RESUMEN INTRODUCCIÓN

En este artículo se presentan algunos de los problemas sociales que enfrenta México y cómo mediante la implementación de una educación dentro de la Reforma Integral de Educación Básica (RIEB), que garantice la equidad y calidad, se puede contribuir al desarrollo de las competencias para la vida que responda a la formación de una cultura científica, tecnológica, humanística y de valores de los estudiantes, de modo que aprendan a construir soluciones más eficaces a favor de la sociedad. Finalmente, se hace una valoración sobre la relevancia de la actividad docente con el deseo de alcanzar una educación que enseñe, forme y desarrolle, es decir, una educación de calidad.

PALABRAS CLAVE: Reforma educativa, educación, competencias, competencias docentes, pensamiento complejo, sociedad del conocimiento.

El mundo de hoy enfrenta profundas transformaciones generadas principalmente por los avances acelerados de la ciencia y la tecnología. Las sociedades contemporáneas coexisten en una marcada diversidad y pluralidad, en particular la de nuestro país demanda la formación de estudiantes mexicanos que puedan integrarse e interactuar con éxito en la llamada “sociedad del conocimiento”. Ello exige formar a las nuevas generaciones en “una ética de la libertad y de la responsabilidad, que ha de basarse en el aprovechamiento compartido de los conocimientos”. (UNESCO, 2005, p. 6)

En este contexto de enormes complejidades y desafíos, un compromiso ineludible de la educación básica es potenciar las competencias de los alumnos, a fin de que éstos desarrollen un pensamiento crítico, emprendedor e independiente que les permita continuar aprendiendo; identificar los riesgos, resolver problemas, asumir posicio- nes centradas en la adopción del conocimiento científico, así como tomar decisiones éticas y responsables que contribuyan a la resolución de los conflictos y al enriquecimiento de la cultura. El logro de estos desafíos exige la impostergable transformación de la práctica docente, de modo que se garantice el perfil de egreso de educación básica (SEP, 2011) y en particular, la mejora del nivel de logro educativo en la educación primaria.

DESARROLLO

Las sociedades humanas del siglo XXI enfrentan incertidumbres y riesgos; comprender su esencia implica mirar y actuar ante los problemas con un “pensamiento complejo” que, en palabras de Morin (2006), es un modo de construcción intelectual que ve al conocimiento como un proceso no sólo cognitivo, que sin perder su esencia biológica, es también lingüístico, cultural, social e histórico.

En este contexto, la capacidad para generar conocimiento es esencial para la sobrevivencia y desarrollo de los países, entendida tal capacidad como una “actividad humana” que permite comprender la complejidad existente en las relaciones y dependencias recíprocas creadas entre los pueblos y las culturas (Olivé y Pérez, 2007), así como también criticar los efectos y modificar los modos de producción que han ocasionado graves daños al planeta; en general la explotación inmoderada de los recursos naturales, el consumo inadecuado del agua y la alteración de las formas tradicionales para la obtención de energía.

Está demostrado que para generar innovación científica o tecnológica, no es suficiente sólo transmitir conocimientos y tecnología; se hace necesaria su transferencia para reducir la brecha en la producción del conocimiento, considerado hoy como un recurso esencial de competitividad que define a los países, (Mayorga, 1997). Éste se ha convertido en una de sus mayores riquezas, puesto que posibilita la satisfacción de las necesidades y mejora las condiciones de vida de los grupos humanos.Contar con una sociedad sólidamente preparada, ayudará a contrarrestar la marcada diferencia entre un reducido sector de la población capacitado para interactuar en ella y una mayoría en desventaja para ocuparla en la solución de problemas (UNESCO, 2007). Ello demanda “ampliar el acceso y mejorar la calidad de la educación promoviendo la formación de ciudadanos en el manejo de una cultura científica y tecnológica” (UNESCO, 2007, p. 132). Atender este desafío posibilitará la contribución del capital humano en la producción del conocimiento mediante la investigación y no sólo como simple receptor.
Sin desconocer que

La sociedad del conocimiento viene naturalmente asociada a la sociedad de la información, dado que para poder generar conocimiento es necesario disponer de canales de información, mecanismos y procedimientos de almacenamiento de información mucho más ágiles y potentes que los disponibles tradicionalmente (…) una sociedad del conocimiento no se puede basar solamente en bibliotecas, sino que debe estar conectada a la Red y a sus principales buscadores.” (Quintanilla, 2007, p. 2)

Además de los problemas de alfabetización científica y tecnológica, México presenta severas dificultades ambientales y de salud; por lo que darle solución a este cúmulo de problemas dependerá en gran medida del modelo educativo que se asuma, el cual deberá promover una mayor interacción y aplicación del conocimiento científico (Plan de estudios, 2011), para lo cual es decisiva la actuación de los maestros en la formación de estudiantes que desarrolle en ellos un pensamiento crítico, reflexivo (Zilberstein y Valdés, 1999) e independiente, de modo que, apoyados en la ciencia y la tecnología puedan comprender, valorar y transformar su medio socio-natural (Valdés y Valdés, 2004).

Los estudiantes de hoy son más autónomos en cierto sentido; la educación que han recibido en sus familias los ha hecho más libertarios, menos respetuosos con las formas, con los adultos, diríamos en un contexto de relaciones mucho más abiertas, en las cuales ya no les basta que le digas cualquier cosa; ya no están supeditados a esa imagen venerable del profesor que tiene el poder en su mano; en definitiva, hoy en día los auténticos asustados no son los alumnos, sino los profesores y tenemos que tomar precauciones en relación con lo que puede acontecer en nuestras clases, porque efectivamente el poder no está tan claro en las manos de los profesores. (Zabalza, M. 2005, p. 90)

Lo anterior pretende llamar la atención sobre la necesidad de que los docentes adquieran nuevas competencias que permitan el desarrollo de sus estudiantes, acorde a las nuevas exigencias sociales del mundo complejo en el que hoy vivimos.

En consecuencia –y como parte de la estrategia de cambio y mejora en el proceso de enseñanza aprendizaje–, en este ciclo escolar 2011-2012 se generaliza el Modelo Educativo de la Reforma Integral de Educación Básica, basado en el desarrollo de competencias, cuyo propósito es contar en las escuelas con docentes mejor preparadas para atender las necesidades de aprendizaje. “Elevar la calidad de la educación implica, necesariamente, mejorar el desempeño de todos los componentes del sistema educativo: docentes, estudiantes, padres y madres de familia, tutores, autoridades, los materiales de apoyo” (Plan de Estudios, Educación Básica, 2011, p. 10), compromiso que nos corresponde atender a todos los involucrados en la educación, en vínculo estrecho con las familias y la sociedad.

Sin desconocer que la formación de una competencia se puede apreciar en la capacidad y estrategias que despliega un estudiante ante un problema, y que su desarrollo se favorece con la calidad del tipo de actividad de aprendizaje que se propicie en la clase, es importante hacer hincapié que su logro será el resultado de la suma de los esfuerzos que realicen los profesores que atienden la formación de los alumnos de educación básica. En consecuencia es necesario que cada uno asuma con responsabilidad este compromiso que la sociedad le ha conferido, mediante la autosuperación e innovación permanente de sus métodos y estrategias de enseñanza.

AUTORA: Dra. Silvia Olmedo Cruz. sil_olmedo@yahoo.com.mx Asesora Técnico Pedagógico, Sector VIII. Subdirección de la Región Ecatepec. Estado de México.
Campus: Colaboradora de la Universidad Tangamanga, Campus Tequis..

CONCLUSIONES.

Según Perrenaud (2004, p. 225),
A la competencia tradicional de conocer los contenidos de una disciplina y organizar su enseñanza hay que sumarle la competencia emergente de saber poner en acto situaciones de aprendizajes abiertas, que partiendo de los intereses de los alumnos les implique en procesos de búsqueda y resolución de problemas. La competencia didáctica de partir de los conocimientos previos de los alumnos y de considerar los errores como parte del aprendizaje, se completa con la capacidad fundamental del saber comunicar entusiasmo por el deseo de saber, implicando a los alumnos en actividades de investigación o proyectos de conocimiento.

Es precisamente este uno de los retos que tenemos los maestros de educación básica en la actual reforma educativa: crear situaciones de aprendizaje que permitan a los niños y niñas aprender consciente y activamente, integrar conocimientos y aplicarlos a la situación de problemas cotidianos y de su entorno, en vistas a apoyar el desarrollo sustentable de nuestros pueblos.

Una necesidad señalada por la actual reforma educativa es que el docente autoexplore sus competencias y busque los espacios para estar en permanente actualización, lo que garantizará su desempeño exitoso traducido en favorecer el desarrollo integral de sus estudiantes.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Díaz B, F. y Hernández, G. (2007). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista.,(2a. Edición) México: McGraw-Hill Interamericana.
Mayorga. (1997). Cerrando la brecha. Educación, ciencia y tecnología de la División de programas sociales. Ciencia, tecnología y sociedad. OEI.
Morin, E. (2006). Introducción al Pensamiento Complejo. En: Bibliotecas del pensamiento complejo. [En línea] Recuperado el 8 abril de 2012, de http://es.scribd.com/doc/10377590/Introduccion-al-Pensamiento-Complejo-Parte-I-E-Morin
Olivé y Pérez, L. (2007). ¿Son éticamente neutrales la ciencia y la tecnología? En El Bien, el Mal y la Razón. México: Paidós.
Olivé y Pérez, L., (2007). Las sociedades humanas en el siglo XXI: complejidad, incertidumbre y desafíos. México: Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM.
Perrenoud, PH. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. Barcelona: Graó.
Quintanilla, M. (2007). Revista Iberoamericana de Ciencia Tecnología y Sociedad, Vol.3. Núm.8. Buenos Aires.
SEP, (2011) Plan de Estudios, Educación Básica. México: SEP..
UNESCO. (2005). Hacia las Sociedades del Conocimiento. París: Ediciones UNESCO. Recuperado el 9 abril de 2012, de http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf
UNESCO. (2007). Cumbre mundial sobre la Sociedad de la información. Ginebra: UNESCO.
Valdés y Valdés. (2004). La educación científica y los rasgos fundamentales de la actividad investigadora contemporánea. En Didáctica de las Ciencias. Nuevas perspectivas (pp. 24-34). La Habana, Cuba: IPLAC-Editorial Pueblo y Educación.
Zabalza, Miguel Ángel. (2005). Conferencia pronunciada en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, el 9 de febrero de 2005. Recuperada el 7 de abril 2012, de http://portales.puj.edu.co/didactica/Archivos/Competencias%20docentes.pdf. Zilberstein y Valdés, (1999) Calidad de la Educación. México: Ediciones CEIDE.

Exigencias actuales para una educación de calidad en el marco de la reforma integral de educación básica AÑO 1. Número 1

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