“Citius, Altius, Fortius”: más rápido, más alto, más fuerte. Este lema con el que se abanderan los Juegos Olímpicos encierra una dogmática que combina el aprendizaje con el deseo de superación, pues, todo en la vida del ser humano implica un aprendizaje, desde el nacimiento hasta la muerte, así que no es extraño que, en busca de su perfeccionamiento, las mujeres y los hombres de este país tengan el ferviente deseo de mejorar a través de seguir estudiando un Posgrado.
Y es que Senlle, Martínez y Martínez (2001) sostienen que el principio del mercado global que rige actualmente es el siguiente:
“Hoy todas las empresas han de ser consideradas de servicios y por tanto necesitan contar con una gestión orientada a la satisfacción del cliente. La improvisación en el trato con clientes internos y externos tiene, necesariamente, que dar paso a la tecnificación de las relaciones interpersonales. Para poder mejorar el servicio se debe medir su calidad antes de realizar cambios, por lo que deberá estar suficientemente clarificado el concepto de medida de la calidad en el servicio” (p. 15).
A decir de Humberto Muñoz (2011), desde la década de 1970 el mundo comenzó a vivir en la sociedad del conocimiento, que considera intercambios de saber en tiempo real, mismos que generan más saber en una cadena ininterrumpida que se prolonga hacia el infinito, aparejado a ello la humanidad ha descubierto que el conocimiento genera valor y riqueza y que por tanto puede ser comercializable, ya que se constituye en un servicio.
Esto es conceptualizado por Vargas y Aldana (2007) como:
“El conjunto de actividades, actos o hechos aislados o secuencia de actos trabados, de duración y localización definida, realizados gracias a medios humanos y materiales, puestos a disposición de un cliente individual o colectivo, según procesos, procedimientos y comportamientos que tienen un valor económico y por tanto, traen beneficios o satisfacciones como factor de diferenciación” (p. 57).
En resumen, los hoy licenciados se ven inmersos en un mundo que les exige una respuesta inmediata en tiempo real, no sólo sobre conocimientos, sino en el uso de competencias transversales de alto impacto, como el manejo de la tecnología, la comunicación oral y escrita, no sólo en la lengua materna (español) sino también en inglés. Esto les dará el factor que los diferenciará del resto de los egresados, ya que tendrán las herramientas para dar no sólo la competencia sino el resultado ganador en cualquier ámbito en el que se desempeñen.
Desde el año pasado la humanidad se ha enfrentado con el panorama nunca avizorado de la pandemia derivada de la covid; esto puso en perspectiva la tradicional forma de enseñar y del reto de preparar a nuestros estudiantes para asumir el panorama que se estaba desarrollando, fue por ello que Aliat asumió la postura de Buendía (2011), ya que ha buscado avanzar en un proyecto educativo e institucional con altos índices de creatividad, entendida como la capacidad de descubrir soluciones originales, por ello actualmente todos los Campus de Aliat Universidades cuentan con herramientas tecnológicas de vanguardia (plataforma Teams para las clases, BrigthSpace para los contenidos, acceso a Bibliotecas Digitales, etc.), y con apoyo de Líderes mentores, Coordinadores y demás personal administrativo, que buscan propiciar un alto impacto en la formación de los estudiantes.
Por ello Aliat Universidades, a través de su Campus Tequis específicamente, ofrece programas de Maestría en Derecho con altos estándares, como la Maestría en Criminología (esta revisa desde el origen del delincuente desde su ámbito biológico, psicológico, social, su relación con las instituciones de procuración y administración de justicia, así como los perfiles específicos de la delincuencia y su nexo con disciplinas como la medicina) y la Maestría en Juicios Orales (que estudia sus orígenes, diversificación hacia los juicios orales civiles, mercantiles y familiares, estudio de la justicia alternativa, la carpeta de investigación, la mediación, la etapa del juicio, las pruebas, la sentencia, los recursos, etc.).
Estas Maestrías no sólo dan al profesionista del área jurídica una profundización en dichos temas sino que preparan al aspirante desde el proceso de admisión, dándole herramientas para perfeccionar sus habilidades de investigación y el dominio del idioma inglés, abriéndole las puertas para poder publicar sus investigaciones en la Revista Conexxión de la Universidad, en resumen, le abren un mundo de posibilidades que le permitirán destacar e integrase a un círculo ganador donde sólo existen “los mejores, y punto”.
¿Aceptas el reto?
Por Adriana Rodríguez López.
Directora Académica de UTAN, Tequis.
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