García Lorca: poeta y dramaturgo

“No cabe imaginar más hermosa sepultura para un poeta”
(Marguerite Yourcenar)}

El sitio en el que la escritora francesa Marguerite Yourcenar creó el verso anterior en 1960, los Barrancos de Víznar, fue considerado durante muchos años el lugar donde se encontraban los restos del poeta andaluz. Entre Víznar y Alfagar fue fusilado Federico García Lorca, recién iniciada la Guerra Civil española durante el régimen franquista.

La poeta francesa en una carta dirigida a la hermana del dramaturgo, Isabel, le escribe: “García Lorca está enterrado bajo esos pinos junto con otros cinco hombres fusilados en el mismo sitio (…)” (Bejarano, 2005). Años después, la polémica, los restos mortales de Lorca no se encontraban donde el enterrador o multitud de personas creyeron durante décadas que estaban. La búsqueda del cuerpo es uno de los capítulos sin terminar que, el gobierno de la provincia de Granada, espera concluir pronto ya que se han liberado recursos para esta tarea.

Uno de los poetas y dramaturgos españoles más importantes del siglo XX, a pesar de ser conocido entre sus colegas universitarios como pianista, por su encumbrada habilidad con la ejecución del piano. García Lorca es considerado uno de los desaparecidos del régimen de Franco, una víctima que durante la Guerra Civil desapareció y que hasta hoy no se sabe dónde están sus restos mortales.

Nació un 5 de junio de 1898, por lo que podríamos considerarlo un poeta de dos siglos. Uno de los llamados poetas de la Generación de 27. Gran amigo de Salvador Dalí y muy peculiar en su forma de escribir, particularmente teatro. Sobre Lorca se han hecho películas, reeditado sus libros, buscado en fosas comunes sus restos y si una muerte, un asesinato ha sido considerado casi una infamia por los españoles, es justamente la de este escritor. García Lorca fue fusilado el 18 de agosto de 1936. Este año se conmemoran 83 años de su muerte.

De otro modo. Federico García Lorca.

La hoguera pone al campo de la tarde,
unas astas de ciervo enfurecido.
Todo el valle se tiende. Por sus lomos,
caracolea el vientecillo.

El aire cristaliza bajo el humo.
—Ojo de gato triste y amarillo—.
Yo en mis ojos, paseo por las ramas.
Las ramas se pasean por el río.

Llegan mis cosas esenciales.
Son estribillos de estribillos.
Entre los juncos y la baja tarde,
¡qué raro que me llame Federico!

Referencia:
Jiménez Bejarano, C. (2005). La poética del espacio en la obra temprana de Federico García Lorca. Medellín: Homo Habitus.

Referencia de la imagen:
https://bit.ly/2Nbdh92

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