El ingeniero competente. Año 4. Número 11

Autor: Marco Antonio Alvarado-Luna.

RESUMEN

El presente artículo propone al profesional de la Ingeniería como fundamental en una época de cambios y globalización, donde deben desarrollar competencias genéricas, tanto para sus estudios como para su desempeño laboral, para emplear sus capacidades y habilidades en nuevos entornos, es decir, que sean capaces de adaptarse a las circunstancias y lograrlo exitosamente.

PALABRAS CLAVE: Competencias, educación superior, ingeniería, ingeniero, empleador.

INTRODUCCIÓN
El mundo actual ha sufrido cambios en los últimos años en cuanto a las necesidades educativas, relacionándolas con las necesidades de los empleadores. En un mundo cada día más globalizado impera la competitividad y el deseo del progreso profesional así como el económico por parte de los egresados de instituciones superiores.

En el caso de los ingenieros es evidente ya que es imperante que desarrollen competencias genéricas, tanto para sus estudios como para su desempeño laboral, que sean capaces de emplear sus habilidades y capacidades en nuevos entornos, es decir, que sean capaces de adaptarse a las circunstancias y lograrlo exitosamente.

Para quienes optan por una ingeniería como estudios superiores, no únicamente logran ser profesionistas con habilidades para enfrentarse a los retos laborales y la competitividad que el entorno local y mundial exige, también son personas de quienes se espera generen soluciones a los problemas tecnológicos o industriales.

Y aún cuando la ingeniería se ha empleado y puede usarse para actividades negativas para los seres humanos (las carreras armamentistas, ingeniería militar, ciberterrorismo, entre otras), la razón principal de la existencia de la ingeniería es mejorar las condiciones de vida en los seres humanos.

Es por ello que los ingenieros más exitosos son aquellos comprometidos con sus estudios, con un elevado concepto de responsabilidad y compromiso, el desarrollo de habilidades, herramientas, así como con un constante progreso académico y profesional.

DESARROLLO
Según Serna Montoya:

el significado de la palabra ingeniero es: de ingenio, máquina o artificio, persona que profesa la ingeniería o alguna de sus ramas. Pero ¿Qué es un ingeniero? Algunos dicen que un ingeniero es el que aprovecha los recursos de la naturaleza en beneficio de la humanidad, aunque esta definición es muy satisfactoria ha dejado de ser exacta desde el momento que muchos ingenieros han pasado a ser empleados del gobierno, y en lugar de aprovechar los recursos de la naturaleza, aprovechan los recursos del presupuesto nacional (Serna Montoya, 2009b).

Las definiciones continuarían y podrían ser causa de controversia y ambigüedades, tal como: ingeniero es quien sabe matemáticas, o es el que construye, tal vez es el que no entiende nada del amor sino de cálculos. Por ello Serna-Montoya (2009b) menciona las características de los mejores ingenieros:

•    Son aquellos que han aprendido a hablar el idioma de la naturaleza.
•    Buscan mayor precisión con el uso de las matemáticas avanzadas.
•    Usan el método estadístico como herramienta (aunque puede producir resultados no deseados si se usa descuidadamente).
•    Realizan una reflexión cautelosa de los ensayos a escala, ya que en la práctica los resultados a escala pudieran oponerse a la conclusión final del proyecto.
•    Identifican y reconocen sus propios prejuicios y percepciones, ya que siempre se trata con las costumbres humanas, sus labores son al mismo tiempo, producto y cimentación de la civilización, la cultura y la raza.
•    Además de que en su función como ingeniero: investiga, desarrolla sus resultados, tiene capacidad analítica, creatividad, capacidad de comunicar justo lo que él quiere, capacidad de trabajo en equipo y ética profesional.

Serna-Montoya (2009a) explica las diversas razones por las cuales una persona escogería estudiar ingeniería (interés por cómo funcionan las cosas, le atraen las ciencias y técnicas, le motivan las áreas de las ingenierías), pero la característica en común para todos los estudiantes de ingeniería, es la de pertenecer a una plataforma mediante la cual puede mejorarse todo sistema. “Uno de los objetivos fundamentales del ingeniero, consiste en adaptar la tecnología para ofrecer soluciones que satisfagan necesidades humanas”. Esto generalmente implica construir o diseñar un dispositivo, para que funcione con las características deseadas, mediante el uso de sus competencias disciplinares (Serna-Montoya, 2009a).

Ansión e igníñiz (2004) plantean que en la trayectoria educativa ser profesional se torna la aspiración fundamental; “ser alguién”, “tener una profesión”, “progresar” condensa en efecto, las expectativas de las personas; “estudié con mucho ahínco para terminar la carrera” o “cumplir con mis metas, terminar mi carrera y hacer que las cosas vayan bien en mi familia”.

Así mismo Ansión e igníñiz (2004) también consideran que realizar las metas estudiantiles enfrenta la falta de orientación y se enfrentan a situaciones de falta de recursos económicos, por ejemplo la carrera de medicina requiere profesionales exelentes, pero es díficil lograrlo para quien trabaje y estudie al mismo tiempo.

En relación a lo mencionado anteriormente existe la autogestión. Martínez Miguelez (2009) la considera como una de las ideas centrales sobre la optimización del desarrollo humano, que se puede manejar como la autogestión asistida. “Parecería implicar una gestión desde arriba y desde afuera y, sin embargo, la verdadera eficacia proviene de la idea contraria. Los gerentes de la educación no deben crear una jerarquía de mando, y, menos aún, hacer de puente y traer del extranjero políticas de desarrollo o, peor todavía, dejar que se las impongan desde el exterior, es decir, debemos buscar en el extranjero información, pero no modelos” (Martínez Miguelez, 2009).

El desarrollo humano incluye el objetivo de que los jóvenes terminen su educación, e ingresen al mundo laboral, tal y como lo mencionan expertos como Rice (1997), para obtener destreza en el trabajo y alcanzar la independencia económica; su éxito profesional les brindará un sentido de satisfacción y valor. Un trabajo del que se disfrute contribuye a la felicidad y agrega significado a la vida.

Cuando un estudiante realiza el trabajo de plantearse cuál sera su verdadera vocación e invierte sus esfuerzos para lograr sus objetivos, podrá estar preparado para un mundo globalizado. Zorrilla-Gascón (2013) afirma “y además para que pueda ser empleado no únicamente en su entorno local o regional, pudiendo ser este el extranjero y, a partir de ahí, desarrollarse en el mundo, debido a que la globalización ha hecho y hará que el puesto de trabajo más apropiado, para cada uno, no necesariamente esté al lado de su hogar”.

Montes Padilla (2012), Pardo Rodríguez (2012), García Retana (2014), Gutiérrez Lomelín, (2014), Trujillo-Segoviano (2014) y Makienko y Panamaryova (2015) están de acuerdo en que la formación de profesionistas logre que sean capaces de vincular los conocimientos y habilidades adquiridas en su formación, con aquellas necesarias para su inserción y desempeño laboral, es decir, las genéricas; por ejemplo tener la capacidad de trabajo en equipo, resolver los problemas desde una visión holística, hacer uso óptimo de los recursos disponibles, entre otras habilidades. De esta manera el ingeniero podrá cumplir con las habilidades de cooperar y manejar un equipo que labore en proyectos interdisciplinarios.

Molina (2009) indica que existen diversas competencias que el ingeniero actual debe afrontar, también los estudiantes de ingeniería necesitan desarrollar competencias que integren y den como resultado un profesional competente. E indica que algunas de las competencias que un nuevo ingeniero debe desarrollar son la dimensión técnica y la dimensión ética.

Dentro de la dimensión técnica se tiene, la racionalización adecuada de los recursos, elaborar soluciones factibles y al mismo tiempo asequibles económicamente, el cumplimiento con los objetivos de trabajo, flexibilidad ante los cambios y la tecnología, habilidad de investigación, preparación profesional constante, habilidad para darse a entender en un equipo de trabajo, así como la capacidad de trabajar de forma independiente.

Dentro de la dimensión ética se tiene, el respeto a los compañeros de trabajo sin importar su rango u oficio, la tolerancia y el respeto, ser justo, desarrollar las labores cuidando dañar lo menos posible el entorno, es decir, el medio ambiente y lograr armonía moral e imagen de la empresa.

Las instituciones educativas en la actualidad tienen como misión formar seres humanos con responsabilidad profesional, capaces de solucionar problemas (asumiendo su papel como un actor de cambio) actuando con responsabilidad, aunque el orden de las ideas puede variar, la idea central no.

Dentro de las características de los ingenieros se tiene: la manufactura de bienes y el impacto que estos ejercen en el mundo, tanto que Makienko y Panamaryova (2015) consideran que el futuro de Rusia está conectado con la ingeniería en primer lugar y consecuentemente, en segundo lugar con la educación en ingeniería, sí es que desean recuperar su liderazgo tecnológico. En relación a lo anterior García Retana (2014) menciona que el ingeniero necesita competencias y tales competencias deberían ser potenciadas por el aprendizaje de las matemáticas, de ahí la importancia de caracterizar el papel que estas deben jugar en su formación.

Para lograr lo anterior Flores Oliveros (2009) menciona que al ingeniero se le debe instruir en los procesos que va a llevar a cabo en su labor profesional; identificándolos, y planeando la gestión de la manera más apropiada, para permitir una futura operación coherente y estable en los procesos. Basándose en el tamaño de la organización y el tipo de actividades, la complejidad de los procesos e interacciones, la criticidad de los procesos y la disponibilidad de personal competente, reproducir la información por medio de representaciones gráficas, instrucciones escritas, listas de flujo y medios visuales electrónicos.

Por lo anterior es importante observar, así como considerar varios aspectos tanto académicos como laborales de los ingenieros, y cómo estarán desarrollándose profesionalmente, incrementando sus cualidades, habilidades y finalmente su plusvalía como elemento de una organización.

El desarrollo profesional, que es el proceso por el que las personas progresan a través de una serie de etapas caracterizadas por distintas tareas de desarrollo, actividades y relaciones. Debe ser objeto de interés por parte del empleador, como Fernández Losa (2002) señala, ya que al crear condiciones de competitividad en los trabajadores, pone en ventaja a la empresa, y esto es importante ya que existen diferentes modelos de desarrollo profesional, aunque la literatura de investigación no se pone de acuerdo, sin embargo se citan a continuación tres modelos:

Modelos de ciclo de vida:
•    Es la manera en que los trabajadores hacen frente a tareas durante el transcurso de su profesión, o por distintas etapas profesionales a las que se vaya a enfrentar.

Modelos basados en la organización:
•    El trabajador recorre varias fases para poder consolidarse dentro de su centro de trabajo, ejemplo de esas fases son los cambios de actividades y relaciones con sus compañeros y jefes. Ya que su desarrollo profesional implica aprendizaje para realizar tareas definitivas (Fernández Losa, 2002), tendrá como resultado madurez como trabajador dentro de la empresa.

Modelo del patrón de dirección:
•    Fernández Losa (2002) apunta que este modelo es de dos tipos, uno es la forma en que muchos trabajadores planifican los objetivos de su profesión y sobre la rapidez con que quieren avanzar laboralmente (trabajadores con objetivo de obtener un puesto, mantenerlo durante toda su vida laboral), estos trabajadores tienen un concepto lineal de su profesión. Otros empleados tienen como objetivo ascender profesionalmente, en forma de espiral, permanecen durante un tiempo en un empleo, luego pasan a un área diferente o a otro empleo. Cuando un trabajador elige el empleo dependiendo de sus objetivos, prioridades e intereses, podrá decidir conservar ese empleo hasta obtener otro donde ascienda profesionalmente, esto quiere decir, que desea contribuir en el éxito de la empresa y lograr su éxito financiero, con lo cual pueda realizarse profesionalmente (y personalmente).

CONCLUSIONES
La autogestión se refiere a la independencia o comportamiento autónomo de la persona en la formación, en este caso de su formación superior, se refiere a cómo pasar de ser espectador a participante activo de su propia formación, superando las dificultades de su propia persona.

El objetivo es la autorrealización profesional, la sensación de éxito, la solvencia económica, entre otros aspectos que puedan darle satisfacción y valor a su vida, contribuyendo en su felicidad.

Si el que se está formando profesionalmente es un ingeniero, existen características propias de su profesión, aquellas que le brindarán ese sentimiento de satisfacción: lograr obtener y hacerse de competencias disciplinares que le son propias y la adquisición cada vez más rápida de esas, también dominar las competencias genéricas ya que el ingeniero, no sólo realizará planeación técnica, sino que trabajará con otros seres humanos, por lo que es muy importante que sea capaz de trabajar en equipo, cuidando los aspectos requeridos por el proyecto y ser ético.

La importancia de lo mencionado anteriormente es que el ingeniero sea capaz de hacer frente a las tareas por realizar durante todo el transcurso de su profesión, ya que se requiere alta calidad con el menor gasto económico (o en otras palabras, un margen de error pequeño) para que el ingeniero logre obtener el puesto que se ha marcado por elección propia, lo anterior se logra al devolver resultados óptimos a la empresa, con lo cual se proyecta como trabajador competente y como un prospecto para avanzar en su carrera como ingeniero.

BIBLIOGRAFÍA
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Fernández Losa, N. (2002). El desarrollo profesional de los trabajadores como ventaja competitiva de las empresas. Cuadernos de gestión, 2(1):65-90.

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Gutiérrez Lomelín, R. Á. (2014). Aprendizaje competente. Conexxión, 3(8):39-44.

Makienko, M. y Panamaryova, A. (2015). Project approach in humanities as a cognitive strategy of modern engineering education. Procedia social and behavioral sciences, 166(7):415-421.

Martínez Miguelez, M. (2009). Dimensiones básicas de un desarrollo humano integral. Polis, 8(23):119-138.

Molina, A. (2000). La competencia profesional en el ingeniero del nuevo milenio. Revista facultad de ingeniería, 8(1):65-71.

Montes Padilla, F. G. (2012). La educación superior y sus retos actuales. Conexxión, 1(1):39-42.

Pardo Rodríguez, M. F. (2012). Problemáticas que enfrenta un egresado de nivel superior en la inserción al campo laboral. Conexxión, 1(1):48-49.

Rice, P. F. (1997). Desarrollo humano: estudio de ciclo vital. Prentice Hall.

Serna-Montoya, E. (2009a). La ingeniería. Revista digital Lámpsakos, 1 (1):13-21.

Serna-Montoya, E. (2009b). El ingeniero. Revista digital Lámpsakos, 1 (1):22-23.

Trujillo-Segoviano, J. (2014). El enfoque en competencias y la mejora de la educación. Ra Ximhai, 10(5):307-322.

Zorrilla-Gascón, M. Á. (2013). El presente y futuro de los ingenieros. Revista digital Lámpsakos, 1(9):7-8.

El ingeniero competente. Año 4. Número 11