La educación actual ha evolucionado a pasos agigantados de tal forma que ahora implementamos el llamado blending learning o enseñanza blanda, la cual nos permite a la comunidad estudiantil (alumnos y facilitares) converger en un entorno virtual de aprendizaje.
Todo esto en función de la mejora de la calidad educativa y el acercamiento más profundo entre la institución educativa y los estudiantes, ofreciendo calidad educativa, planes flexibles, posibilidades de estudio y un sinfín de formas de superarse, logrando como objetivos “Obtener la mejor versión de sí”.
Por otra parte, la interacción humana se ha visto disminuida o con términos darwinianos “ha evolucionado” de ser comunicación síncrona a ser asíncrona, mediante la implementación de chats, blogs, foros y demás herramientas que nos permiten estar conectados con decenas o cientos de personas de manera inmediata.
El conocimiento ha sufrido cambios de percepción al grado que se ha dejado de ver como la adquisición de nuevas competencias para el desarrollo a lo largo del tiempo, sino que se empieza a ver como algo efímero, algo de lo que puedes prescindir más adelante y sólo es útil para pasar el nivel actual.
Para ponerlo en contexto podemos ver la siguiente idea: Una persona con problemas de Bulimia se da atracones de comida, de manera insaludable, ya que necesita saciar su hambre como necesidad primaria, sin embargo un momento más tarde todo el alimento es depuesto sin ser digerido por el cuerpo y por lo tanto no se obtienen los nutrientes del alimento, con el conocimiento y las nuevas generaciones hemos podido constatar como en el ámbito educativo los estudiantes ya realizan una acción similar con los contenidos, ahora la tendencia es sobrecargarse de información con la finalidad de obtener una nota aprobatoria, una excelente calificación o destacar en un examen, para esto se dedican horas de estudio antes de la prueba o minutos antes de la prueba y en el momento de presentarla “vacían” toda la información adquirida momentos antes, ¡Bingo! Una excelente nota se ha obtenido después de la prueba presentada, pero, como en el caso de la bulimia, el estudiante se queda sin nada de conocimiento, ya que no dejó que la mente pudiera llegar a un proceso de metacognición de la información para poder apropiarse de los conocimientos, habilidades y destrezas que llevan al estudiante a desarrollar las competencias necesarias para ser la mejor versión de sí mismo.
Como podemos ver, la intervención de las tecnologías de la información ha apoyado que más estudiantes tengan la posibilidad de alcanzar sus metas académicas, laborales y personales preparándose académicamente, de igual manera nuevos problemas han surgido o se han hecho más notables.
La bulimia educativa es un padecimiento que no tiene distinciones de raza, genero, edad o preparación académica, es un problema real y presente en las instituciones educativas, por tanto es importante implementar medidas para que los estudiantes lleguen a la metacognición del conocimiento gracias a la guía de un facilitador, mediante la automotivación, la autorregulación y la autoconciencia de lo que conlleva estudiar en la actualidad.
Las dinámicas que propongo para prevenir, mitigar y eliminar la bulimia educativa son estrategias de evaluación práctica tales como:
- Aprendizaje basado en Proyectos (ABP)
- Evaluación de las competencias mediante proyectos transversales
- Exposición de casos prácticos de las diferentes ciencias y ramas
Todos los interesados en este tema (facilitadores, mentores, administrativos, rectoría, etc.) jugamos un papel importante es esta problemática y no podemos, no debemos hacernos sordos a la problemática, ya que esto nos llevara a tener estudiantes-ciudadanos de diez, de calificaciones perfectas para el momento y el instante de la prueba, pero al momento de estar en contextos laborales, personales y profesionales no saber nada.
Como cierre deseo concluir que lo que he llamado la bulimia educativa está creciendo y se nota cada vez más, por ello es tan importante implementar medidas precisas para poder erradicar dicha práctica.
Por Ismael Miramontes Santiago.
Ismael.miramontes@gmail.com
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