Reflexión docente

Una de las características que distingue al hombre es su capacidad de aprendizaje. Muchas ciencias tratan de estudiar el comportamiento de los seres vivos de diferentes formas, desde nuestra gestación, nacimiento y desarrollo como seres humanos. Así como los conocimientos, valores, actitudes, virtudes y defectos que en el curso de la vida generamos.

 

Para comprender más a fondo al ser humano el hombre ha desarrollado numerosas teorías como la conductual y la humanista, representadas por Burrhus Frederic Skinner y Carl Rogers respectivamente que nos brindan las pautas para seguir y poner en práctica con nuestros alumnos y en la vida cotidiana.

 

Dichas teorías son la base para entender las necesidades de los alumnos en el aula de clases, y sobre todo generar estrategias que requieran el apoyo multidisciplinario de profesionales en el área para que los estudiantes sean capaces de conocer sus alcances, formando así a personas autónomas, seguras de sí mismas, felices y comprometidos con la sociedad.

 

Así el aprendizaje será significativo para los alumnos, ya que tendrán plena libertad de llevar a cabo en su vida diaria los conocimientos aprendidos en el salón de clases, para que dicho aprendizaje deje huella a lo largo de su camino profesional. Por tal motivo este compromiso se cumplirá siempre y cuando los docentes y padres de familia trabajen en equipo para lograr el desarrollo y bienestar de los estudiantes.

 

Nos encontramos inmersos en una sociedad donde nuestro límite es el tiempo, ya que estamos condicionados por este factor, así que si no entregamos puntualmente lo que nos solicitan tenemos una sanción en cualquiera de nuestros ámbitos. Por lo que el amar nuestra profesión, ser docente, es útil para no aburrirnos o desquitarnos con nuestros alumnos. Esta es una labor bonita y a la vez seria y exigente, porque están a mi cargo adolescentes que requieren atención y apoyo que muchas veces no la reciben con sus padres, familia, amigos, etc. quienes también forman parte de la construcción social del educando. Es así que nos corresponde brindar apoyo, comprensión y confianza a mis queridos alumnos para obtener a seres humanos plenos e íntegros.

 

Las teorías conductual y la humanista, representadas por Burrhus Frederic Skinner y Carl Rogers respectivamente; son el pilar de la educación porque se encargan de entender la conducta humana, así mismo de explicar el comportamiento, las actitudes, las emociones y la personalidad de los alumnos.

 

Gracias a estas teorías, tenemos la función de indagar porqué a veces los estudiantes ingresan al aula de clases con una actitud negativa o desafiante, ya que dichas actitudes influyen en su aprendizaje, por lo que son acreedores de un reporte, es decir de una sanción por su comportamiento, cuya consecuencia es que no se sienten motivados por aprender, además de ser criticados ante tal problemática. Pero al mismo tiempo, se presenta otra situación que requiere de análisis, porque como nos podemos dar cuenta son alumnos adolescentes, los cuales se encuentran en una etapa de cambios y crisis que hace que a veces no piensen serenamente y actúan por impulsos.

 

Entonces nuestra tarea según la teoría conductista es el reforzamiento para modificar la conducta de los alumnos y lograr resultados óptimos para obtener un aprendizaje de calidad, en el que los estudiantes se sentirán satisfechos por sus logros obtenidos mediante premios y elogios, que es lo que realizo cotidianamente en el aula; honestamente es sorprendente la forma como ellos toman estas acciones porque cuando se les menciona que obtendrán un punto general por entregar todas sus tareas o portarse bien en clases, el resultado es positivo mostrando un cambio radical en sus conductas. Pero también se manifiestan cambios negativos en ellos cuando se les sanciona por no llevar sus libros, tareas, portar adecuadamente sus uniformes, no asistir puntualmente a clases, entre otras. Respondiendo así con una actitud negativa por ser reprendidos, al grado de que algunos repiten constantemente dichas conductas que el resultado es una suspensión.

 

Resulta significativa la aplicación de la teoría conductista en el ámbito educativo, debido a que se facilita la modificación y la predicción de la conducta de los alumnos, lo cual genera resultados favorables porque como ya se mencionó anteriormente son alumnos adolescentes con los que me corresponde relacionarme la mayor parte del tiempo. Dicha convivencia tiene que ser armoniosa, es decir si ellos sienten rechazo o una conducta agresiva de mi parte, el resultado será desfavorable debido a que su atención en las clases se tornaría con poco interés y por lo consiguiente afectaría a su aprendizaje.

 

También no se puede dejar de lado a la conducta humanista en la práctica profesional, ya que el trabajo que se realiza es con personas, sobre todo con adolescentes con ganas de aprender, vivir y sentir intensamente. Los cuales necesitan de un profundo conocimiento por parte de nosotros los docentes para ser comprendidos y además de educarlos según sus necesidades y capacidades.

 

Por lo que en mi lugar de trabajo, educamos a los alumnos con valores para que ellos puedan identificarse y llevarlos a cabo en su vida diaria. Al fomentarles sentimientos, emociones y actitudes positivas ante la vida se les facilita la aplicación de estas, debido a que se organizan actividades de filantropía, donde los alumnos consiguen materiales de uso personal, higiene, vestimenta que no usen, etc. para donarlos a poblaciones de bajos recursos y son ellos los que hacen la entrega de manera personal, además de hacer demostraciones culturales con el fin de entretener y convivir.

 

Dentro del aula de clase mi función es de facilitador del aprendizaje, teniendo siempre presente el crear un clima de confianza y apoyo a los alumnos, enseñándoles de acuerdo a sus capacidades, porque la minoría presenta discapacidades de lectura o escritura que requieren de esfuerzo y tiempo para que puedan lograr la comprensión de los temas.

 

Así mismo, el aprendizaje que aplicamos es el significativo, debido a que los alumnos le dan a su aprendizaje un significado que sea útil para ellos, además de practicarlo en su vida diaria, es así como en este tiempo de convivencia con alumnos adolescentes he llevado a la práctica este tipo de aprendizaje, teniendo siempre presente que no soy la autoridad máxima y que se tienen que hacer las cosas a mi manera sino que aprendemos todos juntos porque en mi experiencia aprendo más de ellos, que ellos de mí.

 

Gracias a esta bonita labor, que es ser docente, podemos darnos cuenta de la enorme necesidad de los alumnos de ser escuchados, entendidos y comprendidos por sus docentes, ya que la convivencia es mayor con nosotros que con sus familias y por consiguiente se identifican con conductas y formas de ser nuestras.

 

Pero el objetivo es que nuestros alumnos tomen conciencia para que adquieran sus propias decisiones y elegir la manera de construir sus vidas, ante tantos cambios culturales, políticos, económicos y sociales que transforman a esta sociedad postmoderna, donde cada día se están perdiendo los valores, las personas arreglan todo con golpes, los adolescentes consumen alcohol, tabaco y drogas a temprana edad, se abusan sexualmente de los niños, etc.

 

Y entre tantas situaciones nuevas en las que nos enfrentamos, se necesita que todos nos tratemos como humanos y no como animales, que en verdad nos ayudemos unos a otros para cambiar las conductas de esta sociedad, porque para pedir un cambio primero tenemos que cambiar nosotros.

 

Por todo lo anterior es necesario pensar que estas dos teorías, la teoría conductista y humanista son de vital importancia en la educación, ya que el trabajo es arduo, necesitando de paciencia para poder ayudar a nuestros profesionistas del mañana, debido a que son personas diferentes y requieren de distintas maneras de aprender, priorizando también la personalidad porque si los alumnos están en la escuela por necesidad ni él mejor docente lograría óptimos resultados con ellos, pero si es por convicción el aprendizaje es más fácil y la convivencia con los estudiantes es enriquecedora.

 

Siempre se necesitará el reforzamiento para adquirir de la mejor manera los conocimientos, y se enfatizan más si es de manera positiva, especialmente la motivación tanto intrínseca como extrínseca porque si el alumno le agrada aprender, se prepara de forma autónoma y lo lleva a la práctica, entonces ese alumno obtendrá la habilidad para desempeñarse en el ámbito laboral, consiguiendo insuperables objetivos en la empresa donde se desarrolle.

 

Esta es la finalidad de educar a nuestros alumnos para que el día de mañana se encuentren preparados para enfrentar cualquier situación que se les presente y realmente saber qué hacer o por lo menos buscar ayuda profesional cuando no encuentren una solución eficaz.

 

Por otra parte, no se podría olvidar la parte humana en el ámbito educativo porque es la base para que el alumno aprenda a socializar y a elegir a sus amistades, que muchas veces pueden ser personas problemáticas pero que al fin de cuentas ellos están sabedores de que no les conviene tratar con ese tipo de personas, puesto que lo único que conseguirán es estar en conflictos con consecuencias negativas, como enfrentarse a la ley. Para esta situación el alumno adolescente debe permanecer en escuelas o espacios que brinden actividades extracurriculares que lo mantengan ocupado y que al mismo tiempo le agraden para sentirse plenos y satisfechos.

 

Pero esta responsabilidad no es nada más de nosotros los educadores sino también de los padres de familia quienes están a cargo de sus hijos y que son la principal fuente de educación, cuyos valores, principios y reglas son aprendidos por medio de este primer círculo social. Ya que frecuentemente son los padres los últimos en enterarse de lo que realizan sus hijos en la escuela, debido a que están más preocupados por otras cuestiones, dejando a un lado al estudiante, y este al sentirse solo busca a fuera lo que no puede encontrar en casa.

 

Es por esto que considero que los padres de familia deberían de participar de manera activa en el aprendizaje de sus hijos, iniciando por asistir a las juntas de la escuela, asistir de manera oyente a una clase de sus hijos para que ellos mismos observen el comportamiento y el avance que presenten en el aula, además de enseñar a los alumnos oficios para que se preparen a futuro en el ámbito laboral; es decir que se note el trabajo multidisciplinar tanto de los docentes, profesionales y padres de familia, con el único objetivo de que el alumno se sienta amado, respetado, escuchado y satisfecho con su labor como estudiante.

 

Finalmente se puede mencionar que tanto los docentes como los alumnos tienen el papel de ser activadores de la educación y que si se equivoca el docente debe tener plena conciencia de aceptar que su alumno lo ha superado, en cuanto al alumno es primordial que este se responsabilice de su desempeño y que también se tome en serio su función, que no va a estar sentado en una silla sin realizar sus tareas, investigar, etc. sino que se entregará de lleno a motivarse con su propio aprendizaje.

 

A todos los docentes nos preocupa el desarrollo de los alumnos que son el futuro de esta sociedad, por esto es que una de nuestras funciones es acompañarlos en este camino tambaleante para que aprendan que con la dedicación se pueden lograr las cosas a pesar de las circunstancias y adversidades que se presenten.

 

Por Jiménez Castellanos Luis Alberto y López Solís Norma Patricia.

Estudiantes de Universidad Etac, Coacalco.

 

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