Autor: Alejandro Martínez Rangel.
RESUMEN
Para las Instituciones Educativas es ineludible contar con el personal docente adecuado para el contexto en que se trabaja; además de poseer las competencias propias de su labor, es menester manifestar su sentido de pertenencia al centro escolar, su praxis y los fines de educación que el docente percibe como prioritarios. El presente artículo tiene como objetivo describir el perfil del docente del nivel Medio Superior, su formación pedagógica y el grado de conocimiento del Modelo Educativo de la institución en que laboro; para establecer estrategias de formación continua y promover la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje y el incremento del sentido de pertenencia docente.
PALABRAS CLAVE: Perfil, docente, bachillerato, modelo, educativo.
INTRODUCCIÓN
El mundo cambia constantemente, al igual que la sociedad y la educación. A las aulas hoy acuden estudiantes diferentes a los de hace algunos años, García Retana (2011) indica que “los alumnos actuales tienen características socioculturales de acuerdo a los tiempos que están viviendo; el Modelo Educativo para el presente y el futuro debe potenciar las capacidades del estudiante, frente a este escenario se debe reconocer la importancia del desempeño docente para crear y adecuar diversos métodos didácticos”.
Los docentes de bachillerato son frecuentemente de generaciones anteriores, sin las competencias actitudinales y cognitivas necesarias para responder a los retos propios que demandan las nuevas generaciones de estudiantes. Castillo Guzmán, Fabila Echauri y Pérez Morales (2014) señalan que “La Educación Media Superior (EMS) reconoce cada vez con mayor convicción la necesidad de contar con una planta docente formada que atienda a los jóvenes estudiantes del siglo XXI”.
Actualmente el docente debe parecer autentico y creíble ante el estudiante, organizando y aplicando estrategias y técnicas que atraigan su atención, frente a la competencia de los medios de comunicación que son portadores de otros conocimientos.
Estos docentes suelen ser conocedores del contenido de su materia o asignatura, pero la mayoría no tiene la formación docente o una capacitación continua para enfrentar las necesidades del bachiller actual. Nava y Reynoso (2015) plantean que “La enseñanza, en gran medida, depende del conocimiento empírico que conduce a la generación de patrones a seguir en razón de presentar contenidos a los educandos. Por lo tanto, la forma en la que nos presentamos como docentes incluye las experiencias previas que tuvimos como estudiantes, pero no necesariamente conduce hacia la reflexión y la crítica como parte del análisis del quehacer docente”. Así, surge la necesidad de que el profesor de Enseñanza Media Superior (EMS) sea consciente de su desempeño y sus áreas de oportunidad en su labor educativa.
El establecimiento del Perfil, parámetros e indicadores para la evaluación del desempeño de docentes y técnicos docentes en Educación Media Superior servirán de referente para la buena práctica profesional en cada campo disciplinar, así como para la identificación de las necesidades de formación y actualización docente que permita orientar la formación continua de los profesores contribuyendo a la actualización y pertinencia de los conocimientos que adquieren y que imparten (SEP, 2015).
Al no tener una formación docente, ni la capacitación adecuada, el maestro desconoce las herramientas para estar al tanto del nivel real del alumno de bachillerato por medio de un diagnóstico pedagógico fino (Silvestre Oramas, 2002) y para crear condiciones en el aula a través de estrategias para la vinculación del conocimiento académico con la realidad del estudiante.
La Dirección General de Bachillerato (DGB) a través de la Reforma Integral de la Educación Media Superior [RIEMS] (SEP, 2008) intenta disminuir los factores arriba mencionados, que influyen en los problemas del bachillerato, pero aún persiste “el reto de la formación del profesorado, la certificación del docente de bachillerato es obligatoria a largo plazo pero no es aceptada aún por la mayoría de los docentes que tienen licenciaturas afines con la materia que imparten, gran parte de ellos se conforman con cursos de actualización cortos y sin relación con su realidad y por lo tanto no brindan una respuesta apropiada al acelerado progreso de los conocimientos, ni a lo que requiere la sociedad, ni a las perspectivas de los estudiantes”.
En términos académicos, el bachillerato es la última etapa antes de acceder a la Universidad (UNAM, 2015; UASLP, 2015), es de suma importancia por las bases de conocimientos y por el desarrollo integral del estudiante como ser humano en la etapa que está viviendo.
En lo educativo, las autoridades han intentado cambiar el sistema a través de reformas (SEP, 2007; DOF, 2015), introduciendo cambios en el currículo, nuevas formas de enseñar, nuevos contenidos, tipos de evaluación, en la forma de trabajar del maestro. Como en la RIEMS (inició en el ciclo escolar 2009-2010) que está orientada a la enseñanza por competencias, lo cual supone reformular las estrategias metodológicas del docente, para que éstas sean congruentes con el perfil de egreso del bachiller.
Globalmente, el docente afronta desafíos pedagógicos y del contexto del estudiante, debe generar para sí mismo ciertas competencias (Zabalza, 2009) que le permitan cumplir con lo que requiere la RIEMS: la creación de un Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) en un marco de la diversidad (SEP, 2007).
DESARROLLO
En lo que respecta al contexto de este artículo, se enfoca en una institución, el Instituto Hispano Inglés (IHI) (fundado en 1937), con Departamento de Bachillerato incorporado a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 1967 y en 2000 a la DGB de la SEP. En este centro escolar se han implementado gradualmente los cambios que exige la RIEMS, estos requisitos generales del SNB que en el artículo 5 del acuerdo 480 indica:
1. Adoptar el marco curricular común
2. Cumplir los requisitos de la opción educativa autorizada
3. Someterse a las evaluaciones que determine la Secretaría
4. Operar con base en planes de desarrollo institucional y mejora continua
5. La adopción del sistema de control escolar del SNB
6. Facilitar el tránsito de alumnos
7. Contar con planta docente suficiente y con las competencias de la EMS (SEP, 2007).
El IHI adapta su currículum a las exigencias de la RIEMS (SEP, 2007), equipara las asignaturas de cada semestre para facilitar el tránsito del estudiante a cualquier institución de Bachillerato. Igualmente los docentes deben estar certificados mediante un diplomado (el plazo límite fue el año 2012) y el IHI cubrió el requisito de la DGB.
8. Tener instalaciones con condiciones de higiene, seguridad y pedagógicas.
9. Tener espacios de orientación y tutoría.
El IHI está llevando a cabo estrategias para el acompañamiento académico y emocional de los alumnos de bachillerato; las cuales requieren la participación crítica y positiva del docente al aplicarlas. Por ello el maestro es una pieza clave en el engranaje de la educación: tiene el contacto con el estudiante, posee conocimientos de la materia, diseña la clase, decide la manera de enseñar y evaluar al alumno.
Existe la hipótesis de que el nivel medio superior se pierda en el proceso educativo del estudiante de bachillerato, que sea el eslabón perdido de la educación (Observatorio Ciudadano de la Educación, 1999) debido a tres factores: que sea rebasado por las transformaciones sociales; por atender el crecimiento de la matrícula y no la calidad educativa; y por la formación de profesores adecuados a las necesidades sociales.
Hargreaves (2002) señala que “Las reglas del mundo están cambiando. Es hora de que las reglas de la enseñanza y del trabajo de los docentes varíen con ellas”. Para los procesos de enseñanza y aprendizaje en el nivel Medio Superior es de suma importancia la formación del docente de acuerdo a la realidad actual, la formación comienza a través de la práctica dentro del salón de clases, donde toda acción no está controlada con certeza y tiene consecuencias. En el aula ocurre la mayor formación del docente si está consciente de lo que sucede.
La formación, desde la mirada de la praxis, refiere a un acto de creación, a una voluntad de deseo y a un poder de transformación y de auto creación con el otro y los otros, en el marco de un proceso relacional, en donde formador y estudiante, ambos, son actores desde y en la interacción. Es en la interacción donde el sujeto no deja de crearse, de existir, de transformarse a través de la auto-creación y de la existencia del otro y de los otros (Ducoing, 2003).
La actividad dirigida y consciente del maestro transforma también al estudiante al haber una reciprocidad de enseñanza-aprendizaje entre los dos actores educativos.
Ya que el fin del proceso educativo es el desarrollo integral del alumno, su perfil de egreso es necesario y deber estar en sincronía entre la institución y los docentes para fortalecer el acto educativo. En el IHI es importante junto con su misión, visión y perfil del docente (Modelo Educativo C.C.V.I. Congregatio Sororum Caritatis a Verbo Incarnato).
En este artículo se pretende evidenciar la concepción del docente sobre cómo debe ser la educación en el bachillerato, su manera de ser y hacer en el IHI dentro del aula y la Institución, su manera de enseñar. Y se responderá: ¿cuál es el perfil del docente de bachillerato del IHI? ¿Los docentes conocen la Misión, Visión y objetivos del IHI? ¿Cómo percibe el docente su entorno y ambiente laboral, tiene sentido de pertenencia, cuál es su concepción sobre educación, se identifica con los objetivos institucionales?
Material y método
Para la presente investigación se utilizó la encuesta. Ávila Baray (2006) afirma que la encuesta “se utiliza para estudiar poblaciones mediante el análisis de muestras representativas a fin de explicar las variables de estudio y su frecuencia”. El cuestionario consta de 53 preguntas (sólo se seleccionaron 18) en cuatro apartados: 1. Características personales del docente. 2. La institución y el docente. 3. Los docentes del Bachillerato del IHI. 4. Los docentes y la educación.
Se aplicó vía electrónica aleatoriamente a 21 docentes, se seleccionaron 16: ocho mujeres y ocho hombres. El método fue empírico para descubrir hechos y datos que permitieran responder las preguntas de la investigación y describir el perfil actual del docente de Bachillerato del IHI, sabiendo que estos datos aún no son suficientes para profundizar en el tema tratado.
Resultados y análisis
Las siguientes gráficas que expresan los resultados de la encuesta realizada, describiendo el Perfil actual del Docente del Bachillerato del IHI (ver gráficas 1 y 2).
Gráfica 1
Gráfica 2
Los docentes tienen más de 46 años (7) y entre 41 y 45 (3), los 10 tienen suficiente experiencia en educación. Uno de los 16 docentes es pasante, cinco tienen grado de Maestría, lo cual da un soporte a la planta docente. En general, la mayoría tiene experiencia docente dentro del IHI, salvo tres de los16, por lo tanto cabe suponer que 13 docentes conocen la cultura institucional.
Gráfica 3 Gráfica 4
Seis profesores no conocen el proyecto educativo, pero hay posibilidades de que este número sea mayor pues el nivel de conocimiento no es suficiente (ver gráficas 3 y 4).
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Gráfica 5 Gráfica 6
Gráfica 7 Gráfica 8
Quienes contestan que sí conocen la Misión, Visión y Valores institucionales dudan al requerir mencionarlas -Academica, Pastoral/Proyección Social y Desarrollo Humano- (ver gráficas 5, 6, 7 y 8).
Gráfica 9 Gráfica 10
A los maestros se les ha entregado una copia del Modelo Educativo, sin embargo, no hay un seguimiento de trabajo con el documento (ver gráficas 9 y 10).
Gráfica 11 Gráfica 12
Gráfica 13 Gráfica 14
La identificación del docente con la Misión es buena: hay un ambiente propicio para mejorar la labor docente y elevar la calidad educativa (ver gráficas 11, 12, 13 y 14).
Gráfica 15 Gráfica 16
Gráfica 17 Gráfica 18
La falta de reuniones de maestros (para evaluar y reflexionar acerca del proceso educativo) debilita la calidad educativa del Bachillerato. Durante los últimos dos cursos escolares se ha fortalecido mediante cursos de capacitación, pero no hay seguimiento que constate los adelantos en la pedagogía del docente (ver gráfica 17).
Más allá del significado que los profesores le dan a los fines que ellos señalan, se observa que 42% no es tradicional, pero sí complejo y difícil, al desarrollar la creatividad y el espíritu crítico vistos en los cursos de capacitación recientes del IHI (ver gráfica 18). Y a la vez es parte del Perfil de egreso del alumno de Bachillerato (figura 1).
El segundo fin prioritario, según la elección de los profesores, es “transmitir conocimientos actualizados y relevantes” (22%), significativos y aplicables en el contexto del estudiante. De la mano del desarrollo de la creatividad y el espíritu crítico que requieren ciertas herramientas de pensamiento y de acción vinculadas con conocimientos, métodos, estrategias, instrumentos: todos recursos del perfil de egreso.
Preparar para la vida en sociedad (14%) es un fin clásico de los centros escolares modernos, al inculcar reglas y principios que estructuren el comportamiento social (ver figura 1).
Transmitir valores morales (12%) (Formación Moral, Ética y Valores), a pesar de que el IHI es una institución católica, no es prioritario para los docentes de Bachillerato.
Sobre crear hábitos de comportamiento (5%) el profesor considera que la familia debe compartir este aspecto.
Formar para el trabajo (3%) -factor indirecto de la docencia- no es prioritario, a pesar de que el alumno aplica conocimientos a nivel práctico. Y aunque la RIEMS exige vincular los conocimientos con la formación para el trabajo (ver gráfica 18).
Gráfica 19
Figura 1. Perfil de egreso.
En cuanto al rol docente, los encuestados indicaron: “el docente es un facilitador del aprendizaje de los alumnos” (94%, 15 profesores); “transmisor de cultura y conocimiento” (0%); “apóstol de la educación” (6%, un profesor) (ver gráfica 19).
Es preocupante darle al docente más prioridad como “facilitador del aprendizaje” que como un “transmisor de cultura y conocimiento” ya que este último es vital para la consecución de los fines educativos. Es positivo el papel del docente como gestor del aprendizaje del estudiante, sin embargo, la transmisión de la cultura y el conocimiento genera un extra, un plus a su labor, dándole un sentido mucho más significativo.
CONCLUSIONES
Dentro del ámbito educativo existen tres actores principales que desempeñan un papel preponderante en el desarrollo integral del estudiante: el alumno, la institución educativa y el docente -un cuarto es fundamental también, la familia del estudiante.
Entre estos tres actores deben existir interconexiones tanto verticales como horizontales, se precisa la vinculación real entre ellos. Queda claro que la relación institución-docente es muy importante y vital para el buen desempeño del profesor en relación con el alumno, el cual es el producto final del actuar de las dos partes.
Por lo tanto, la conclusión a partir de la investigación y sustentándose en Hargreaves (2002) es que el perfil del docente del bachillerato del IHI actualmente plantea “ser un sujeto independiente, comprometido con la Institución, con su cultura de sostén, como sus concepciones, actitudes y supuestos; su cultura de la enseñanza, fundada en valores, hábitos y formas de hacer las cosas, los cuales ayudan a dar sentido, soporte e identidad al trabajo del docente”.
Todavía hay camino por recorrer, se está transitando con pasos firmes, con actividades en las que la Institución intenta vincular de una manera más efectiva al docente con los objetivos del Modelo Educativo, motivándolo para una formación pedagógica continua que le otorgue armas para la mejora de su práctica educativa.
BIBLIOGRAFÍA
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