Enseñar normas caligráficas. ¿Utopía en las clases de lengua en la escuela primaria? Edición Especial No. 5

Autores: Carlos Luis Fundora Martínez y José Antonio Colomé Medina.

RESUMEN
Uno de los aspectos de la asignatura Lengua Española en la escuela primaria que menos se investiga está relacionado con la enseñanza de las normas caligráficas que garanticen una escritura legible, sin embargo, se reconoce que existen problemas tanto en su enseñanza como en su aprendizaje que requieren de atención. Por tanto, en este trabajo se harán consideraciones tanto teóricas como metodológicas en función de contribuir a su perfeccionamiento en las clases de lengua en la escuela primaria.

PALABRAS CLAVE: Escritura, caligrafía, normas caligráficas.

INTRODUCCIÓN
La lengua escrita en la vida moderna y particularmente la escritura constituye una forma especial de comunicación, que se fundamenta en un sistema de signos gráficos integrados que permiten en la práctica la transmisión de significados. En este sentido, hay que recordar la advertencia que hizo el destacado educador cubano Raúl Ferrer en cuanto a la necesidad de saber que “escribimos para los demás” (Ferrer, 1980). Por tanto, es imposible negar su importancia en el proceso formativo del individuo. De ahí que lingüistas, psicólogos y pedagogos se preocupen y ocupen por investigar acerca de la escritura.

Se reconoce que la caligrafía es parte de la escritura y que se ocupa del estudio de los rasgos, el trazado y los enlaces que conforman las letras del alfabeto cursivo, así como la inclinación y la uniformidad. En consecuencia, enseñar normas caligráficas en las clases de lengua se erige como una exigencia inherente a la asignatura de Lengua Española en la escuela primaria, que tiene como objetivo general lograr una escritura correcta y una actitud caligráfica que favorezca su utilización en todo momento.

Al respecto, es necesario tener presente que “lo relacionado concretamente con la Caligrafía no ha sido tan estudiado como otros aspectos aparentemente más atractivos” (Coto, 2008); sin embargo, en diversos informes de la Comisión Nacional de Español se plantea que presenta afectaciones en el cumplimiento de los logros establecidos para este nivel educativo. Por tanto, se confirma que enseñar normas caligráficas en las clases de lengua en la escuela primaria es uno de los problemas que debe ser atendido por directivos y docentes.

En la búsqueda de los antecedentes y fundamentos teóricos y metodológicos de esta problemática se apreció que los investigadores cubanos que han abordado aspectos sobre la caligrafía son González (1979), Torres (1995), Bravo (1996), Santos (2000), De Jesús (2007), Coto M. (2008), Arias (2008) y Valdés (2010), entre otros. Los fundamentos teóricos que revelan los estudios realizados por estos autores, así como las propuestas de solución elaboradas, constituyen valiosos aportes a tener en cuenta en la renovación del proceso de enseñanza-aprendizaje de la caligrafía en la escuela primaria.

DESARROLLO
En la actualidad el alfabeto español consta de 27 grafías que se estructuran mediante la integración de óvalos y rayas, que al sintetizarse permiten la obtención tanto de la forma como del trazado. Dentro de los diferentes sistemas de escritura es importante destacar la diversidad de los diferentes tipos de letras. En Cuba se utiliza la letra cursiva o enlazada “con el fin de obtener un tipo de letra de trazado más sencillo, y por tanto de más fácil aprendizaje” (González, 1979).

La letra cursiva o enlazada, a diferencia de la letra script o molde/imprenta, permite no sólo la flexibilidad de los movimientos motrices sino que también es más fácilmente recordada. Es una letra que garantiza su empleo en diversos ejercicios caligráficos, pero además en la toma de notas, en la elaboración de todo tipo de documentos manuscritos: cartas, resúmenes, entre otros. Este tipo de letra, revela la cultura que posee su portador, además que en su empleo el lector reconoce las cualidades estéticas que caracterizan al autor desde las formas y rasgos de la caligrafía, muchos estudios psicológicos emplean está práctica para identificar rasgos de la personalidad del individuo.

Figura 1. Modelo que ilustra el alfabeto cursivo en la escuela cubana.

En Cuba, desde 1976, se introduce la enseñanza de la letra cursiva desde el primer día de clases en el primer grado. Dentro de los criterios experimentados acerca del uso de la letra cursiva en la escuela se asume, según Brueckner y Bond (1975) que la escritura cursiva es una de las dos formas predominantes en las escuelas. Que surgió como respuesta de las constantes demandas de una escritura fluida y fácil, es el tipo normal usado por los adultos y se le atribuye una mayor velocidad en el acto de escribir.

Es importante recordar que para que lo escrito sea entendido por todos debe caracterizarse por la utilización de una adecuada caligrafía.

El antecedente más inmediato del aprendizaje de la caligrafía está en el grado preescolar por medio de la Preescritura y en la etapa de aprestamiento en primer grado a partir del área de desarrollo “Control muscular”. Es en esta etapa donde el infante adquiere la motricidad necesaria para marcar sus primeros trazos. Posteriormente, podrá hacer con mayor exactitud líneas y óvalos que podrá combinar con rasgos y formas que le permitirán hacer una escritura donde se diferencie el alfabeto mayúsculo y minúsculo que se emplea en instituciones cubanas.

Etimológicamente la palabra caligrafía proviene del griego y significa escritura bella. Esta definición se aplicaba a los escritos realizados en tinta, aunque de igual forma refiere a inscripciones en piedra o grabados en metal. Varias son las definiciones que aparecen en la literatura especializada son:

•    Es el arte de escribir con letra hermosa (Diccionario Océano Práctico de la Lengua Española, 2000).
•    Del griego kaligraphia, escritura bonita, arte de escribir con letra pulcra (Gran Diccionario Enciclopédico, 2000).
•    Es el “arte de escribir con letra bella y correctamente formada, según diferentes estilos” (Gustems, 2012).
•    “(…) el arte de escribir con letra correctamente formada y según las normas de estilo y como conjunto de rasgos que caracterizan una escritura” (Filipps, 2005).

Aunque se reconoce el valor de las definiciones anteriores en esta investigación se asume la siguiente por considerarla en consonancia con los propósitos en la Educación Primaria y por constituir un instrumento de gran importancia para el registro y comunicación de las ideas a través de la escritura: la caligrafía es “el arte de escribir con bella letra en cuanto a su configuración, por cuanto se caracteriza por poseer; nitidez, legibilidad, uniformidad y corrección en el trazado al tener en cuenta las formas y estilos de una persona” (Argüelles, 2009).

De ahí que resulta imprescindible establecer normas que favorezcan el trazado y enlace de la letra cursiva para con ello obtener una escritura que se distinga, entre otras cualidades a lograr, por su legibilidad que precede a la comprensión de lo leído.

En el diccionario de la Real Academia Española se plantea que una norma es una medida que controla el comportamiento del ser humano. Se asumen las normas caligráficas como “las regulaciones que se exigen por los miembros de una determinada comunidad lingüística, y que garantizan la nitidez, legibilidad, uniformidad y corrección de los trazos, rasgos y enlaces” (Argüelles, 2009).

A continuación siete puntos importantes para tener una buena caligrafía:

1.- El inicio del trazado debe ser preciso.
2.- Se deben practicar bien los trazos elementales.
3.- Estudiar la figura y forma de las letras.
4.- Practicar bien el enlace de las letras.
5.- El ladeo.
6.- La proporción de cada letra que al unirse forma una palabra, creando uniformidad.
7.- La distancia existente entre cada letra.

Se reconoce que la calidad de la letra y su legibilidad dependen de varios factores (neurológicos, maduración, tiempo de práctica, entre otros); pero se coincide con Coto (2008) en que el principal factor es la dirección del proceso de aprendizaje de la caligrafía por parte del maestro. De ahí que se aborden algunas consideraciones tanto teóricas como metodológicas en función de contribuir a su perfeccionamiento en las clases de lengua en la escuela primaria.

Un aspecto importante al trabajar la caligrafía es tener en cuenta los requerimientos para una postura correcta al escribir (González, 1979). En este estudio se consideran, entre otras:

•    La atención a la postura adecuada del cuerpo al sentarse.
•    La colocación de la libreta en forma inclinada al escribir.
•    La forma de sujetar el lápiz o bolígrafo.
•    El intervalo entre los ojos y la base en la que se escribe.

Lo anterior es válido siempre que se aplique con naturalidad, de manera que el alumno se sienta cómodo; en la medida en que mantenga una postura adecuada, mejor será el resultado de su trabajo.

En correspondencia con lo anterior resulta clave para conducir la enseñanza de la caligrafía conocer las etapas o momentos por los que transita su tratamiento. Al respecto, González (1979) consideraba los siguientes:

•    Preparación inicial.
•    Presentación, explicación y realización de los ejercicios.
•    Control de las actividades.
•    Indicación y revisión de las tareas.

Por su parte, los autores de las Orientaciones metodológicas de la asignatura Lengua Española en la Educación Primaria precisan que el trabajo con el componente caligrafía presenta distintos momentos para su realización:

•    Preparación.
•    Presentación y explicación de la actividad por parte del maestro.
•    Realización de la actividad por parte de los alumnos.
•    Control de las actividades.

Como se puede apreciar, entre ambas propuestas hay diferencias y semejanzas. Por tanto, se considera que en el proceder metodológico para la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de la caligrafía no pueden faltar los siguientes momentos:

•    Motivación o preparación de la actividad. Es necesario sensibilizar a los alumnos para este tipo de actividad. En este primer momento el maestro les dirá a los alumnos la actividad a realizar y para qué. Además, cuando sea necesario, se realizarán ejercicios para garantizar las condiciones previas a las actividades que se realizarán posteriormente.
•    Presentación y explicación de la actividad por parte del maestro. En este momento es esencial la demostración en la pizarra de cómo se deben hacer los ejercicios. Lo anterior puede hacerlo el maestro o un alumno bien preparado. Cuando se trate de copia de palabras, oraciones y, fundamentalmente de letras, el maestro indicará su lectura y después dirigirá la atención hacia cómo trazar las letras, los enlaces que las unen, y todos los detalles que considere necesarios en correspondencia con lo que deben escribir, así como el aspecto ortográfico. Las actividades de copia se dirigirán a través de la muestra del propio cuaderno del alumno, aunque el maestro realice en la pizarra la demostración de aquellos rasgos, letras y palabras que lo requieran.
•    Ejecución o realización de la actividad por parte de los alumnos. Este momento ocupará el mayor tiempo mediante el trabajo independiente de los alumnos, pero siempre bajo el control del maestro. Se insistirá en que lo importante es la calidad en la ejecución de cada ejercicio que realicen.
•    Control de las actividades. Se realizará durante toda la clase para hacerles las observaciones y rectificaciones necesarias. Es importante en todas las clases la comparación de su trabajo con la muestra para que ellos mismos hagan la valoración de sus actividades, además, deben compararse los trabajos realizados por diferentes alumnos y destacar los logros alcanzados por unos, y señalar en otros aquellos aspectos que deben mejorar. El reconocimiento y estímulo oportuno es esencial en cuanto se produce el mínimo de los avances en la tarea, la que debe ser paciente, organizada, productiva y sistemática.
•    Indicación de tareas. Esta se indicará y revisará en el momento más oportuno en el que su contenido se vincule con los restantes que se aborden en la clase. Se tendrá en cuenta su extensión con referencia al resto de las actividades que como tarea se orienta para la casa. Es importante que los alumnos comprendan el contenido del ejercicio señalado y la forma en que deben realizarlo. Su revisión ha de ser sistemática y crítica, lo que permite desarrollar hábitos de cumplimiento y estudio.

En la dirección de la enseñanza de la caligrafía en la Educación Primaria desempeña un papel importante la forma en que se conciban los componentes del proceso de enseñanza–aprendizaje; al respeto se realizan consideraciones importantes:

La formulación del objetivo de la clase con la intencionalidad de la utilización de contenidos caligráficos.
El objetivo es el propósito y las aspiraciones que se pretenden formar en los alumnos; es elemento orientador del proceso y responde a la pregunta “¿Para qué enseñar?”. Muestra el trabajo en clase, condicionado a las normas de la época.

Lo anterior evidencia que cuando se planifique la clase de Lengua Española, en el objetivo se enuncian los propósitos y las aspiraciones que se deben lograr con el uso de los contenidos caligráficos. Asimismo debe formularse en razón de los resultados a esperar, de forma tal que incluya de forma integradora lo cognitivo-instrumental (conocimiento, habilidades) y lo motivacional-afectivo (sentimientos, motivos, actitudes).

En los programas de tercero a sexto grados se precisan como objetivos generales esenciales a lograr en el trabajo con el componente de caligrafía los siguientes:

La determinación del contenido caligráfico a enseñar es parte de una sociocultura, la cual se adquiere por el estudiante y pertenece a los objetivos propuestos. Es la parte subjetiva del proceso y responde a una pregunta: ¿Qué enseñar? Aquí se identifican tres sistemas que se relacionan entre sí, los cuales son: el sistema de experiencias de la actividad creadora, el sistema de relaciones con y hacia el mundo y, el sistema de conocimientos que son las habilidades y los hábitos.

Para determinar el contenido caligráfico el maestro ha de considerar qué es lo que debe aprender el alumno, a qué aspecto caligráfico dedicará mayor o menor tiempo y qué exigencias tendrá en cuenta para estimular el desarrollo de los alumnos, mediante tareas docentes cada vez más complejas.

Resulta necesario entonces, que el maestro seleccione el sistema de conocimientos y las habilidades que deben ser insertados explícitamente en la estructura del contenido a partir de que no estén plasmados en el programa de la asignatura Lengua Española y sin embargo, sean necesarios para alcanzar el objetivo de la caligrafía en la Educación Primaria.

Se consideran como contenidos esenciales en la enseñanza de la caligrafía los siguientes ejercicios: el trazo de óvalos y rayas sobre hojas pautadas, densidad del ovalo y de su fluidez de rayas solas, en escritura con rasgos primarios para continuar en cursivas y hacer letras minúsculas seguidas de cursivas, hacer transcripciones de textos sobre distintos temas.

La utilización de métodos y procedimientos para la enseñanza de la caligrafía.
El método de enseñanza es un componente del proceso de enseñanza-aprendizaje que está determinado por el objetivo y el contenido. El método viabiliza, conduce y da respuesta a la pregunta: ¿cómo desarrollar el proceso?, presupone el sistema de acciones de maestros y alumnos dirigido al logro de los objetivos. Por ello es necesario determinar las formas de dirigir este proceso. De la gran variedad de métodos que existen para la enseñanza se consideran esenciales para la caligrafía los siguientes:

La demostración.
La demostración del maestro es el mejor ejemplo para el alumno al escribir. Este método es imprescindible, porque la imitación es la base de la escritura, y lógicamente tiene que ser el maestro el mejor “patrón” que los alumnos deben imitar. Antes de ejercitar el trazado en las libretas, se requiere que el maestro lo demuestre en el pizarrón y conduzca la observación de los alumnos a las características de cada tipo de trazo y encale.

Trabajo independiente
Es la organización por parte del maestro de las actividades de los alumnos, de forma tal que estos las realicen solos. Por lo general, los alumnos aún no han desarrollado las destrezas necesarias para trabajar por su cuenta. Para usarlo como método debe tenerse en cuenta, además de lo expresado anteriormente, que el alumno posea los conocimientos previos necesarios que le permitan operar eficientemente. Exige una meticulosa preparación por parte del maestro, para que haga la selección de las actividades y, saber cuáles son las orientaciones que se van a otorga al alumnado para que les sirva de pauta en el trabajo. Por otra parte, el maestro debe tener un control en clase, ya que ello sirve para consolidar los conocimientos.

Para la enseñanza de la caligrafía se pueden emplear procedimientos que el maestro puede indicar en cualquier momento del curso escolar. Entre ellos está:

Trazados en el aire y en la superficie de las mesas o pupitres.
Esto se realiza previo al ejercicio en el cuaderno, para hacerles ver cómo se hace. Y al mismo tiempo, para que adquieran la representación cinética, dando así una atención primordial al movimiento respectivo para facilitar la indicación psicomotora.

La copia.
Este es otro proceso que si se aplica adecuadamente puede contribuir a la formación de estereotipos motores, gráficos y visuales. Es decir, es un método viso-motor que pone atención a la imagen gráfica de la palabra, por medio de la fijación de la imagen motora, para ello se debe hacer de forma consciente y activa. Está dirigida a comprobar el dominio del trazado y enlaces de los grafemas. Además permite ejercitar la lectura, la interpretación y la expresión oral. Las copias en papel liso son importantes para adiestrarlos en su uso. Se pueden emplear textos de contenidos de las distintas asignaturas, lo que permite vincularlas con la caligrafía.

La transcripción.
Al igual que la copia, permite la ejercitación de la lectura, la interpretación y la expresión oral. Se utilizan textos de diferentes asignaturas, noticias de actualidad, informaciones breves publicadas en revistas, etc., lo que permite comprobar el dominio del trazado y enlaces de los grafemas.

La observación.
Dirigir la observación atendiendo a los rasgos comunes de algunas letras con el objetivo de que se percaten de sus semejanzas y diferencias, así como de los tipos de enlaces.

La explicación.
Esta fase tiene que estar muy bien planeada ya si no se plantea adecuadamente se pude excluir a los alumnos del trabajo, lo que ocasionaría aburrimiento por estar inactivos. Aquí es importante el orden, ya que por medio de él los alumnos siguen lo expuesto por el profesor. Se usan las preguntas retoricas o preguntas que atraigan la atención del oyente, pero éstas no precisan una respuesta por parte del alumno. De igual forma debe ser amena y variada, es importante utilizar la observación. También es aconsejable usar ejemplos. Durante el momento de la explicación no puede haber imprecisiones que provoquen distraimiento, se deben indicar actividades para que el alumno esté siempre atento.

Dictado.
Este es un método audio-motor, es decir, da pauta para enfatizar en la imagen gráfica de la palabra a través de la percepción auditiva. El objetivo primordial de estos puntos es comprobar los conocimientos caligráficos adquiridos por el alumno, por consiguiente, su empleo es menos frecuente.

La utilización de medios de enseñanza como recursos o apoyatura al contenido caligráfico.
Los medios de enseñanza son los elementos facilitadores del proceso, responden a la pregunta “¿con qué enseñar-aprender?”, compuesto por un conjunto del sistema de objetos reales, sus instrumentos y representaciones de apoyo material para continuar con los objetivos.

Los medios más utilizados para la enseñanza de la caligrafía son:
La libreta de caligrafía, que tiene por objetivo ejercitar la escritura para llegar a tener una letra clara, fluida, armónica y a su vez, poseer un ritmo rápido y mejor que el grado anterior.

Como modelo visual se utiliza un cartel con el alfabeto, el cual tiene por objetivo que aquellos alumnos que tienen ciertas deficiencias en su escritura puedan mejorarlas viéndolo.

La tarjeta didáctica en la que se presentan los rasgos que componen cada letra, así como su integración, lo que permite el análisis y la síntesis.

El pizarrón es un medio esencial y la forma en que se va a emplear se ha de considerar al preparar la clase. Se usa como medio de presentar, para su análisis colectivo, las muestras de las formas de trazar y enlazar los rasgos, las letras, los enlaces; para la ejercitación individual de los alumnos cuando tienen dificultades.

La concepción de la evaluación (sistemática e integral) en el trabajo con la caligrafía.
La evaluación es el componente regulador. Se relaciona estrechamente con los objetivos y permite ir valorando durante el sistema de clases en qué medida se logran los propósitos planteados, para de esta forma, determinar la efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje. La evaluación tiene un doble carácter: brinda información acerca de la actividad del maestro y la de los alumnos, además es el criterio que permite reorientar la actuación del maestro siempre que sea necesario. Debe tener un carácter dialéctico, sistémico y evaluarse a partir de criterios científico-pedagógicos la adquisición del contenido caligráfico, lo que supone conocimientos, habilidades y actitudes para la comunicación escrita, mediante la realización de diferentes tareas docentes que de forma sistemática y diferenciada permitan precisar la solidez de los conocimientos adquiridos. Abarca el control del maestro y el autocontrol del alumno.

La determinación de las formas de organización de la enseñanza de la caligrafía.
La forma organizativa es un componente muy polémico; se discute a menudo si constituye parte del proceso o si solamente conforma el “marco organizativo” del mismo. Esta doble condición le confiere singularidad a su estudio, pues se trata de un componente de naturaleza especial al contener a los demás y propiciar u obstaculizar el adecuado desarrollo de los mismos. Se reconoce como las diversas formas en las que se expresa la relación profesor-alumno, o sea, la confrontación del alumno con la asignatura de aprendizaje bajo la supervisión del maestro. En este sentido, es de valor tener presente:

−    El trabajo frontal: El maestro presenta tareas docentes con fines caligráficos a los alumnos simultáneamente, lo que supone la búsqueda y solución colectiva de las mismas.
−    El trabajo en grupos: El maestro separa en pequeños grupos a los alumnos y les asigna determinadas tareas docentes con propósitos caligráficos para que las resuelvan colectivamente. El maestro orienta, sugiere y controla a los grupos en la realización de las mismas de manera que se produzca desarrollo en todos y cada uno.
−    El trabajo individual: El maestro asigna una tarea docente con fines caligráficos al alumno para resolver de manera independiente, a partir de su ritmo de aprendizaje, su nivel de desarrollo real y potencial.

Finalmente, se desea insistir en dos aspectos esenciales: los trabajos escritos han de realizarse con requerimientos ascendentes en la extensión y complejidad y; lo importante no es escribir mucho, sino escribir bien. Ello evitaría el desinterés y desprecio por este tipo de actividad.

CONCLUSIONES
La escritura constituye una forma especial de la comunicación y la caligrafía como aspecto inherente a ella, tiene como objetivo general tanto el logro de una escritura correcta como de una actitud caligráfica que favorezca su utilización adecuada en cada momento; de ahí su importancia en el proceso formativo del individuo desde las edades más tempranas.

Enseñar normas caligráficas en las clases de lengua en la escuela primaria es un proceso constante y gradual mediante el cual se desarrollan habilidades y destrezas psicomotrices que permiten sentar las bases para escribir con soltura y legibilidad. Para ello resulta esencial el tratamiento, desde los primeros grados de elementos fundamentales como los rasgos, el trazado y los enlaces que conforman las letras del alfabeto cursivo, así como la inclinación y la uniformidad.

Finalmente: “enseñar y aplicar normas caligráficas es un proceso continuo que debe estar presente en todas las clases de lengua y asignaturas”.

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Enseñar normas caligráficas. ¿Utopía en las clases de lengua en la escuela primaria? Edición Especial No. 5

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