La carrera presidencial, los debates y su utilidad

Las votaciones de julio en México han sido peculiares, los políticos se han encargado de enfrascarse en una lucha de dimes y diretes donde la idea principal fue desprestigiar y hacer quedar mal al otro, olvidado lo importante, dar a conocer sus propuestas y cómo van a afrontar las problemáticas que azotan a nuestro país.

Después de dos debates presidenciales donde los temas importantes de seguridad, educación y combatir la pobreza pasaron a segundo término, pues la relevancia en los candidatos se centró en cómo lidiar con el problema llamado “Trump” y siguiendo la línea de todos los debates; atacando a sus contrincantes y sacando sus trapitos al sol, sobre todo contra López Obrador, quien va a la cabeza en las encuestas.

En los dos debates encontramos a un Anaya muy preparado con apoyos visuales y estadísticas, a mi parecer el hombre más preparado de todos, sus propuestas son buenas y si a eso le agregamos el léxico que utiliza para expresarlas, suenan más innovadoras, aunque algunas de ellas me parecen que no funcionarían del todo en un país en vías de desarrollo y si a esto le sumamos el gran problema de sus actos de corrupción que lo tienen en el ojo del huracán del pueblo mexicano, lo hacen no ganar los puntos que necesita para alcanzar a López Obrador. También destacar que después del primer debate y donde sus números no mejoraron Margarita Zavala opto por retirarse de la candidatura.

Por su parte José Antonio Meade tiene un currículum basto con dos carreras y experiencia en varios sectores del gobierno que puede indicar que no ha estado lo suficientemente preparado para los cargos que ha desempeñado, pues en todos ha durado muy poco o bien tiene la capacidad para desenvolverse en diferentes áreas del gobierno, sin embargo, durante los debates, sus propuestas me parecen más de lo mismo del pri y en contexto se ha dedicado más a tratar de convencer a la gente de que él no es corrupto y que su compromiso es con México.

Hablemos un poco del candidato de Morena, al parecer el candidato más honesto de todos, López Obrador (AMLO) tiene algo que le ayuda mucho, ser el candidato del pueblo, un hombre que siempre recuerda las cosas buenas que hizo durante su gestión en el Distrito Federal y que promete ayudar a la gente y acabar con la corrupción y la “mafia del poder”, sin embargo algunas de sus propuestas no tienen muchos argumentos y durante el debate se le vio nervioso al grado de contestarle a Ricardo Anaya con un “Ricky Riquín Canallín”.

Por último, Jaime Rodríguez “El Bronco”, el único candidato independiente y hasta abajo en las encuestas, el gobernador de Monterrey mantiene propuestas radicales como mochar la mano (literal) de los ladrones, con su forma de divertir haciendo un espectáculo.

Los candidatos a llegar a los Pinos no han parecido demostrar que merecen estar ahí, y parece que se optará por el menos malo, es una tristeza que en un espacio para debatir y compartir sus ideas a todo el pueblo mexicano pierdan su tiempo peleando y desprestigiando a sus competidores.

AMLO va a la cabeza por ser alguien con quien el pueblo se identifica, no por sus propuestas y porque las estrategias que planea usar sean las mejores. Ojalá el pueblo elija bien, que el INE sea transparente y mantenga la corrupción fuera de estas elecciones.

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Por Luis Enrique Sánchez Rojas.
Estudiante de Licenciatura en Administración de empresas de la Universidad Etac, Coacalco.

Referencia de imagen: http://www.manufactura.mx/industria/2018/04/18/los-candidatos-presidenciales-en-blanco-y-negro

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