el propio maestro. ¿Quién enseña a quién?

La formación continua del docente ya es fundamental para no caer en la irresponsabilidad de la educación. Mientras las TIC han mejorado nuestra vida de una manera sorprendente, esto ha acarreado otro tipo de problemas como saber si con el uso de las TIC en la educación se logra plenamente el proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo que habrá que desarrollar métodos confiables para determinar y/o evaluar la calidad educativa.

Para que los conocimientos de los alumnos les sirvan y perduren toda su vida, es indispensable atender lo que ocurre en el mundo mientras se atiende a niños y jóvenes para ser humanos completos que respeten su medio ambiente y a los demás.

Por lo cual, todos los esfuerzos que actualmente se desarrollan tendrán que estar encaminados en lograr que la población mundial tenga acceso a una SC, culturalmente diversa sin barreras para el aprendizaje, como sucede hoy. Y en este tenor cito las palabras de la maestra Rangel Romero (2010): La educación es el pilar de un pueblo y es el único medio para alcanzar los sueños, los anhelos y el bienestar de una sociedad, logrando con esto un mejor nivel de vida y alcanzando mejores oportunidades para nuestras familias. La educación nos permite colaborar de una forma directa y con mayor compromiso en nuestro entorno social, familiar y profesional, del cual la educación es y será el gran parteaguas de la sociedad científica, una educación cada vez con más calidad e integral, que llegue a todos por igual sin distinción de economías.

BIBLIOGRAFÍA
Escamez, J. y Gil, R. (2001). La educación en la responsabilidad. España: Paidós.

Escamilla Salazar, J. (Comp.). (2009). Los Derechos Humanos y la educación una mirada pedagógica en el contexto de la globalización. México: Porrúa.

López Camps, J. y Leal Fernández, I. (2000). Cómo aprender en la sociedad el conocimiento. Barcelona: Gestión.

Mora, J. G. (2004). La necesidad del cambio educativo para la sociedad del conocimiento. Revista Iberoamericana de Educación, 35.

Olivé, L. (2005). La cultura científica y tecnológica en el tránsito a la Sociedad del Conocimiento. Revista de la Educación Superior, 34(4), 136.

Olivé, L. (2014). Los desafíos de la sociedad del conocimiento: cultura científico tecnológica, diversidad cultural y exclusión. Revista Científica de Información y Comunicación, 3.

Ponce, A. (1990). Educación y lucha de clases. México: Editores Unidos.

Rangel Romero, A. (2010). Discurso pronunciado en la Ceremonia de Graduación de los egresados de la Maestría en política Criminal, Generación 2008-2010.

Real Academia Española. (1980). Diccionario de la Lengua Española. Editorial Espasa Calpe.

Sociedad Red. (2006). Contribución a un debate abierto. Reis, 86(99), 387-395.

UNESCO. (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. UNESCO.

UNESCO. (2008). Etapas hacia las sociedades del conocimiento. UNESCO.

Vivas R., M. S. (2007). Pedagogía Informacional: Enseñar a aprender en la sociedad del conocimiento. Revista de Investigación, 61.

La educación en la sociedad del conocimiento. Año 3. Número 8

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