La calidad educativa a través de los estándares de la gestión pedagógica en educación primaria. Edición Especial No. 5

Autora: Ma. Amparo Muñoz Vallejo.

RESUMEN

En el ámbito educativo es muy importante conceptualizar los términos de calidad, calidad educativa, estándares y gestión pedagógica. En este artículo se describen brevemente, considerando que son algunos de los elementos que pueden contribuir en un proceso para mejorar la calidad educativa en la Educación Primaria.

PALABRAS CLAVE: Calidad, educativa, estándares, gestión, pedagógica, primaria.

INTRODUCCIÓN
La calidad es un tema controversial y está inmerso en varias esferas, desde una vida con calidad (aspiración legítima del ser humano); la calidad del sistema, la calidad de los productos que se consumen, la calidad de ambiente en el que se vive, la calidad educativa, entre otras. Siempre es necesario ubicarse en lo que el término pide, acoge o exige.

Según la Real Academia Española (RAE, 2014), la calidad es la “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor. Buena calidad, superioridad o excelencia. Estado de una persona, naturaleza, edad y demás circunstancias y condiciones que se requieren para un cargo o dignidad”. Lo que permite inferir que la calidad debe caracterizarse o cumplir con ciertos parámetros o propiedades propias de su género para que algo se considere de “calidad”.

Este término ha incursionado en el ámbito educativo como “calidad educativa” considerando de igual forma partir de su conceptualización para contar con otros elementos de apoyo como los estándares (modelos o parámetros) y la gestión pedagógica que da cuenta del hecho educativo en el aula (SEP, 2010).

Estos términos son tratados en este artículo con el propósito de tener un marco referencial que sustente la evolución de la calidad educativa en la educación primaria, considerando que es una parte neurálgica de la educación. Así como para fundamentar su necesidad desde la política nacional y el Estado; y plantear las reformas educativas con bases más sólidas para obtener mejores resultados ante los organismos evaluadores en materia educativa. También se retoma la gestión pedagógica y los estándares de la dimensión pedagógico-curricular como recomendación del Modelo de Gestión Educativa Estratégica [MGEE] (SEP, 2010) ya que de su puesta en práctica es posible la calidad educativa.

DESARROLLO
La calidad educativa es muy relevante en la educación (Escudero, 2003) y muy controvertida porque en el aspecto teórico es compleja, extensa y responde a las necesidades de cada sistema educativo y a sus concepciones ideológicas, por ello la discusión ha estado siempre sobre la mesa. Sin embargo, no existe una definición precisa sobre tal concepto y es por ello que se continúa debatiendo acerca de él.

“La calidad educativa en México es un tema constante en la agenda pública. Por esa razón es necesario proveer de mejor información sobre sus determinantes para la planeación de políticas públicas” (Vivanco, 2013), razón justificada para que los gobiernos mexicanos se preocupen por una educación de calidad que permita mejores condiciones educativas.

Este tema ha figurado en los Planes Nacionales de Desarrollo. “Una educación de calidad entonces significa atender e impulsar el desarrollo de las capacidades y habilidades individuales, en los ámbitos intelectual, afectivo, artístico y deportivo, al tiempo que se fomentan los valores que aseguren una convivencia social solidaria y se prepara para la competitividad y exigencias del mundo del trabajo” (Poder Ejecutivo Nacional, 2007) en aras de darle un lugar preponderante a la calidad educativa.

“La educación de calidad será la base para garantizar el derecho de todos los mexicanos a elevar su nivel de vida y contribuir al progreso nacional mediante el desarrollo de sus habilidades, conocimientos y capacidad innovadora e impulsando valores cívicos y éticos, que permitan construir una ciudadanía responsable y solidaria con sus comunidades” (Poder Ejecutivo Nacional, 2013). A pesar de los avances, las propuestas para el logro no han sido totalmente contundentes y alentadoras, porque “seguimos estando en los últimos lugares en comparación con los demás países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Lo anterior es una preocupación latente de la población: 29% de los participantes en la Consulta Ciudadana mencionó que una de las prioridades de la presente Administración debe ser mejorar el Sistema Educativo” (Poder Ejecutivo Nacional, 2013). Sin embargo, cada propuesta abre una esperanza de ser un país que alcance los estándares de calidad educativa que le permitan figurar con mejora en las estadísticas a las que se ve expuesto.

Filmus (1999) asume que “La problemática de la calidad de la educación ha ocupado el centro de la escena del debate pedagógico en los últimos años. La falta de calidad ha sido el eje de la crítica que desde distintos sectores se le ha formulado al funcionamiento del sistema educativo”.

También la calidad educativa es y ha sido el estandarte de muchos de los cambios y reformas escolares (Escudero, 2003). Mas continúa ahí, demostrando el aspecto dinámico que la caracteriza y señala que la búsqueda sigue de pie.

Mucho se ha discutido sobre cómo mejorar la calidad de la educación, sin embargo, al no contar con una definición clara de este concepto se sigue promoviendo el debate por la calidad educativa (SEP, 2009). Ante tal estado, México sigue luchando por alcanzar una calidad educativa que esté a la par de países internacionales, sobre todo ante el fenómeno de la globalización.

Casanova (2012) menciona que “el concepto de calidad es algo casi intangible, variable, dinámico, que cambia con el tiempo y con las personas que lo definen, con las ideologías, con las creencias, con los presupuestos pedagógicos de los que se parte…, ciertamente no es fácil llegar a un consenso sobre lo que supone la calidad en la educación”.

¿Entonces, de dónde partir? si no hay una conceptualización bien definida, tomando en cuenta que la búsqueda de fundamentación que se apegue al contexto, la innovación, la misma investigación y las propuestas de solución deberá ser la direccionalidad que conlleve al logro de la calidad educativa.

Braslavsky (2006) señala que “El concepto de calidad de la educación es uno de esos conceptos que es a la vez muy simple y muy sofisticado. Desde nuestra perspectiva una educación de calidad es aquella que permite que todos aprendan lo que necesitan aprender, en el momento oportuno de su vida y de sus sociedades y en felicidad”.

Que el ser humano aprenda lo necesario para vivir una vida en armonía y que sepa soslayar los devenires de la vida, es uno de los objetivos de la calidad educativa. No es nada sencillo ya que se necesitan esfuerzos conjuntos de todo el país y políticas precisas que marquen indicadores nacionales que sean evaluables a corto, mediano y largo plazo. Sin perder de vista el fin último de la calidad educativa.

Mientras Schmelkes (1994) señala que “La calidad que estamos buscando como resultado de la educación básica debe entenderse claramente como su capacidad de proporcionar a los alumnos el dominio de los códigos culturales básicos, las capacidades para la participación democrática y ciudadana, el desarrollo de la capacidad para resolver problemas y seguir aprendiendo, y el desarrollo de valores y actitudes acordes con una sociedad que desea una vida de calidad para todos sus habitantes. Como lo establece la Declaración Mundial de Educación para Todos, suscrita por nuestros países”.

Para esta autora hoy la calidad exige ir más allá del domino de los códigos básicos, incluye ser competentes, adquirir un segundo idioma, resolver los problemas cotidianos más complejos y estar preparado para un mundo digitalizado y global.

Como señala Zilberstein (2004): “La dificultad radica en que la percepción de lo que significa una educación de calidad depende de quién es el sujeto que efectúa la demanda y desde qué lugar la formula. Los distintos actores sociales interesados suelen tener expectativas diferentes acerca de lo que debe de entregar la educación”.

Es por ello que de forma urgente se deberán plantear los indicadores o estándares con lo que hay que cumplir para alcanzar la calidad en la educación, en aras de unificar criterios y mejorar los resultados frente a los evaluadores internacionales.

En el marco del Programa de Escuelas de Calidad en el MGEE (SEP, 2010) se “define a una escuela de calidad como aquella que asume en colectivo la responsabilidad por los resultados de aprendizaje de todos sus alumnos; se compromete con la mejora continua de los procesos y de los resultados educativos; se constituye en un centro seguro y útil a su comunidad que cuenta con infraestructura, equipamiento y tecnología de vanguardia”. Una definición más acorde a las exigencias educativas del Siglo XXI y actuales, respecto a la calidad educativa. Pero carente de estándares y parámetros que permitan con claridad medir y evaluar los resultados de forma interna.

Buscando la brújula que marque el horizonte y el rumbo de la calidad, el Plan de Estudios 2011 de Educación Básica (SEP, 2011) conceptualiza que:

Una vía privilegiada para impulsar el desarrollo armónico e integral del individuo y de la comunidad es contar con un sistema educativo nacional de calidad, que permita a los niños, las niñas y los jóvenes mexicanos alcanzar los más altos estándares de aprendizaje; reconocer que los enfoques centrados en el aprendizaje y en la enseñanza inciden en que el alumno aprenda a aprender, aprenda para la vida y a lo largo de toda la vida.

Esto denota que este documento que es el eje rector de la política educativa en el país no conceptualiza con precisión qué es la calidad educativa y hacia dónde se pretende llegar en su implementación. Aunque sí cuenta con algunos elementos para mejorar la calidad educativa como son los estándares curriculares, las competencias para la vida, el perfil de egreso, los aprendizajes esperados, la intención de ofrecer más a los alumnos para convertirse en ciudadanos que vivan con dignidad y que sean democráticos, críticos y creativos, pues lo requiere la sociedad mexicana del siglo XXI (SEP, 2011).

La gestión educativa
El término gestión en el MGEE (SEP, 2010) asume que “La gestión se caracteriza por una visión amplia de las posibilidades reales de una organización para resolver alguna situación o alcanzar un fin determinado. Se define como el conjunto de acciones integradas para el logro de un objetivo a cierto plazo; es la acción principal de la administración y es un eslabón intermedio entre la planificación y los objetivos concretos que se pretenden alcanzar”. Este concepto permite ubicar a la gestión como una herramienta de la organización escolar que sirve para planear acciones para resolver los problemas detectados en el ámbito escolar, con el propósito de mejorar la calidad educativa.

Es importante describir que la gestión educativa está dividida en categorías (SEP, 2010) según el ámbito al que se dirija y están interrelacionados (ver figura 1).

Figura 1. Componentes de la gestión educativa.

Fuente: Adaptada de SEP (2010).

Según la SEP (2010), la gestión pedagógica es el “nivel donde se concreta la gestión educativa en su conjunto, y está relacionada con las formas en que el docente realiza los procesos de enseñanza, cómo asume el currículo y lo traduce en una planeación didáctica, cómo lo evalúa y, además, la manera de interactuar con sus alumnos y con los padres de familia para garantizar el aprendizaje de los primeros”.

Se deduce que lo enunciado es sólo una porción de lo que se tiene que considerar para dar cuenta de la mejora en la calidad de la educación. Pero puede ser una parte fundamental para empezar a sistematizar la educación y sus estándares.

Estándares educativos
Según la RAE (2014) es aquello que sirve como tipo, modelo, norma, patrón o referencia. Son criterios de comparación que son útiles para reconocer los objetivos a alcanzar.

“Los estándares se conciben como referentes, criterios y normas que sirven como guías para identificar en qué situación inicial estamos y, a partir de ello, definir hacia dónde y hasta dónde va a llegar el colectivo escolar, por lo que son insumos para construir la escuela que se quiere tener” (SEP, 2010).

Analizando las recomendaciones anteriores, es básico que todos los integrantes del colectivo escolar analicen los estándares, considerando sus criterios individuales, de tal manera que al momento de que se realicen las juntas del Consejo Técnico Escolar, se planteen ideas precisas sobre el contenido, para favorecer un intercambio de ideas útiles, que permitan acciones que favorezcan la gestión pedagógica en los distintos procesos de enseñanza y aprendizaje escolar.

De acuerdo con el MGEE (SEP, 2010): “En este contexto, para lograr mayor claridad en lo que implica el análisis de la gestión escolar y sistematizar la información que permita tener un conocimiento más específico y facilitar este proceso de conceptualización de cada uno de los estándares, se organizan en las cuatro dimensiones de la gestión escolar: Pedagógica Curricular, Organizativa, Administrativa y de Participación Social”.

Los estándares a considerar se retoman del MGEE:

Estándar de acciones

Tabla 1. 10 Estándares de la gestión pedagógica curricular. Fuente: Adaptado SEP (2011).

Los modelos de gestión pedagógica de la dimensión pedagógica curricular proporcionan un enfoque a la atención de determinadas áreas para poder sistematizar en beneficio del aprendizaje estudiantil. De igual forma, dichos modelos deben analizarse con una visión integral sistémica al percatarse de que la atención de uno de ellos refiere atención hacia los demás.

Con la organización de los modelos en la dimensión de la gestión escolar se busca implementar un medio de organización para sistematizar la información, así mismo, otorgar una visión holística y eficiente que implique la conexión en todos los ámbitos de la gestión escolar.

CONCLUSIONES
Para alcanzar la calidad educativa se requiere que las propuestas teóricas actuales encuentren las condiciones pertinentes para llevarse a cabo. Y observar y crear las estrategias necesarias para lograr mejores resultados no sólo en las evaluaciones de la Secretaría de Educación Pública (Planea); sino para la vida de los jóvenes que serán los profesionales del futuro.

Se confirma que las diversas concepciones de la calidad y de la calidad de la educación se han convertido en un espacio que acoge ideas, contenidos, valores, propuestas muy diversas y con diferentes enfoques.

Por lo que la calidad en la educación sigue siendo el resultado de seres humanos integrales donde el docente es una piedra angular en la consecución de esa meta. La calidad educativa es un tema vigente y puede apoyarse en los estándares de la gestión pedagógica curricular y el contexto educativo. Siempre y cuando se lleven a la práctica, se registren y evalúen los resultados.

Es necesario que los docentes estén familiarizados con los términos alrededor de la calidad educativa, que se lleven a la práctica de forma consciente y que los resultados educativos sean evaluados adecuadamente.

La calidad, así como los estándares están determinados por factores, dimensiones, contextos, espacios. Pero es cuestión de conocerlos para saber hacia dónde ir.

BIBLIOGRAFÍA
Braslavsky, C. (2006). Diez Factores para una Educación de Calidad para todos. Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4(2).

Escudero, M. J. (2003). La calidad de la educación: controversias y Retos para la Educación Pública. Murcia: Ed. Facultad de Educación, Universidad de Murcia.

Filmus, D. (1999). Los Condicionantes de la Calidad Educativa. Argentina: Novedades Educativas.

Poder Ejecutivo Federal. (2007). Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. México: Presidencia de la República.

Poder Ejecutivo Federal. (2013). Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. México: Presidencia de la República.

Real Academia Española. (2014). Diccionario en línea. Real Academia Española.

SEP. (2009). Modelo de gestión educativa. Programa Escuelas de Calidad. México: SEP.

SEP. (2010). Modelo de gestión educativa. Programa Escuelas de Calidad. México: SEP.

SEP. (2011). Plan de Estudios 2011. México: SEP.

Schmelkes, S. (1994). Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas. México: Interamericana.

Vivanco, E. F. (2013). When Change Matters Identifying Score Gains School Determinants in Mexico: An Intra-cohort Value-added Approach. Economía Mexicana, 361-405.

Zilberstein, J. y Silvestre, M. (2004). Diagnóstico y Transformación de la Institución Docente. México: CEIDE.

La calidad educativa a través de los estándares de la gestión pedagógica en educación primaria. Edición Especial No. 5

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