La depresión después de la pandemia. Segunda parte

En la primera parte de esta nota se planteaban algunas condiciones por las que la depresión es una de las enfermedades más problemáticas de la actualidad. En esta segunda parte propondremos los diversos tipos de depresión que aquejan al ser humano. La finalidad es que los lectores puedan detectar los síntomas, en caso de padecerlos, y tratarlos a tiempo para reducir riesgos posteriores.

Tipos de depresión

La depresión atípica muestra en quien la padece un aspecto pasivo y escaso de energía, exceso de sueño, aumento significativo en el apetito y fatiga.

La depresión doble se presenta cuando existe distimia y se tiene al mismo tiempo una situación adversa en la vida, como la muerte de un ser querido o la pérdida del trabajo o las propiedades.

La depresión bipolar (estado maníaco depresivo) es una condición que se caracteriza por dos fases que repercuten en el estado de ánimo del enfermo. A veces es posible una fase de estabilidad entre los dos momentos extremos. Se caracteriza por una mezcla de ansiedad, ideas dispersas, falta de sueño e irritabilidad.

La depresión en ancianos se desarrolla a partir de la disminución de las actividades cognitivas de este sector de la población. Los síntomas incluyen un déficit en la memoria y poca capacidad de concentración.

La depresión en niños es la manifestación intensa y duradera de tristeza en los infantes. Este tipo de depresión se transforma y en ocasiones está asociada a la depresión entre los integrantes adultos del círculo familiar del niño.

La depresión en el embarazo suele aparecer en el primer trimestre de gestación de las madres, estar motivada por los cambios hormonales y situacionales que viven las mujeres durante esta etapa.

La depresión menopáusica se presenta en la mediana edad al manifestar una sensación de tristeza, coincidiendo con posibles crisis conyugales; físicamente hay pérdida de sueño, ansiedad, bochornos y angustia.

La depresión posparto se desarrolla los días o semanas posteriores al parto, suele presentarse durante al menos dos semanas mediante la manifestación de sentimientos de culpa, fatiga crónica y falta de sueño.

El trastorno afectivo estacional (TAE) se manifiesta cuando hay una relación temporal entre un trastorno depresivo recurrente y una cierta época del año (otoño o invierno).

El trastorno disfórico premenstrual se presenta al agravarse los síntomas premenstruales antes de dicho período.  Se caracteriza por irritabilidad, aumento de apetito y tristeza.

Lo importante de conocer todos los tipos de depresión y analizar lo que provocan, es que pueden identificarse y tratarse a tiempo antes de llegar a estados crónicos con repercusiones personales y sociales aún mayores.

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La depresión después de la pandemia. Segunda parte

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