Durante cualquier época del año es necesario utilizar productos que protejan nuestra piel de los daños que el sol provoca en ella. Debido a que los momentos de exposición solar son muy grandes, el uso de cremas protectoras, la ingesta adecuada de alimentos, el uso de ropa y accesorios que inhiban, al menos un poco, los efectos de los rayos solares, son mecanismos mínimos que podemos tomar para cuidar nuestra salud.
Con el avance de la ciencia y el desarrollo de la tecnología, es cada vez más evidente que los cuidados a los que debemos someter nuestra piel son mayores que aquellos a los que hemos estado acostumbrados. Los cambios en las condiciones de la capa de ozono y el deterioro de la atmósfera terrestres han provocado que las emisiones solares, que percibimos como luz y calor, pero que van más allá de eso, sean cada vez más dañinas para nuestra piel. Debido a esto, es cada vez más común escuchar o leer que el uso de protectores solares no es ya una condición de moda sino un factor indispensable si queremos reducir las posibilidades de padecer males que afecten nuestra piel.
Bajo estas circunstancias, ser conscientes de los cuidados que requiere la piel reducirá los riesgos a nuestra salud. Entre estos cuidados está la ingesta adecuada de alimentos, de la que profundizaremos en esta nota.
La nutrición es el factor determinante para el cuidado de la piel y según el profesor de Dermatología del Centro de Salud de la Universidad de Connecticut, Meagen McCusker, sí somos lo que comemos y la condición de nuestra piel es el reflejo del bienestar y estado general de nuestra salud. Un ejemplo de esto es la ingesta de azúcar, que los médicos indican reducir y que McCusker alerta provoca inflamaciones en el cuerpo, afecta las membranas celulares y puede romper el colágeno (una proteína necesaria para mantener la elasticidad de la piel).
Por otra parte, Juliet Rodman, una dietista cofundadora del Corporate Wellness Solutions, advierte, al igual que McCusker, que es necesario alejarse de los azúcares añadidos y los aditivos que contienen muchos productos procesados. A cambio es necesario incrementar la ingesta de vegetales, de todos los colores y sobre todo los verdes (por el zinc), frutos secos y semilla, para de esta forma obtener vitaminas (A, C y E), minerales y fibra.
Otras recomendaciones de estos expertos son la de consumir salmón salvaje por su alto contenido de omega-3, necesario para mantener sanas las membranas celulares. El consumo de probióticos (contenidos en el yogur) para provocar un tránsito intestinal saludable, limitando el consumo de los lácteos sólo al yogur. La hidratación también es vital, ya que la mayor parte de nuestro organismo está compuesto por agua y funciona de forma eficiente gracias a ella, así que tomar cantidades suficientes, pero no excesivas de agua es otra recomendación importante para mantener saludable nuestra piel.
Y por último, aunado a la adecuada ingesta de alimentos, pocos azúcares e hidratación adecuada, está reducir los índices de estrés, realizar actividad física constante, dormir adecuadamente, ya que todos estos factores también contribuyen a tener una piel saludable.
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