El desarrollo del intelecto en el rendimiento académico de alumnos universitarios. Edición Especial No. 5

Autora: Constanza Javier López Puga.

RESUMEN
La inteligencia es un proceso psicológico que contribuye de manera importante en el desempeño académico de un estudiante universitario. Las herramientas que se utilizan para medir este aspecto son múltiples y muy variadas y los resultados que arrojan en los diversos estudios realizados son enriquecedores y deben ser considerados en la práctica educativa de un docente. Sobre esto versa el presente artículo.

PALABRAS CLAVE: Inteligencia, rendimiento, académico, habilidades.

INTRODUCCIÓN
En la actualidad, el contexto educativo ha ido cambiando y adquiriendo nuevos enfoques que contribuyen a desarrollar individuos que respondan a las necesidades del mundo de hoy. En este sentido, se habla de que la enseñanza educativa debe propiciar aprendizajes y construir competencias que contribuyan al desarrollo cultural, social y económico de esta sociedad del tercer milenio, denominada “sociedad del conocimiento” (Aguerrondo, 2009).

El Enfoque Educativo por Competencias coloca tanto al docente como al alumno en una posición determinante: el alumno aprende a través de lo que el docente le facilita, para favorecer y desarrollar sus conocimientos, habilidades y actitudes. En este sentido, dentro del aula de clases, no sólo se deben “impartir” conocimientos, sino “compartir” información para que ésta sea analizada y procesada por el estudiante para su posible aplicación en los contextos formales, y para que esto suceda, se requiere del desarrollo de habilidades intelectuales que favorezcan los aprendizajes determinados para responder a las demandas de la vida, o de aquello para lo cual se prepara.

Al respecto, Morín (1999) refiere que el conocimiento y el desarrollo de la inteligencia son importantes y propone: “Los principios de un conocimiento pertinente”. En este saber, el autor, comenta que es necesario promover conocimientos que lleven al individuo a pensar de manera global y general en las situaciones del mundo en general, y así mismo, comenta que, para que esto pueda llevarse a cabo, es importante desarrollar las aptitudes naturales de la inteligencia humana, que le permitirán al individuo ubicar todos los conocimientos que aprende en el contexto en el cual vive. Por lo que supone que, se deben enseñar los métodos que establecen las relaciones existentes entre el conocimiento teórico y su aplicación en la vida cotidiana.

Al respecto, han existido diferentes estudios del desarrollo de la inteligencia y su relación con el rendimiento académico o los aspectos educativos en los estudiantes, principalmente en el nivel superior; tal es el caso del estudio de la inteligencia como factor individual que contribuye al rendimiento académico del estudiante universitario y que es determinante para el éxito del futuro profesionista; estudios sobre la relación de los estilos intelectuales con el logro académico; investigaciones en donde se han relacionado los efectos directos e indirectos de los estilos del pensamiento, las estrategias metacognitivas y la creatividad en los universitarios, entre otros (Garbanzo, 2007; Núñez et al., 2006; Gutiérrez y Salmerón, 2013).

Por lo anterior, el propósito principal de este trabajo es dar a conocer la importancia del desarrollo intelectual en el aprendizaje de los alumnos universitarios y su consecuencia en el rendimiento académico.

DESARROLLO
El aprendizaje se ha estudiado desde diversas ópticas con varias aportaciones teóricas al respecto, y se han involucrado diversos procesos psicológicos que se ven inmersos dentro del mismo, como el lenguaje que desempeña un papel muy importante en el desarrollo cognitivo. Para Vigotsky y Luria (1982) de la escuela rusa, es un agente principal en el desarrollo cognitivo; Piaget y la escuela de Ginebra (1980) consideran que depende del aprendizaje de otros medios para su desarrollo; mientras que Bruner y la escuela de Harvard consideran que es el agente principal de transmisión cultural (Fuesanta, 1984).

Con respecto al aprendizaje, los expertos antes mencionados refieren que “la interacción que existe entre el individuo y su medio ambiente como a la internalización de los resultados de esa interacción. Esta internalización consiste en la representación individual de uno mismo, del mundo y de la relación entre ambos. Indudablemente, el lenguaje está relacionado con la adquisición de muchos de nuestros conocimientos” (Fajardo Moya, 1999).

Existen otros procesos psicológicos inmersos en el aprendizaje: la percepción, la memoria, el pensamiento, el intelecto, entre otros; los cuales están relacionados entre sí y generan los procesos mentales que se conocen como aprendizaje.

Considerando el aspecto intelectual, Gardner (1994) refiere que no existe una inteligencia como tal, sino una serie de distintas facultades intelectuales o competencias, de las cuales, cada una tiene su propio origen de desarrollo, por lo tanto, corrobora que el lenguaje no es algo excepcional entre las capacidades humanas, ya que el hablar y entenderlo no parece ser muy problemático, sin embargo, leer y escribir pueden ser problemas difíciles de aprender, así como las operaciones matemáticas.

Las competencias intelectuales, según Gardner, están dadas en el individuo de acuerdo a su propia historia de vida, deben tener el dominio de un conjunto de habilidades para la solución de problemas y la potencia para encontrar o crear problemas. Estos prerrequisitos, como los llama Gardner (1994), aseguran que la inteligencia humana sea útil en determinados ambientes culturales, como por ejemplo: la habilidad para reconocer caras en una cultura donde es bochornoso no recordar a la gente. Por tal motivo propone una serie de inteligencias con las que los humanos cuentan para responder al medio ambiente haciendo uso de ellas y utilizando unas más que otras para solucionar problemas y progresar en diversos ámbitos. Este autor refiere que el desarrollo de estas inteligencias genera que el individuo aprenda de manera más efectiva.

Por otro lado, Stenberg (1985) propone a través del marco del procesamiento de la información y de las tendencias ambientalistas, la teoría triárquica de la inteligencia, que pone énfasis en los procesos intelectuales como agentes de comportamiento y de aprendizaje. Por lo tanto, la inteligencia o la capacidad intelectual son aspectos que se “sugiere” debe poseer todo alumno en un contexto educativo, y que se han utilizado para justificar y/o explicar el rendimiento académico del mismo (Coll y Onrubia, 2002).

En la actualidad no se evalúan este tipo de inteligencias, sin embargo, existen una serie de evaluaciones académicas que se aplican para determinar el tipo de habilidades intelectuales o de pensamiento que tienen los alumnos.

Los estudios refieren que los estilos de pensamiento son los verdaderos responsables del rendimiento de los estudiantes ya que puede apreciarse que cada alumno aplica sus capacidades a las tareas, problemas o situaciones de aprendizaje que se le presentan (González-Pienda et al., 2002).

Algunas investigaciones apoyan la relación entre las habilidades intelectuales y el rendimiento académico, tal como la de Zhang (2004), quien realizó un estudio en alumnos de Hong Kong (131 hombres y 119 mujeres entre 11 y 16 años de edad) a quienes aplicó dos cuestionarios: el TSI (Cuestionario de estilos intelectuales) y el STAT (Habilidades intelectuales de Stenberg). Y utilizaron las puntuaciones medias obtenidas en los alumnos en 16 asignaturas. El análisis de regresión múltiple que utilizaron para analizar los datos indicó que los estilos de pensamiento contribuyen a predecir el rendimiento académico en 14 de las 16 materias evaluadas. Los estilos predijeron el rendimiento académico más allá de las características de los estudiantes, en las asignaturas de biología, historia china, lenguaje, informática, economía y asuntos públicos, inglés, geografía, historia, ciencias integradas y religión. Se consideraron todas las variables de edad y género respectivamente.

En otro estudio, Núñez et al. (2006) midieron los estilos intelectuales, las aptitudes intelectuales y el logro académico en 2698 estudiantes de educación secundaria obligatoria en España; aplicaron el STAT para medir habilidades intelectuales; el TSQS (Thinking styles quiestionnarie for students) para evaluar estilos de autogobierno de los alumnos; y pruebas de rendimiento académico a través de la evaluación que los docentes realizan a sus alumnos. De acuerdo con los autores, los resultados del estudios indican que tanto los estilos intelectuales como la inteligencia influyen muy significativamente sobre el rendimiento académico, así como el modelo de la inteligencia influye significativa y positivamente sobre los estilos de aprendizaje (.07, p< .05). Dentro de la discusión realizada en esta investigación se concluye que tanto la capacidad como los estilos intelectuales influyen significativa y positivamente sobre el logro académico.

En México existen diversos tipos de evaluación para medir el desempeño académico de los estudiantes y de esta forma poder tomar decisiones con respecto a su calidad educativa (Ferreyra, Larrazolo, Backhoff y Sánchez, 2010):

Los exámenes de Calidad y Logro Educativos (Excale) y la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace). También, se reportan exámenes de ingreso al Nivel Superior, entre ellos el Examen Nacional de Ingreso a la Educación Superior (EXANI-II) desarrollado por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, la Prueba de Aptitud Académica (PAA) elaborada por el College Board (Keller, Deneen y Magallán, 1991), y el Examen de Habilidades y Conocimientos Básicos (EXHCOBA), éste último se desarrolló en 1992, en la Universidad de Baja California (UABC) y se estableció como examen de ingreso a la misma. Actualmente se aplica en más de 15 instituciones educativas y contiene la validez y confiabilidad de un instrumento de evaluación educativa.

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación [INEE] (2013) refiere que 6 de cada 100 jóvenes de 15 años tiene un alto dominio de la lectura, tres de cada 100 en Matemáticas y cuatro de cada 100 en Ciencias. Este indicador presenta una estimación de la capacidad de los sistemas educativos para formar jóvenes con alto desempeño en estas competencias. Los alumnos con alto desempeño cuentan con:

Un dominio sobresaliente en lectura, significa, por ejemplo que son capaces de localizar y organizar diferentes fragmentos de información no explícitos en el texto; además comprenden y emplean categorías en contextos inusuales. Los alumnos que alcanzan estos niveles, en Matemáticas, trabajan con modelos explícitos en situaciones que demandan la realización de una hipótesis; también explican y argumentan con base en interpretaciones y evidencias. En Ciencias, ellos trabajan con situaciones donde a partir de sus conocimientos realizan inferencias sobre el papel de la ciencia y la tecnología, reflexionan sus acciones y comunican sus decisiones a partir de esos conocimientos (INEE, 2009).

Como puede apreciarse, se puede suponer que el uso de las habilidades intelectuales, de acuerdo a los resultados que arroja el INEE (2013), son escasas en función de los resultados académicos obtenidos en el reporte que hace el Instituto, tomando como base las investigaciones descritas con anterioridad.

Por otro lado y de acuerdo con García:

El examen de habilidades y conocimientos básicos (EXHCOBA) es una prueba de aptitud académica que provee información de la medida en la que los aspirantes a cursar en nuestros programas educativos han desarrollado habilidades básicas, verbales y cuantitativas, además del nivel de conocimiento adquirido en las disciplinas de Español, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, considerados como necesarios para cursar con éxito sus estudios de educación superior.

Esta prueba tiene por objetivo medir el grado en que un alumno entiende conceptos básicos y conocer cómo maneja las habilidades que le ayuden a incorporar nuevos conocimientos. Es decir, evalúa nociones y no precisiones de conocimiento.

En la selección del 2012 del EXHCOBA se realizó la aplicación a 2589 aspirantes cuyo promedio general fue de 499 puntos de un total de 800, teniendo las mujeres mejor puntaje que los hombres (una media de 504 a 493 respectivamente). El puntaje más alto fue de 788 puntos y el más bajo de 326. En general, “El conjunto de los aspirantes logró un promedio de aciertos de 45,2%, de un máximo de 100%, en las 6 áreas de conocimientos evaluadas. Asimismo, el mejor desempeño conseguido por éstos fue en la evaluación de las habilidades verbales con un 49,9% de aciertos. El segundo mejor resultado se alcanzó en el área de español con 47,4% de aciertos” (García, 2012). Por otra parte, el área de conocimientos peor evaluada fue matemáticas con 33.2% de aciertos.

El College Board Puerto Rico y América Latina (CBPRAL, 2012) se encarga de desarrollar programas y servicios con el objetivo de sistematizar los procesos de evaluación y admisión universitaria para fortalecer la orientación académica y personal, con el objetivo de elevar la excelencia educativa, para llegar a igualar lo que establece Estados Unidos, pero pensado en la población de habla hispana. Esta Institución elabora diversos programas de evaluación para el ingreso a las universidades, a secundaria y a preparatoria, además del manejo del idioma inglés. El objetivo que plantea esta institución con este tipo de evaluación es el compromiso con el principio de igualdad de oportunidades para los jóvenes que desean seguir con su vida académica, combatiendo la discriminación de raza, género y el hostigamiento sexual en el reclutamiento de los alumnos a las diversas Instituciones educativas donde ofrecen sus servicios.

Para el nivel superior el College Board (2013) propone las Pruebas de Programa de Evaluación y Admisión Universitaria (PEAU) cuya estructura está compuesta de dos evaluaciones: “Prueba de Aptitud Académica (PAA) y Prueba de Aprovechamiento Académico” (CollegeBoard, 2011). La primera se compone de la evaluación del razonamiento verbal, razonamiento matemático y redacción indirecta, y la segunda de la Prueba de aprovechamiento de inglés, de aprovechamiento de español, y de aprovechamiento en matemáticas.

En este sentido, el PAA, en su componente de razonamiento verbal evalúa la aptitud de comunicación por medio del lenguaje; que corresponde a la capacidad para penetrar rápidamente en el significado y acepciones de las palabras, comprendiendo fácilmente cualquier contexto social. El razonamiento matemático hace referencia a la habilidad para comprender y usar los conceptos de cantidad, grupo, número, forma, tamaño, posición y medida. Y la redacción indirecta mide las competencia básica de redacción a través de un texto, tomando en cuenta la lengua escrita, ahí se tiene la opción de sustituir, eliminar o añadir lo necesario para su optimización.

González, Cortés, Morfín y Álvarez (2004) refieren que en septiembre de 2003 realizaron trámites de ingreso a la Universidad de Guadalajara 31 606 estudiantes de Nivel Medio Superior, 32.8% fueron admitidos. En su proceso de admisión aplican la Prueba de Aptitudes Académicas (PAA) cuyos resultados fueron:

El puntaje promedio obtenido es de 1157 puntos en una escala de 400 a 1600 puntos, una evaluación promedio de acuerdo al College Board, que es la Institución que proporciona la prueba. En la escala verbal el resultado fue de 564 y en la de matemáticas de 596, de un valor entre 200 y 800 puntos cada una. Y en esta ocasión se quedaron fuera 2 204 alumnos que obtuvieron puntajes por abajo de 1200 puntos. Cabe mencionar que el promedio de calificación obtenido en el certificado de preparatoria de los alumnos admitidos se encuentra en 85.94.

En cuanto al género, aceptaron a 30.8% de las mujeres quienes obtuvieron un promedio en la preparatoria de 87.5450 y sus puntajes en el PAA fueron de un promedio de 559.59 en el componente verbal y de 578.41 en el componente matemático. Por otra parte, se registró al 35.24% del género masculino cuyo promedio de preparatoria fue 84.30 y sus puntajes en el PAA fueron de 567.99 en su componente verbal y 614.59 en el matemático. Se puede apreciar que los hombres obtuvieron mejores puntajes en el PAA aunque sus calificaciones de preparatoria fueron más bajas que en las mujeres, superándolos en 3.2%.

En un estudio realizado en la Universidad La Salle Noroeste A. C., Bárquez Antillán y Vivian Mascareño (s/f) realizaron un estudio para determinar la validez predictiva del PAA con respecto al desempeño académico de los estudiantes de dicha Universidad en 12 de las carreras que promueve. “Se puedo detectar que existe una relación directamente proporcional, de .5, entre el desempeño académico y el puntaje del examen de admisión. También se observa una relación directamente proporcional entre en desempeño académico y el promedio de la preparatoria, con un coeficiente de correlación de .7, más alto que en la primera relación” (Bárques y Mascareño, s/f).

En cuanto a las subpruebas del PAA, Bárques y Mascareño refieren que encontraron una relación significativa entre el componente de matemáticas y el desempeño académico y el promedio de la preparatoria, pero no así con el componente verbal. De igual forma hallaron una correlación de 7 entre el desarrollo académico y el grado de preparatoria. En cuanto a la validez del PAA, determinan que tiene mayor influencia el promedio de la preparatoria que los resultados de la prueba en el desempeño académico.

CONCLUSIONES
Cuando se habla de inteligencia, capacidades intelectuales, competencias intelectuales, se considera que son sinónimos, en relación a lo que los autores antes mencionados refieren. Este concepto, con el nombre que se le designe, es de suma importancia en el aprendizaje de los alumnos, y por ende, en su rendimiento académico, por lo que, con las nuevas concepciones de educación actuales se debe considerar el desarrollo de estas habilidades dentro de la práctica del docente en el aula de clase.

Actualmente existe gran variedad de instrumentos que pueden medir las capacidades intelectuales de los alumnos para realizar diagnósticos previos al ingreso a la Universidad para establecer estrategias de aprendizaje que contribuyan a favorecer el desarrollo de las mismas, pues esto se refleja en el rendimiento académico del alumno.

BIBLIOGRAFÍA
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Bárquez, A. I. L. y Mascareño, M. F. V. (s/f). La Validez predictiva de la prueba de aptitud académica (PAA) respecto al desempeño académico de los estudiantes de la Universidad la Salle Noroeste. A.C. X Congreso Nacional de Investigación Educativa. México.

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Zhang. L. F. (2004). Revisting the predictive power of thinging styles for academic performance. The journal of Psychology, 138(4):351-370.

El desarrollo del intelecto en el rendimiento académico de alumnos universitarios. Edición Especial No. 5

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