El trabajo en grupos en las organizaciones. Año 3. Número 9

Autor: Arturo Díaz Saldaña.

RESUMEN

El presente artículo explora el trabajo en grupos como una variante del trabajo en equipo como ruta de éxito, destacando las diferencias y semejanzas entre ambos como alternativa de gestión efectiva exitosa basada en el poder de la comunicación, ambiente favorable, así como el desarrollo de roles y recompensas en la expectativa moderna de la escuela de la reforma actual.

PALABRAS CLAVE: Trabajo, equipo, grupo, comunicación, ambiente, favorable, roles, recompensas, reforma.

INTRODUCCIÓN
El artículo explora el trabajo en grupos en las organizaciones y con ello, aborda el trabajo en equipo, sus semejanzas y diferencias, y el impacto que precede al proceso de escolarización en México y la Reforma Educativa, proclamada en el artículo tercero Constitucional; su impacto en la gestión de la escuela actual, los dominios del maestro en el aula para trascender en el ofrecimiento del servicio educativo actual y sus expectativas.

DESARROLLO
El trabajo en grupos desde diversas perspectivas teóricas proporciona formas, rutas, métodos o metodologías para lograr lo que se proponen sus integrantes con efectividad.

Históricamente, el trabajo en grupos surge como una necesidad de sobrevivencia del género humano, al agruparse para cazar, combatir y sobreponerse a los embates de la naturaleza. Esta necesidad se depura en formas cada vez más sofisticadas de organización, al grado de prever algunos fenómenos o acontecimientos para controlarlos, regularlos, evaluarlos, mejorarlos y ponerlos en práctica como lo expone Salinas (2009): “Adam Smith, en el siglo XVIII estudió la producción de alfileres, comparó la producción (a) cuando todo el trabajo lo hacía una sola persona, (…) y en 18 etapas, con un (b) equipo compuesto por igual número de integrantes (…) la producción per cápita de alfileres se elevó exponencialmente, de uno a 4,800 por día (…)”.

El trabajo en grupos representa en las organizaciones una forma de dividir el trabajo, proporcionar confianza, ampliar las expectativas individuales, crear redes de colaboración, como lo pueden afirmar el profesor Iñiguez y Loughlin en el caso: La transformación del grupo Televisa con Emilio Azcárraga Jean, donde afirman que “Se trataba de una nueva cultura y organización más profesionales (…). Hizo una reestructuración no solamente técnica de negocios, sino de la mentalidad de la empresa, mucho más moderna (…). Me gusta escuchar toda clase de opiniones (…) y debatirnos abiertamente” (2010).

En el mismo pensamiento de optimización de recursos se expresan Franklin (1998) y Gómez y Acosta (2003) que refieren mejorar las condiciones del ambiente de trabajo, establecer relaciones más sinceras, confiables, duraderas, basificadas en los valores de honestidad, responsabilidad, solidaridad y cooperación.

Con esta visión el trabajo en grupos aún con sus aciertos, no deja de mostrar un avance parcial de lo que se puede realizar por equipos.

Por otra parte, el trabajo en equipo es una forma más depurada de trabajar en grupos, incluso especializada como lo mencionan Gómez y Acosta: “Un equipo es una forma de organización particular del trabajo, donde se busca en conjunto que aflore el talento colectivo y la energía de las personas” (2003).

Con ello se busca que se optimicen, de manera personal, las competencias de cada uno de los integrantes y mejore su desempeño; que los propósitos de la empresa o la institución se perfeccionen y cumplan a nivel organizacional y administrativo, para evitar el burocratismo; es decir, que se repita lo que se hace y que además aporten de manera cualitativa o cuantitativa al progreso de los servicios.

Sin embargo, Ardila y Gómez (2005) refieren con precisión lo siguiente: “donde sólo se piensa el beneficio para la organización y no se tiene en cuenta al empleado difícilmente se puede hablar de trabajo en equipo”.

Con este panorama se presentan las diferencias en el concepto de grupo y equipo de trabajo que destacan Gómez y Acosta (2003) en la siguiente tabla en el cual coinciden en algunas cuestiones con Ferraros:

El éxito del trabajo en grupos y/o equipos se expande a diversos tipos de mejora donde es necesario recordar que, su principio es el ser humano. El hombre, genéricamente hablando, tiene como primer criterio de existencia al ser humano, pues se asocia, se agrupa, forma equipos para sobrevivir, prevalecer, desarrollarse, progresar y lograr sus fines y actualmente se evidencia como lo recuperan Ardila y Gómez en el caso Colombiano: “Blyton (2000) clasifica el trabajo en equipo en dos tipos: profundo o sustentado (high road) y superficial (low road). En el trabajo en equipo profundo, los equipos tienen un número mayor de prácticas asociadas con un alto compromiso e integración, concepto sustentado por Wood y De Menezes (1998); … En el trabajo en equipo superficial, los equipos pueden tener una alta actuación, pero con una estrategia de sueldo con relación en la habilidad baja” (2005).

En esta transposición del trabajo en grupo al trabajo en equipo se aprecia una evolución de mejora de la que depende la comunicación como segundo criterio de existencia.

En esta línea de análisis es necesario puntualizar la linealidad de la comunicación que se realiza de manera jerárquica, ascendente, con interpretaciones acotadas por un sólo modelo de pensamiento, patrones de conducta dependientes y colateralmente inexistentes como se expone en el siguiente ejemplo: Un obrero desarrolla un programa de mantenimiento, luego de recibir instrucciones de reparar las 20 máquinas a su cargo a las que mensualmente les tiene que sustituir las juntas de engranes que se desgastan. Parando totalmente la producción. Luego de lograr su objetivo se prueban y se ponen nuevamente a funcionar.

En tanto que en un círculo de comunicación se permite dar coherencia y congruencia a las acciones de sus integrantes al compartir la comunicación en torno al fin común, para explorarlo como un objeto de conocimiento, aprehenderlo y llevarlo a la praxis.

Lo anterior tiene éxito en el acceso a la información fácil, rápida y oportuna de tal forma que puede generar argumentos de comunicación objetiva del proceso que desarrolla la empresa o institución.

Además de la comunicación para Ardila y Gómez, que recuperan de Davis y Newstrom, hay por lo menos cuatro ingredientes que contribuyen al éxito en el trabajo en equipos: “Ambiente sustentador, habilidades adecuadas para los requisitos de roles, objetivos de orden superior y recompensas de equipo” (2005).

Otros refieren el liderazgo como la Escuela Argentina que identifica al líder situacional que entiende al grupo y es capaz de proponer una resolución favorable, y la norteamericana al líder visionario, con dotes esenciales para persuadir, más que para interpretar.

Además de estas posturas surgen diversas posiciones como la administración tradicional, la dirección por objetivos, la dirección participante, la planeación estratégica y la gestión del conocimiento.

Algunos aspectos comunes en la actuación del equipo, según algunos autores como Ferraros (2005), son: identificar un problema, abordarlo en conjunto, desarrollar una discusión, aprender a escuchar, recibir las propuestas de todos y resolver por consenso.

Lo importante de este análisis es conocer el impacto que tienen las posiciones, posturas y formas de organización de la administración para revisar el conflicto de la escuela mexicana en virtud de que finalmente es una administración de un servicio con la especificidad de su naturaleza organizacional, relaciones laborales y personales que son orientadas por decretos para obtener éxito.

El reto actual responde a ¿cómo se vive el conflicto de la administración del servicio educativo de la escuela mexicana y cuáles son sus expectativas ante el trabajo en grupo y/o en equipo?

La administración del servicio educativo de la escuela mexicana
La administración del servicio educativo de la escuela mexicana se ubica en el contexto de la Sociedad del Conocimiento, del desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación, en el impulso y desarrollo de la ciencia y la tecnología, la democratización de los procesos sociales y la institucionalización de los impulsos de cambio y transformación de la sociedad y la escuela de referencia del informe de seguimiento de la EPT-UNESCO 2005 que indica las conclusiones de investigadores interdisciplinarios acerca de lo que tienen en común las escuelas eficaces:

  • Un alto espíritu de liderazgo.
  • Un entorno de la escuela y las aulas donde reinan el orden y la seguridad.
  • Un esfuerzo centrado en la adquisición de las competencias básicas.
  • Unas expectativas altas de los resultados de los alumnos.
  • Una evaluación frecuente.
  • El origen familiar, la experiencia preescolar y otras diferencias siguen siendo difíciles de calibrar.
  • En los países en desarrollo: los tiempos lectivos suficientes, los libros de texto, los materiales pedagógicos adecuados y la calidad de los docentes desempeñan un papel más evidente en la mejora del aprovechamiento escolar de los alumnos.
  • La forma en que los docentes emplean su tiempo de trabajo tiene una repercusión importante en los resultados de aprendizaje.
  • Los métodos estructurados dan buenos resultados con los menos capaces en primaria y en general en el nivel superior. (Exigen que los docentes definan claramente sus objetivos y las secuencias de aprendizaje y tiempo suficiente para las preguntas).
  • El agrupamiento de alumnos por aptitud funciona bien para la lectura y las matemáticas.
  • Lo esencial es determinar hasta qué grado se deben estructurar los métodos pedagógicos (UNESCO, 2005).

De lo anterior emanan alternativas como las de Sammons, Hillman y Mortimer en sus Once factores para las escuelas efectivas: “Liderazgo profesional, Visión y objetivos compartidos, Ambiente de aprendizaje, La enseñanza y el aprendizaje como centro de la actividad escolar, Enseñanza con propósito, Expectativas elevadas, Reforzamiento positivo, Seguimiento de los avances, Derechos y responsabilidades de los alumnos, Colaboración hogar-escuela, Una organización para el aprendizaje” (2001).

Ante la actual Reforma Educativa en México, se vislumbra en la relación de la prestación del servicio educativo de las escuelas mayor autonomía de las mismas; cuando se dice en el Decreto oficial de Reforma Educativa 2013 que se creará un Sistema de Información y Gestión Educativa a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía para tener una plataforma de comunicación entre Directores y Autoridades Educativas “con el objetivo de mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación para que los alumnos, los maestros y los padres de familia con el liderazgo del director se involucren en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta” (Gamboa, 2013).

El papel del maestro de grupo abarcará entonces desde el dominio de la Inteligencia emocional, el desarrollo de formas de aprendizaje heteroestructurantes o autoestructurantes, el uso de las inteligencias múltiples y pensamiento complejo, con la aplicación de didácticas desarrolladoras, incorporando el uso de tecnologías de la información, radio, televisión, computadora, Internet, uso de la axiología y formación ciudadana, derechos de niños y niñas, el uso de lo individual a lo colectivo y de lo colectivo a lo individual y la formación de la comunidad física y virtual.

“Aprender a cooperar y a funcionar en la red”, aprender a realizar lo que no se sabe, reflexionando en colectivo desde una práctica normal a una práctica crítica, construir ambientes de aprendizaje significativo, dominio de los contenidos programáticos, el desarrollo de un liderazgo para la gestión del conocimiento desde una perspectiva de la mejora continua y la aplicación del enfoque humanista, integrador, formador de competencias, uso de la multiculturalidad, la diversidad, manejo de aprendizajes esperados, de técnicas de aprender a aprender, estilos de aprendizaje, contribuye en el desarrollo físico, social y emocional, organiza su propia formación y dominio de una segunda lengua, manejo de formas de evaluación, estrategias y técnicas para la identificación de las dificultades de aprendizaje y formación de acuerdos para el apoyo de la mejoría de aprendizajes desde el hogar.

Con lo anterior se aprecia que “las organizaciones se han dado cuenta que la gestión de sus activos físicos y financieros no tienen ventajas competitivas, y descubren que los activos intangibles son los que aportan verdadero valor a las organizaciones” (OLARCEFS, 2014) ya que es todo aquello que se utiliza para crear valor, pero que no contabiliza, como: las tecnologías de la información para desarrollar la gestión del conocimiento, el uso racional y la intervención de los recursos humanos, el uso de la comunicación, la mejoría de los ambientes de trabajo, la aplicación de valores, la inteligencia emocional, la mejora continua, el uso de las competencias, y el uso de la estrategia, proporcionan mayor sustentabilidad, rentabilidad y posibilidad de éxito.

Entonces, la alternativa de lo individual a lo colectivo implica la formación de grupos y/o equipos de trabajo para dar respuesta a la administración del servicio educativo y éstos pueden ser colaborativos, cooperativos, de trabajo, educativos, operativos de investigación, de aula o escolares, en equipos, en pequeños o grupos grandes, Team Building, High road and Low road, comunidades de aprendizaje y/o comunidades de práctica.

Estas alternativas se visualizan desde la Dirección General de Formación Continua de Maestros en Servicio DGFCMS como trayectos formativos en el presente ciclo escolar con “asesoría académica, la gestión, la atención a la diversidad, la educación inclusiva, así como el uso educativo de las tecnologías de la información y la comunicación” (SEP, 2012).

Otra alternativa es formar comunidades de aprendizaje y comunidades de práctica, gestión de instituciones de apoyo y mejoría a los procesos de formación en el área de psicología, pedagogía, salud, prevención del delito y la violencia.

CONCLUSIONES
Las expectativas del trabajo en grupo, en conjunto, en comunidad o en equipo, son una alternativa viable para el éxito de la empresa administrativa escolar, para desarrollar una propuesta de gestión de conocimiento con sus dificultades y limitaciones, guiadas por el liderazgo descubierto en la actividad escolar, que debe hacer prevalecer al compromiso de comunicación efectiva, acuerdos consensados, elaboración de trayectorias de formación desde la experiencia, actualización de las concepciones de aprender y enseñar, incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, formación para la ciudadanía, la diversidad y la inter y multidisciplinariedad, el desarrollo de competencias y formas pedagógicas heteroestructurantes y autoestructurantes, formas didácticas de aprender a aprender, el desarrollo de las inteligencias múltiples y el pensamiento complejo, en suma, crear un ambiente de mejora continua y desarrollo potencial de los sujetos como seres humanos y ciudadanos del planeta tierra.

La comunicación hoy es una ruta de trabajo indispensable para desarrollar cualquier empresa y con ello fortalecer el ambiente, crear vínculos de compromiso, responsabilidad, recompensas y efectividad.

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El trabajo en grupos en las organizaciones. Año 3. Número 9

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