El aprendizaje autorregulado generador de estudiantes autónomos Año 2. Número 5
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RESUMEN
El presente artículo contiene reflexiones sobre el aprendizaje autorregulado como una exigencia en la educación actual para formar alumnos autónomos responsables de su propio aprendizaje, para que sean capaces de asumir su responsabilidad en el aprendizaje, y comprendan cómo aprenden, qué les motiva para hacerlo, por qué y para qué lo hacen.
PALABRAS CLAVE: Autorregulación, aprendizaje, autonomía.
INTRODUCCIÓN
“Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción” (Freire, 1997).
Cuando la educación transita del enfoque tradicionalista al constructivismo en el proceso de enseñanza aprendizaje, el alumno se convierte en un ser activo, responsable de su propio aprendizaje, el cual él debe ir construyendo “en un proceso compartido” (Coll, 2007). Se propone desarrollar en el alumno otras habilidades como el sentido crítico, la iniciativa personal, la automotivación, pero sobre todo la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas.
Así, surgen teorías de aprendizaje como las de John Dewey (1998) y Vygotsky (2004), entre otros, que conciben un alumno activo, responsable de su propio aprendizaje, el cual él solo debe ir construyendo, desarrollando el sentido crítico, la iniciativa personal, la automotivación, y principalmente la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas.
Ante las exigencias que de ello se derivan, es fundamental que la educación en todos sus niveles contribuya al desarrollo de las competencias para la vida en cada uno de sus alumnos (Delors, 1998). Es por eso que la educación básica actualmente está dando un giro a la Reforma Integral de Educación Básica (RIEB, 2009), contemplando en cada proceso el desarrollo de las competencias, las cuales movilizan los saberes y conocimientos para lograr objetivos concretos.
Se hace indispensable formar alumnos autónomos, responsables de su propio desarrollo, que sean capaces de asumir su responsabilidad en el proceso de aprendizaje, que se den cuenta de cómo aprenden, qué les motiva para hacerlo, por qué y para qué lo hacen.
DESARROLLO
“La autonomía implica una actitud activa por parte del alumno hacia la adquisición de conocimientos, además de una serie de habilidades que le permitan dicha adquisición” (Peñaloza, 2006).
Esta autonomía no se logra de un día para otro, hay que propiciar entornos de aprendizaje que produzcan este efecto en los educandos, donde se autoanalicen, cuestionen a la sociedad en la que se desenvuelven y la formación que les ofrece, motivarlos para ir más allá, para poder construir y escoger sus propias determinaciones. Para encontrar por sí mismos sus fortalezas y aprovecharlas para salir adelante, pero también aquellas áreas de oportunidad que no les permiten crecer.
Solo así, los alumnos encontrarán un para qué ir a la escuela y un verdadero significado, estarán a la altura del mundo contemporáneo en el cual les ha tocado vivir, donde son cada vez mayores las exigencias para desenvolverse, formarse, participar en sociedad, encontrar soluciones a los problemas cotidianos. Es necesario que aprendan a autorregular su aprendizaje, “que se impongan metas o propósitos, realicen acciones dirigidas a las metas, supervisen sus conductas y las modifiquen para garantizar el éxito” (Schunk, 1997).
Para llegar a desarrollar en ellos un aprendizaje autorregulado y hacer de ello una competencia se debe poner en práctica, ante esto, el Plan y Programas de Educación Primaria (2011) propone identificar las estrategias y los instrumentos adecuados para el nivel y desarrollo de los estudiantes, como por ejemplo, la realización de un portafolio de evidencias, este instrumento le permitirá al alumno identificar cómo es su proceso de aprendizaje mediante una valoración más cualitativa que cuantitativa del avance y logro.
Zulma (2006) menciona que el aprendizaje autorregulado tiene ciertos campos de confluencia que permiten ubicarlo, y que comprenden todas las esferas del aprendizaje del alumno, los cuales son la metacognición, la motivación, la afectividad, la conducta y el contexto, y que hay que tomar en cuenta para su desarrollo.
“La autorregulación invita a llevar a cabo un proceso integrador, dinámico y gradual acompañado de dos elementos importantes: mejorar su autoeficacia y el cumplimiento de metas” (SEP, 2012). El aprendizaje del alumno debe ser a tal grado que pueda aplicarlo en diferentes contextos, fuera de la escuela, incluso en contextos adversos. Ser autónomo debe llevarlo a superar a su maestro, a desarrollar competencias que le permitan cumplir sus metas no solo en la escuela, sino en la vida; ser autosuficiente y auto superarse día con día.
Entre los modelos más mencionados de autorregulación se encuentran los de Zimmerman (2000) y Pintrich (1994), cada uno plantea diversos elementos para que se desarrolle la autorregulación, y concuerdan en que consiste en la activación de la cognición dirigida hacia una meta.
La autorregulación se define como un proceso que “permite llegar a ser un aprendiz autónomo” (…) y se refiere a los pasos para autorregular el aprendizaje: “establecer objetivos personales, seleccionar el camino para alcanzarlos, supervisar el proceso y evaluar resultados” (Quesada, 2008). “Zimmerman propone concebir la autorregulación como un proceso de tres fases clínicas: premeditación, desempeño o control voluntario y autorreflexión” (SEP, 2012).
Pintrich (1994) propone también ciertas fases que debe tener el aprendizaje autorregulado, estas son: premeditación, control, así como monitoreo, reacción- reflexión y metacognición. “Cuando hablamos de metacognición nos referimos al conocimiento y regulación de nuestra actividad cognitiva, es decir, sobre como percibimos, comprendemos, aprendemos, recordamos y pensamos” (Zulma, 2006).
El alumno tendrá que auto-observarse y adoptar su propio método de aprendizaje, tomar en cuenta las condiciones de su ambiente y auto-ajustarse, así como identificar sus procesos cognitivos y afectivos, asumir una meta y tratar de alcanzarla.
Es por eso que los estudiantes al autorregular su aprendizaje mostrarán habilidades para escoger estrategias según la demanda de la tarea a realizar. Estarán orientados hacia una meta y se esforzarán por alcanzarla. Se convertirán en alumnos autónomos e independientes.
“Este conocimiento metacognitivo o estratégico lleva consigo diversos conocimientos implícitos: 1. El conocimiento sobre la conciencia del proceso de aprendizaje, respecto a sí mismo (habilidades y limitaciones), respecto a la tarea (características y dificultades) y la estrategia como tal (valoración de ventajas de los diferentes procedimientos en la realización de una tarea) (…) 2. El conocimiento sobre el control del proceso de aprendizaje, es decir, la planificación, la regulación de la ejecución y la evaluación” (Escribano y Del Valle, 2008).
Como señala la SEP en la Reforma Integral de la Educación Básica (2012), para que un alumno logre la autorregulación necesita llevar a la práctica tres pasos:
1. Planeación y previsión, donde el alumno establezca las metas, piense en una percepción de autoeficacia y mantenga una motivación intrínseca aún sin una recompensa tangible.
2. Monitoreo y control volitivo, donde se auto-observe durante el transcurso de resolución de una tarea y luego se auto-corrija de ser necesario. “Estar atento al proceso”.
3. Auto-reflexión, que será cuando se lleve a cabo el enlace entre metacognición y autorregulación, porque se estará dando la retroalimentación, desde la autoevaluación, el análisis de sus reacciones personales y la adaptación a nuevos entornos de aprendizaje.
A continuación se presenta un cuadro comparativo sobre los dos modelos de aprendizaje autorregulado de Zimmerman y de Pintrich (ver figura 1).
Modelos de aprendizaje autorregulado | |
Modelo de Zimmerman (2000) | Modelo de Pintrich (1994) |
Premeditación: Análisis de tareas Establecimiento de metas Planeación estratégica Creencias de auto-motivación Autoeficacia Expectativas de resultados Valor o interés intrínseco Orientación |
Pensamiento previo: Establecimiento de metas Contenido previo Activación de conocimiento Activación de conocimiento metacognitivo |
Desempeño o control: Autocontrol Auto-instrucción Imaginería Enfoque de atención Estrategias de tareas Auto-observación Auto-registro Auto-experimentación |
Monitoreo: Conciencia metacognitiva y monitoreo de la cognición
Control: Selección y adaptación de estrategias cognitivas para aprendizaje y pensamiento |
Auto reflexión: Auto-juicio Autoevaluación Atribución causal Auto-reacción Auto-satisfacción afecto Adaptativa defensiva |
Reacción y reflexión: Juicios cognitivos Atribuciones |
Figura 1. Cuadro comparativo de los modelos de aprendizaje autorregulado
“La autorregulación en el proceso de aprendizaje consiste en monitorizar, evaluar, preguntar, revisar y evaluar el propio proceso” (Escribano y Del Valle, 2008); esto le permitirá al educando estar motivado al percibir con claridad sus logros y cómo poco a poco va superando sus áreas de oportunidad. Al hacerlo partícipe de su proceso de aprendizaje, se interesará en la tarea, en realizarla con eficacia, pues su esfuerzo se reflejará en la calidad cada vez mayor de sus trabajos.
CONCLUSIONES
El aprendizaje autorregulado permitirá que el alumno se dirija más allá de los aprendizajes esperados planteados por un plan o un programa de estudio, contribuirá al aprendizaje de sus compañeros convirtiéndose en una ser motivante para otros, una exigencia para el profesor y un ciudadano que participará activamente en la sociedad. Es decir, una persona que desarrolle todas sus potencialidades.
El aprendizaje autorregulado es un camino que el estudiante puede seguir para el logro de los objetivos de aprendizaje y dar seguimiento a su proceso. Desde esta perspectiva, el papel del profesor será apoyar y descubrir el potencial de sus alumnos, comprender, escuchar, interpretar lo que dicen y entender cómo construyen su conocimiento.
BIBLIOGRAFÍA
Coll, César, et al. (2007). El constructivismo en el aula. España. Graó.
Delors, Jacques (1999). La educación encierra un tesoro. España. Santillana Ediciones UNESCO.
Escribano, Alicia y Del Valle (2008). El aprendizaje basado en problemas: una propuesta metodológica en educación superior. España. Ediciones Narcea.
Freire, Pablo (1997). Pedagogía de la autonomía. España. Siglo XXI.
Peñaloza, Landa, et al. (2006). Aprendizaje autorregulado: una revisión conceptual. Revista electrónica de psicología Iztacala 9 (2). Recuperada de: www.iztacala.unam.mx/carreras/psicologia/psiclin/…/vol9n2art1.pdf
Pintrich, P. R. (1994). Continuities and discontinuities: future directions for research in educational psychology. Educational Psychologist.
Quesada, Rocío (2008). Estrategias para el aprendizaje significativo: guías del estudiante. México. Limusa.
Secretaría de Educación Pública. Programas de estudio (2011). Acuerdo por el que se establece la articulación de la educación básica. México.
Secretaría de Educación Pública (2012). Reforma Integral de Educación Básica (RIEB), Diplomado para maestros de primaria 3° y 4° grados.
Schunk, Dale H. (1997). Teorías del aprendizaje. México. Pearson Educación.
Vigotsky, Lev (2004). Teoría de las emociones, estudio histórico psicológico. España. Ediciones Akal.
Zulma Lanz, María (2006). El aprendizaje autorregulado. Enseñar a aprender en diferentes entornos educativos. Argentina. Ediciones Novedades Educativas (Noveduc), Colección: Ensayos y experiencias.